El Archivo Historico Nacional dedica su documento del mes de Julio a Pedro de Gante, friale francfiscano que por orden de Carlos V llegó a México el 13 de agosto de 1523, acompañado de los frailes Juan de Tecto y Juan de Ayora para evangelizar y educar en el cristianismo a los indios de Texcoco, cerca de la capital mexicana.
En los talleres que creó siriveorn luego de modelo para crear otros tallaron de donde salen obras de arte como una serie de grandes cristos que luego vinieron a Sevilla y otras partes de España como fue el casio de los Cristos de la Sangre de Huevas, el Baratillo y Veracruz de Carmona y el Cristo de San Pedro de Marchena segun el investigador Fernando Villa que ha examinado el crucificado marchenero y afirma que procede de un taller de Puebla de los Angeles, según documento por él encontrado en el Archivo de la Catedral de Sevilla.
El historiador de Carmona Esteban Mira Caballos cuenta en su libro El Descubrimiento de Europa, las experiencias de los primeros indígenas americanos que llegaron a España tras el 12 de octubre de 1492, trayendo un flujo bidireccioal de personas, mercancías, ideas, productos y enfermedades, que se ha estudiado poco.
«También sorprende la cantidad de obras de arte que llegan de América desde muy temprano. El Crucificado de la Hermandad del Baratillo de Sevilla, muy devocionado aquí, llegó en los años 20 de 1500, fabricado con caña de maíz por los indígenas del Colegio de San José de los Naturales en México. No se sabía que muchos de los cruficados devotos españoles proceden del mundo americano, fabricados allí desde los primeros años en el siglo XVI por indígenas. Son cosas que le cuentas a la gente y no se lo puede creer» explica Estebean Mira.
Juan de Gante desarrolló una ingente labor como catecismos en náhuatl, acompañados de pictogramas símiles de los códices, la apertura de nuevas capillas e iglesias, las escuelas de artes y oficios, el fomento de las artes musicales y escénicas creando un precente luego imtiado por otros frailes en otros paises.
Luego Gante se muda a la ciudad de México y crea el concepto de capilla abierta de San José de los Naturales, una capilla unida a un atrio del templo, que crea una explanadas donde trabajan los indios según las costumbres prehispánicas reorientadas hacia la evangelización. Danzas, cantos, música. Este sincretismo dio resultados positivos al generar en los naturales un sentimiento de mayor cercanía con la nueva fe.
“Tengo cargo de enseñar a los niños y muchachos a leer, escribir y predicar y cantar. En todo esto, como yo no soy sacerdote, he tenido más tiempo y oportunidad a esta causa, y por haber razonable habilidad en la gente para ello [….]. Y sin mentir puedo decir harto bien que hay buenos escribanos y predicadores y pláticos con harto fervor, y cantores que podrían cantar en la capilla de V.M. tan bien que si no se ve, quizá no se creería […]. Se ha hecho de nuestra casa una escuela y capilla donde continuamente cada día se enseñan a quinientos y seiscientos muchachos”.
Pero el gran problema al que se enfrentaba en su labor era el abuso encomendero, que
impedía y obstaculizaba la conversión indígena al cristianismo y así funda un hospital como ejemplo de la caridad cristiana, vital para los procedimientos de conversión,
“Junto a nuestro monasterio se ha hecho una enfermería para los enfermos naturales donde, allende de los que en casa se enseñan, vienen otros a ser curados, que es mucho refrigerio para los pobres necesitados, y ayuda parala conversión; porque conocen la caridad que entre los cristianos se usa, y así son convidados a la fe y querernos bien, y conversar con nosotros”.
Gante pidió al emperador limosna, para sus hospitales y escuelas de indios. “para todo esto siempre procuro buscar la limosna que puedo y trabajosamente se pide […..]. V.M. si manda, porque del todo sea suya la obra, nos puede hacer limosna con que a nosotros nos quite de trabajo y se satisfaga a todas las necesidades de sus nuevos súbditos y vasallos y sea aumento grande para nuestra santa fe, y Dios nuestro señor de ello muy servido y arrás de gloria para V.M. Y si V.M mandare sean dos mil fanegas de maíz cada un año, las mil para la escuela y las otras para la enfermería y enfermos. Así lo van cada día más conociendo por la rectitud que ven […..] que es gente que sabe distinguir lo bueno de no tal, y así desean de ser más sujetos solamente de V.M. que repartidos entre españoles”.
Pese a las súplicas de Gante, los tiempos cambiaron. A partir de la segunda mitad del
siglo XVI, la monarquía hispánica decidió fortalecer al clero secular en detrimento de los frailes y la marginación de la que fue objeto por la autoridades coloniales terminaron por afectar la obra de Gante en los últimos años de su vida. Víctimas de abandono y la pobreza, el Colegio y la capilla abierta de San José entraron en un periodo de decadencia del cual no pudieron recuperarse.