Hay lugares que guardan secretos, monumentos que parecen hablar de un tiempo en el que la belleza era sinónimo de devoción. En el corazón de Marchena, la Iglesia de San Juan Bautista se erige como un testigo silencioso de la historia, albergando en su interior uno de los coros más impresionantes y menos conocidos del barroco andaluz. Pasear por sus naves es viajar en el tiempo, pero detenerse ante su coro es entrar en un diálogo íntimo con el arte y la espiritualidad de una época dorada cuando esta iglesia estaba entre las tres más ricas en rentas de andalucia occidental.
Una Joya del Barroco
En pleno siglo XVIII, los mejores artistas competían por hacerse con el lcontrato para levantar el coro de San Juan, enbcargado finalmente a Jerónimo Balbás, figura clave del barroco, que concibió una sillería que desafiaba los cánones estéticos de su tiempo. Balbás, conocido por su capacidad para integrar elementos geométricos y figuras ornamentales, diseñó un coro que combina la majestuosidad de la madera de caoba y cedro con el simbolismo del ciprés.
El concurso para ejecutar esta obra maestra reunió a los mejores ensambladores de la época. El elegido fue Juan de Valencia, quien completó la sillería entre 1711 y 1717, plasmando con fidelidad la traza de Balbás. El resultado: un conjunto de 43 sillas, 29 altas y 14 bajas, cada una de ellas articulada por estípites que sostienen la estructura y le otorgan ese carácter único.
MARCHENA, SEVILLA Y MÉXICO, UNIDAS POR LA OBRA DE JERÓNIMO DE BALBÁS
El estípite, una columna o pilastra en forma de pirámide truncada invertida, se usa por primera vez en el ámbito barroco hispano por Jerónimo Balbás en su obra. Este recurso ornamental se introdujo en el retablo del Sagrario de la Catedral de Sevilla, realizado en 1709. Más tarde, Balbás trabajaría en esta innovación en la iglesia de San Juan de Marchena y exportaría esta innovación técnica a la Catedral de México, donde diseñó el famoso Altar de los Reyes en 1718, considerado uno de los grandes ejemplos del barroco estípite.
La conexión de la Iglesia de San Juan Bautista de Marchena con la Catedral de México radica en el hecho de que Jerónimo Balbás, autor del diseño de la sillería del coro de San Juan, trabajó posteriormente en Nueva España. La experiencia y las ideas que desarrolló en Marchena y Sevilla le sirvieron como base para sus obras posteriores en México, convirtiéndose en un puente cultural y artístico entre Andalucía y América. Este vínculo destaca cómo el arte barroco andaluz influyó en el desarrollo artístico del Nuevo Mundo, especialmente en la adopción del estípite como elemento esencial en la arquitectura y decoración sacra.
Arte y Simbolismo en Cada Detalle
Al entrar al coro, es imposible no quedar maravillado ante la silla central, presidida por una talla policromada de la Inmaculada Concepción, obra del propio Balbás. La Virgen, vestida con una túnica blanca estofada y un manto azul, se inspira en el Apocalipsis de San Juan Evangelista, simbolizando la pureza y la protección divina. Flanqueando esta imagen se encuentran San Juan Bautista y San Pedro, tallados con una maestría que refleja sus atributos y su importancia en la tradición cristiana.
El coro también acoge la representación de los arcángeles San Miguel y San Gabriel. San Miguel, con su armadura y espada flameante, evoca la batalla entre el bien y el mal, mientras que San Gabriel sostiene un ramo de azucenas, recordándonos el mensaje de esperanza y redención.
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La Reja del Coro
La reja que separa el coro del resto de la iglesia fue realizada por el rejero local Cristóbal de los Ríos en torno al año 1732. Esta obra es un ejemplo sobresaliente del arte del hierro forjado en el barroco andaluz. Está decorada con motivos vegetales, angelotes y otras figuras ornamentales que dotan al espacio de un carácter majestuoso. Además, su policromía original la convierte en una pieza única, aportando un contraste visual que realza la solemnidad del conjunto. Su valor radica en su complejidad técnica y en cómo encaja en la arquitectura global del templo, reforzando la sensación de sacralidad.
Las Yeserías
Las yeserías, que recubren el exterior del coro y otras partes de la iglesia, son obra de Alonso Moreno, maestro mayor de obras del Duque de Arcos. Estas decoraciones, de estilo barroco, son un despliegue de formas sinuosas y motivos geométricos y florales que ornamentan con elegancia el espacio arquitectónico. Está presidido por una imagen de la Virgen del Rosario patrona de Marchena.
Los Órganos
La elección de Marchena como sede de la Academia de Órgano de Andalucía se debe a este valioso patrimonio organístico. La academia, dirigida artísticamente por el organista Andrés Cea Galán, se celebró anualmente entre 2000 y 2009, y fue retomada en 2021 con el objetivo de poner en valor los órganos históricos de la localidad y promover su estudio y difusión.
La Iglesia de San Juan Bautista de Marchena alberga dos órganos históricos de gran relevancia el Órgano del Evangelio (1765) construido por Juan de Chavarría, este órgano barroco se sitúa en el lado del Evangelio del coro. Su caja presenta una rica ornamentación característica del estilo barroco sevillano. Fue restaurado en 1997 por el organero Gerhard Grenzing.
El Órgano de la Epístola (1802) construido por Francisco Rodríguez. Su diseño refleja la transición hacia el neoclasicismo en la organería española. Fue restaurado en 2003 por Gerhard Grenzing.
Marchena tiene en esta iglesia un motivo de orgullo y en su coro una razón para que visitantes y lugareños descubran la riqueza de su legado. Si alguna vez buscas un lugar que te hable del esplendor de otros tiempos y te envuelva con la calidez de su belleza, no lo dudes: ven a San Juan Bautista y deja que su coro te cuente su historia.