El Convento de Santa María celebra esta madrugada los ejercicios de la Pasión de la Madre Antigua
José Antonio Suárez López
Conventos y parroquias de Marchena inician hoy el Triduo Pascual a las 4 en Santa María, 4,30 en San Andrés, y a las cinco de la tarde en las tres Parroquias. En los días más importantes de la Semana Santa no hay misas.
Además el Convento de Santa María celebra esta madrugada de 1 a 4 los ejercicios de la Pasión de la Madre Antigua, que está enterrada en el coro de dicho convento que alcanzaron gran popularidad en su tiempo, fueron desarrollados por las hermandades vinculadas con la Madre Antigua como la Humildad de Marchena o la cofradía del mismo nombre en Cádiz.
En el capítulo primero de estas primitivas Reglas de 1820 de la Humildad se dispone que todos los miércoles del año se exponga en Santísimo Sacramento en el Altar Mayor, «después se lea un punto de meditación sobre uno de los Pasos o Misterios de la Pasión de Nuestro Redentor, y acabado se tenga una hora de meditación, después una breve exhortación que se concluirá con las letanías de Nuestra Señora la Virgen Santísima». La Madre Antigua pasó toda su vida en el convento de Santa Clara, luego pasó a las mercedarias de Lora, donde murió y su cuerpo fue trasladado a Santa María de Marchena, donde está su tumba.
“Así mismo, las hermanas podrán congregarse separadamente el sábado o lunes de cada semana en que tendrán los ejercicios de la Madre Antigua, como ya lo practican de antemano”.
HERMANDAD DE LA MADRE ANTIGUA DE CÁDIZ
En Cádiz e inspirado por los célebres ejercicios escritos por la Madre Antigua de Marchena se funda la Cofradía de la Madre Antigua, que se reunían en secreto para practicar los ejercicios de la Pasión en un descampado gaditano hasta que en 1730, el Obispo les ofrece instalarse en la Parroquia del Rosario, donde en 1756 se descubrió casualmente un subterráneo en el que, tras adecentarlo, continuaron con los ejercicios de piedad, llamándose Hermandad de la Santa Cueva.
Los componentes de la Cofradía de la Madre Antigua realizaban con gran realismo los ejercicios dela Madre Antigua llegando a imitar los movimientos de Cristo durante la Pasión, es decir se autoflagelaban en un ambiente de gran recogimiento, oscuridad y silencio en la Santa Cueva gaditana.
Basado en «Las tres horas de Agonía de Cristo» del jesuíta Alonso de Mesía que también practicaba la Cofradía de la Madre Antigua el gaditano Francisco de Paula de Micón encarga a Joseph Haydn la composición «Las Siete Palabras», una de las más hermosas composiciones musicales sacras de su época. Esta música servía como acompañamiento en la ceremonia de Las Siete Palabras en la Santa Cueva, como pausa y reflexión musical en medio del sermón del predicador que iba narrando la pasión de Cristo.
Georg August Griesinger (1769-1845), biógrafo de Haydn, describe así la escena: «Las paredes de la iglesia estaban tendidos de tela negra, solo quedaba una gran lámpara colgando en el centro que rompía esta santa oscuridad. A mediodía se cerraban todas las puertas y entonces empezaba la música. Después de un preludio apropiado, el obispo se subía al púlpito, pronunciaba una de las siete palabras y la comentaba, bajaba del púlpito y se prosternaba delante del altar, este intervalo de tiempo se llenaba con la música».
Bajo el patrocinio de José Sáenz de Santamaría se encarga la música a Hayden y la capilla del Rosario gaditana se llena de fastuosas obras de arte. La austeridad de la cripta o cueva que había servido de aljibe romano, contrastaba así con el esplendor barroco de la capilla del Rosario donde se instalan unas pinturas encargadas al propio Goya.