La Cofradía Gastronómica del Salmorejo Cordobés quiere conseguir el reconocimiento mundial del plato más popular de la ciudad,
El salmorejo cordobés, un plato que el 64% de los cordobeses considera como el más típico de su tierra, aspira a ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, en una iniciativa de la Cofradía Gastronómica del Salmorejo Cordobés que trata de igualar el reconocimiento que ya tiene la pizza napolitana, que recibió esta mención de la Unesco en 2017.
Rafael Moreno Rojas, catedrático de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba y director de su Cátedra de Gastronomía de Andalucía, para quien «es muy curioso que en los establecimientos de restauración de Córdoba casi siempre se omite el apellido cordobés, tanto al salmorejo como al rabo de toro y al flamenquín».
El arqueograstrónomo Alejandro Ibáñez Castro, que lleva años explorando la gastronomía desde su visión de arqueólogo, explica a EFE que «el salmorejo cordobés es una delicia gastronómica de carácter universal, un plato de fusión de culturas que une al ancestral moretum romano y mediterráneo, de donde toma su nombre, una suave mezcla de pan, ajo, sal y aceite de oliva virgen, las propiedades del tomate de allende los mares, convirtiéndolo en un potente plato vitaminado muy agradable de comer y con propiedades antioxidantes».
Su elaboración ortodoxa es manual, con mortero, concreta a EFE, con el tomate limpio «de sus pieles para que nos sea mucho más fácil de amargar, lo machacamos con la sal, se incorpora un poquito de aceite y un poco de pan, con lo que vamos consiguiendo la primera masa y, seguidamente, ponemos el tomate, que es más líquido, para que lo vaya uniendo todo, y terminamos incorporando nuestro oro líquido, que es el aceite de oliva virgen extra”.