El 28 de Marzo de 1.863 la bordadora Patrocinio López entrega a la Hermandad de la Soledad factura por el bordado del manto y la saya para la Virgen por un importe de 28.481 reales de vellón y 29 maravedíes, terminándose de pagar el 29 de julio de 1.865, según consta en recibo entregado por la citad abordadora a Don Diego Almeida.
Patrocinio López, una de las grandes bordadoras sevillanas, trabajó durante sus primeros veinte años de carrera profesional para la hermandad de Pasión, de 1852 a 1872, para cuya dolorosa hizo una saya en 1850 que la convirtió en la bordadora más cotizada y contratada, que culminó como el manto realizado en 1864 para la misma Virgen. También bordó para la hermandad del Silencio, Montserrat y las Penas de San Vicente.
Coetánea de esta bordadora fue Eloísa Ribera, conocida por su manto y palio de la Macarena, bordó entre 1889 y 1892 un palio y manto para la Virgen de la Lágrimas de Jesús Nazareno, y un gran manto, que aparece documentado a partir de las fotos de la colección Azpiazu, y la de Antonio Deza en el Mandato frente a la facha del Palacio Ducal. Este palio se enriqueció y reformó y junto con el manto se vendió en 1962 a la Hermandad de la Amargura de Constantina por 25.000 pesetas.
En 1963 la hermandad compra por 80.000 pesetas a San Esteban de Sevilla las bambalinas que había realizado Guillermo Carrasquilla en 1949 y que Elena Caro reformó y pasó a nuevo terciopelo en 1980-84.
El primer palio que tuvo la Virgen de las Lágrimas era de plata y tenía unas letras en plata, y de ahí evoluciona a otro realizado por el platero Olavide en 1862 tal y como publica Juan Rafael Lora en el anuario de Jesús Nazareno 2019.