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Joyas y secretos de los conventos de Arahal que no debes perderte

En el corazón de Arahal, el Convento de San Roque cumple cuatro siglos de existencia 1624-2024.  En sus inicios, la ermita era una pequeña construcción de arquitectura sencilla, en la que destacaba la primitiva imagen de San Roque, de estilo borgoñón, que aún se venera en el altar mayor.

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Situada junto a la Vereda de Sevilla, la ermita era punto de paso obligado para viajeros que, antes de emprender el camino, se encomendaban al santo pidiendo protección y salud. 

Fundación del Convento Franciscano

El 3 de mayo de 1624, por iniciativa de Don Juan Téllez Girón y Enríquez de Rivera, octavo Conde de Ureña, se fundó el Convento de San Roque para albergar a la comunidad de los Franciscanos Descalzos. Fray Juan de Prado fue el encargado de tomar posesión de la ermita que pronto  se convirtió en templo barroco en 1680.

Un centro de saber y devoción

Durante los siglos XVII y XVIII, el Convento de San Roque fue un referente en la enseñanza de la teología moral y las artes. Entre sus figuras destacadas se encontraba el beato Fray Juan de Prado, que marchó a Marruecos para refundar una misión franciscana, donde fue martirizado en 1631. Su cruz pectoral, custodiada en el convento, se convirtió en objeto de devoción popular. Juan Leonardo Malom Manrique, donó valiosos ejemplares para la biblioteca conventual, uno de los cuales se conserva en la Universidad de Sevilla. 

Declive y supervivencia tras la Desamortización

El siglo XIX con la ocupación francesa, durante la cual el convento fue utilizado como cuartel. Con la Desamortización de Mendizábal en 1835, los frailes fueron exclaustrados y el edificio pasó a ser de propiedad municipal pero el culto en la iglesia continuó, y en 1880 la Hermandad del Santo Entierro trasladó su sede al templo, asegurando su preservación.

Durante el siglo XX, el antiguo convento albergó la Guardia Civil y el Colegio San Roque, y la iglesia custodiaba la venerada imagen de la Virgen de los Dolores que se salvó milagrosamente durante la Guerra Civil gracias a la valentía de los devotos que la ocultaron hasta 1937. 

San Roque de Benito de Hita y Castillo. Arahal. 

Patrimonio y legado artístico

Destacan el retablo barroco del altar mayor, atribuido a Tomás Guisado el Viejo, y el lienzo del Árbol de la Vida (1723). Entre las esculturas, sobresalen la de San Pedro de Alcántara, del círculo de La Roldana, y las tallas de San Roque y la Inmaculada Concepción, atribuidas a Benito de HIta y Castillo.

Convento de los Mínimos

Fundado el 12 de junio de 1546 por iniciativa de Juan Téllez-Girón, IV conde de Ureña, y su esposa María de la Cueva y Toledo, este convento fue entregado a la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula. La fundación se llevó a cabo en la ermita de San Sebastián. En los siglos XVII y XVIII, contanba con una cátedra de Artes que funcionó hasta la invasión francesa a comienzos del siglo XIX. Tras la desamortización de 1835, el convento fue exclaustrado y sus bienes secularizados.

Destaca el retablo mayor, encargado en 1621 al escultor Andrés de Ocampo, una pieza representativa del arte barroco andaluz. Aunque durante la Guerra Civil Española el patrimonio escultórico sufrió daños, conserva el retablo de la capilla de Nuestra Señora de la Consolación, de finales del siglo XVII. Tras la desamortización, la iglesia del antiguo convento se convirtió en la parroquia de Nuestra Señora de la Victoria.

Convento del Rosario

Fundado por Bartolomé de Reina Arias y su esposa Luisa de Ojeda, las obras finalizaron en 1608, para monjas Dominicas. . El retablo mayor, realizado en 1693 por el cordobés Cristóbal de Guadix, venera la imagen de Nuestra Señora del Rosario, una escultura del siglo XIV de gran valor artístico.

En junio de 2014, tras más de cuatro siglos de presencia en Arahal, las Madres Dominicas dejaron el convento. Desde entonces, el edificio es gestionado por la Orden de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, quienes continúan la labor religiosa y social en la comunidad.