El Carnaval de Marchena, con raíces que se hunden en siglos de historia, ha sido un reflejo vibrante de la cultura y la resistencia popular. Desde las antiguas mojigangas y representaciones teatrales en el Corral de Comedias durante el Siglo de Oro , hasta las bulliciosas calles de los años 20 y 30 del siglo XX, donde las murgas y las máscaras llenaban de alegría y sátira cada rincón, esta festividad ha sido una constante en la vida marchenera.
Sin embargo, el Carnaval no ha estado exento de persecuciones. Durante la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista, se emitieron órdenes explícitas para prohibir estas celebraciones . A pesar de ello, la creatividad y el espíritu festivo de los marcheneros encontraron formas de subsistir. Agrupaciones como Las Viejas Ricas continuaron sus actuaciones hasta bien entrada la década de 1940, desafiando las restricciones impuestas.
¿La Fiesta de los Locos una fiesta de origen romano?
La Fiesta de los Locos es una celebración de carácter popular que tiene sus raíces en tradiciones medievales europeas, aunque muchos estudiosos han señalado una posible conexión con festividades romanas como las Saturnales y las Lupercales.
Las Saturnales y las Lupercales: El antecedente romano
Saturnales (Siglo II a.C. – Siglo IV d.C.): Eran fiestas dedicadas a Saturno, en las que se invertía el orden social por unos días: los esclavos eran servidos por sus amos y la gente se entregaba a banquetes, disfraces y excesos. Se ha considerado un antecedente del carnaval y de otras festividades de inversión social.
Lupercales (Siglo IV a.C. – Siglo V d.C.): Celebradas en honor a Luperco, el dios de la fertilidad, incluían ritos de purificación y desorden controlado, donde jóvenes semidesnudos corrían por las calles golpeando con tiras de piel de cabra a las mujeres para asegurar su fertilidad.
Ambas festividades compartían elementos como el descontrol temporal, la inversión de roles y la sátira, lo que sugiere que podrían haber influido en la Fiesta de los Locos medieval.
La Fiesta de los Locos en la Edad Media
Desde el siglo XII hasta el XVI, la Fiesta de los Locos se celebraba en distintos puntos de Europa, especialmente en Francia, España y Alemania. Se realizaba en torno al 28 de diciembre (Día de los Santos Inocentes) o en la víspera de Año Nuevo y se caracterizaba por:
Elegir a un «Obispo de los Locos», una figura cómica que presidía la celebración. Procesiones irreverentes, donde clérigos y laicos intercambiaban roles en parodias de ceremonias religiosas. Burlas al poder y al clero, lo que generó la persecución de la festividad por parte de la Iglesia.
La Fiesta de los Locos tenía un carácter más medieval y cristiano, pero incorporaba elementos de festividades anteriores, lo que refuerza la hipótesis de una herencia romana indirecta.
En Andalucía, hay referencias a la Fiesta de los Locos en pueblos como Marchena, Gilena, Écija y La Luisiana. Documentos del siglo XVIII y XIX describen celebraciones en las que:
Los participantes se disfrazaban y asumían roles grotescos. Se burlaban de figuras de autoridad y se organizaban representaciones satíricas. Se producía un desenfreno controlado, que recordaba las antiguas festividades de inversión de roles.
En la actualidad, el legado del Carnaval de Marchena se mantiene vivo y en constante evolución. Un ejemplo destacado es la chirigota ‘Los Triana’, que ha llevado el nombre de la localidad al prestigioso Gran Teatro Falla de Cádiz. Bajo la dirección de Francisco Barrera, esta agrupación ha demostrado que, a pesar de las adversidades históricas, el espíritu carnavalesco de Marchena sigue resonando con fuerza en el presente.
Primera parada: La Plaza Ducal y las coplas centenarias
La Plaza Ducal fue durante décadas el centro neurálgico de las festividades carnavalescas. Allí se reunían los vecinos para escuchar coplas satíricas, muchas de ellas aún recordadas por las personas mayores del pueblo. Esperanza Romero Carmona, quien nació en 1930, recordó haber escuchado en esta plaza a la legendaria murga Las Viejas Ricas cantar en los años 40 murga mixta, formada por hombres y mujeres, usaba el humor para retratar la vida cotidiana de Marchena. Una de sus características era la estructura dialogada de sus letras: las mujeres cantaban desde los balcones y los hombres respondían desde los patios .
Segunda Parada: El Palacio Ducal y los carnavales de la nobleza
Desde el siglo XVI, los Duques de Arcos organizaban suntuosas fiestas de carnaval en el Palacio Ducal, donde se combinaban los bailes de máscaras con representaciones teatrales y espectáculos de comedia .
Tercera parada: Comedias y mojigangas
Los documentos históricos revelan que en Marchena existió un Corral de Comedias, mencionado en los callejeros desde 1644. Aquí se celebraban las mojigangas, representaciones teatrales cómicas y grotescas propias del carnaval .
Cuarta parada: Calles de las máscaras y persecuciones
En los años 20 y 30, las calles de Marchena se llenaban de máscaras y disfraces. Estas máscaras, similares a las actuales de Fuentes de Andalucía, cubrían completamente el rostro de los participantes, quienes se dedicaban a jugar con los transeúntes preguntándoles: «Adiós, ¿que no me conoces?» .
Pero la Guerra Civil lo cambió todo. En 1937, el régimeta prohibió el carnaval en toda España y en Marchena comenzó la persecución de quienes intentaban mantener la fiesta .
Quinta parada: El carnaval como memoria del pasado
El Carnaval como Testigo de la Actualidad: La Copla de Esperanza Romero y el Año del Aeroplano en Marchena
El Carnaval ha sido siempre el reflejo más fiel de la realidad social, política y cultural de su tiempo. En Marchena, las coplas de carnaval han servido como crónica de los acontecimientos más llamativos, y un ejemplo fascinante de ello es la copla que Esperanza Romero aún recuerda sobre el año en que el primer aeroplano aterrizó en la Feria de Marchena, en 1911.
La copla que narró la llegada del aeroplano
A principios del siglo XX, la aviación era un fenómeno revolucionario que despertaba una enorme fascinación en todo el mundo. En 1911, un aeroplano llegó a Marchena como parte de un espectáculo durante la Feria, atrayendo a más de 30.000 personas, en lo que se considera la mayor concentración de gente en la historia del pueblo en aquella época .
Este suceso fue tan impactante que quedó inmortalizado en una copla de carnaval, que según los recuerdos de Esperanza Romero, se cantaba en la Plaza Ducal décadas después:
**»Niña el aeroplano ha aterrizado
y era digno de ver.
En La Haza del Descanso
se divirtieron todos con su francés.
Todas metiditas en barro,
hasta el cascarrio se llenaba también,
y una joven que allí había,
se ha llenado hasta el mismo francés.
Y el novio que estaba al lado
se aceleró con apuro,
porque se le había mojado
el callejón donde metía el puro.»**
Contexto histórico del suceso
En septiembre de 1911, el Ayuntamiento de Marchena organizó una exhibición aérea en la feria local. Originalmente, el espectáculo iba a ser protagonizado por el piloto Georges Le Forestier, pero su muerte en un accidente en Huelva el día anterior obligó a contratar a otro aviador, Serviés, quien finalmente llevó a cabo el vuelo .
El evento tuvo lugar en La Haza del Descanso, un paraje cercano a la carretera de Paradas, frente a la actual estación eléctrica. Miles de personas se reunieron para ver la hazaña, en un ambiente de fiesta y expectación. Sin embargo, la emoción y la multitud hicieron que algunos terminaran enlodados y empapados, lo que dio pie a la creación de la copla satírica.
El Carnaval como memoria viva
El hecho de que esta copla haya perdurado en la memoria oral demuestra el papel del carnaval como testigo de la actualidad. No solo se cantaban críticas políticas o sátiras sociales, sino que también se documentaban los grandes acontecimientos del pueblo, convirtiéndolos en leyendas populares.