En 1784 Joaquín Riquelme en nombre del regimiento y la villa de Paradas acudió al rey Carlos IV pidiendo la segregación del término de Paradas de Marchena.
SABER MAS: La segregación de la villa de Paradas del término de Marchena
Ya en 1781 entonces los vecinos de Paradas habían pagado 8000 ducados, tras la concesión del privilegio de villazgo a Paradas separándose de Marchena «a que había estado sujeta» por lo que había sufrido «considerabilísimos perjuicios».
Durante décadas Marchena había estado dilatando el proceso judicial de segregación del término y amojonamiento de Paradas.
Los paradeños pedían sus propias tierras en función del número de habitantes, sacado del de Marchena que tenía «cinco millones de varas de terreno» es decier 56.200 fanegas, por lo que a Paradas correspondía 13.680 que antes formaban parte del término de Marchena.
300 años de pleitos entre Marchena y Paradas
La falta de tierras de Paradas dio lugar durante siglos a muertes, pleitos y enfrentamientos. En 1516 Marchena pide a la Reina que se procese a varios cargos municipales de Paradas que ordenaron apresar al criado del Alcalde de la Mesta de Marchena en Carpía «por haberlo hecho en jurisdicción extraña». En 1525 ambos pueblos se enfrentan por la cobranza de los diezmos. Para evitar los numerosos conflictos el Duque concede una concordia aprobando un término a Paradas del tamaño del casco urbano en 1555.
En 1570 de Felipe II prohibe, a petición del Duque que los vecinos de Paradas, Morón, Arahal y Puebla de Cazalla entren a cortar leña, pastar ni cazar en el Monte Palacio por ser propiedad del duque y estar en suelo de Marchena. Ya entonces el Duque inició un pleito contra los vecinos de Paradas.
En abril de 1745 un pregonero leyó esta norma en las principales calles y plazas de todos los pueblos de la comarca. En 1753 dos paradeños Bartolomé Lucenilla y Miguel Bascón denuncian al Alcalde de Marchena, Alfonso de Nava, porque su ganado estaba comiéndose su sembrado en el Palomar y se declaran competentes para juzgarlo en la villa de Paradas.
El Alcalde de Marchena lleva el caso a la Chancillería de Granada o tribunal supremo de la época que delcara que pese a estar en El Palomar, el caso compete a la justicia de Marchena, según lo dispuesto en la concordia de 1555. Es decir echaba por tierra lo que acostumbraban a hacer los vecinos de Paradas y recordaba que Paradas no tenía término municipal por lo que no tenían derecho a quejarse.
Por este motivo Paradas pidió al Rey tener un término propio y el privilegio de villa en 1763 a lo que Marchena se opone porque suponía perder tierras de su propiedad. El Concejo de Marchena argumenta que «si se aumentara un pueblo (Paradas) decaerá el otro (Marchena)». Marchena presentó una serie de alegaciones y pletios legales en contra que solo hicieron retrasar la «independencia» de Paradas.
Montepalacio, Lugar sagrado.
Hasta mediados de los años 40, los vecinos de Paradas organizaban en Monte-Palacio una romería en honor de Nuestra Señora de los Remedios, siendo muy popular en Paradas y los pueblos vecinos. La imagen de la Virgen era trasladada desde Paradas. Desde 2005 se celebra en Paterna, cerca de El Palomar en el mes de agosto.
Con la llegada del nuevo término de Paradas Montepalacio que era la joya de la corona de los Duques en Marchena por ser el cazadero real, y el último gran bosque, pasa a ser término de Paradas.
Además de usar el lugar como cazadero de los duques, tenía un oratorio en Montepalacio donde se decían misas desde 1639 fecha en que lo visita Diego Angulo visitador del Arzobispado, autorizando su función «como oratorio capilla» en unas casas que tenía el Duque en Monte Palacio. Por entonces el oratorio ya tenía «cálices y ornamentos y más cosas para poderse celebrar «con toda quietud sin perturbar al sacerdote que dijere misa».
El origen de la villa de Paradas
Juan Ponce de León funda Paradas en 1460 dentro del término de Marchena. Don Juan, fundó la parroquia de San Eutropio y le puso ese nombre a su hijo después de salir victorioso en una batalla en La Rochela, Francia, cerca de Saintes, de donde el obispo Eutropio fue martirizado por los romanos.
A este santo Juan Ponce de León se encomendó en batalla y prometió fundar una iglesia y tener un hijo con el nombre del santo y así lo hizo, construyendo la parroquia de Paradas sobre unas ruinas romanas.
Muerto Don Juan, su hijo, Rorigo decide que las fiestas de San Eutropio que se hacían en Marchena y Paradas, solo se harían en Paradas y en Marchena las sustituye por las fiestas de la Inmaculada, porque según sus cronistas la Inmaculada se le había aparecido.
La parroquia de Paradas era filial de de San Juan de Marchena, como sucedía con el resto de las iglesias de Marchena. A efectos administrativos San Eutropio era una iglesia más de Marchena. Cada año el día de San Juan Bautista el Duque mandaba que se renovaran los cargos municipales de Paradas, como el alcalde, alguacill y jurados. Parte de las obras de arte de la parroquia de Paradas proceden de Marchena.