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Porqué 10.000 maravedíes salían cada año del Estado de Arcos para el convento Dominico de Jerez

INVESTIGACIÓN
Los vínculos entre la familia de los Ponce de León, Señores de Marchena y duques de Arcos, y la orden Dominica fueron más allá de la fundación del convento de Santo Domingo de Marchena, también patrocinaron con importantes fondos, al convento de Santo Domingo de Jerez, el primero y más importante que esta orden tenía en Andalucía según la documentación investigada y el convento de Rota de esta misma orden.
El pago de esta renta anual llegó hasta el siglo XVIII tal y como se recoge en esta carta entre el prior José Vázquez y la casa de Arcos.

Documentos del Fondo Osuna. Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional
Digitalización de microfilm de 35 mm

Santo Domingo de Marchena
Cada año, los frailes del convento de Santo Domingo de Jerez recibían 10.000 maravedíes de las rentas del Estado de Arcos, por voluntad de Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz. Se trataba de un dinero que el Marqués había donado a su hombre de confianza Pedro de Vera, Alcaide de Arcos y conquistador de Canarias, que inmediatamente fue entregado por Vera a los Dominicos de Jerez.
LAS TUMBAS DUCALES DE SANTO DOMINGO DE MARCHENA
El fundador de Santo Domingo de Marchena, que también pagaba fondos a los Dominicos de jerez, Rodrigo Ponce de León, I duque de Arcos firma en 1520  un acuerdo con el provincial de la Orden Dominica Fray Domingo de Melgarejo, por el que se obliga a la fábrica y fundación del convento de Marchena y a dotarlo para mantener 20 frailes, sobre los bienes y posesiones heredadas del clérigo Bartolomé Sánchez Bonilla. Dotó al convento con 808 maravedíes ante Juan Ruiz escribano de Marchena en el año de 1520.
El superior de los dominicos andaluces, y vicario Domingo de Baltanás aconsejó al I Duque de Arcos Rodrigo Ponce de León, quien tenía necesidad de un heredero que no llegaba, hacer un voto a San Pedro Mártir.
Si llegaba el hijo que esperaba prometió reconstruir el convento de Santo Dopmingo de Marchena, que estaba a las afueras del pueblo, en la Plaza Vieja, en un sitio céntrico y mantener 20 religiosos. Construyó entonces el convento de Santo Domingo en el centro de Marchena y allí mandó que se enterraran su familia y descendientes incluido el propio Rodrigo y su hijo Luis Cristóbal y sus esposas e hijos que eran varios miembros de la familia Téllez Girón. El templo también fue sede de la Inquisición. Además este convento fue padre del convento dominico de Rota.
Como Rodrigo murió sin ver terminado el convento dejó escrito que «Luis Cristobal mi hijo y a sus tutores tengan por bien y en todo descarguen mi anima porque así lo hagan con él, sus hijos cuando de esta vida hubiesen de partir» explica el fundador en su testamento.  «Y que de ella se edifique dicho monasterio por el referido Testamento y codilicio hecho en Rota» por el fundador, fallecido en 1530 mandando sepultarse en dicho convento él y sus tres mujeres y «todos sus inéditos sucesores y descendientes».
Muerto el Duque fundador, la persona encarga de levantar el convento fue Juan Arias de Saavedra, conde de Castellar, y tutor de Luis Cristóbal mientras fue menor de edad.
«Preocupado -a lo que se deja colegir- de otros negocios se olvidó de la fábrica del convento y del juro de los 230 maravedíes de renta de su dotación clamaba y reclamaba la parte del convento en la persona del Reverendo Padre Fray Domingo de Baltanás, confesor que había sido de Duque de Arcos don Rodrigo».
En 1535  aún no se habían iniciado las obras por lo que los frailes de la orden Dominica en Marchena decidieron presentar un recurso ante la Reina Isabel de Portugal, emperatriz y esposa de Carlos V que estaba financiando la construcción de los claustros de Santo Domingo de Jerez.
«Informada su majestad de la justicia de esta parte y de las grandísimas causas que movieron al señor Duque a la fundación del convento de San Pedro Mártir; la reina despachó una cédula real por la cual removiendo todo impedimento, manda que el referido Don Juan Arias de Saavedra gobernador del estado de Arcos prosiga y finalice la construcción del convento de San Pedro Mártir y pague a sus religiosos el juro de 288 maravedíes de renta anual que debía para su subsistencia y manutención de sus religiosos» tal y como expone Fray Manuel de Carrasquilla en su carta de 1743.
Mientras se consolidaba y construía el convento de Marchena, los herederos del Marqués de Cádiz, su nieto Rodrigo Ponce, y el hijo de éste Luis Cristóbal Ponce de León, ambos patrocinadores y enterrados en el convento de Santo Domingo de Marchena.   
El convento de Santo Domingo de Jerez
En 1264 las tropas de Alfonso X conquistan Jerez y entregan a los dominicos un ribat islámico frente a la puerta de Sevilla, para que fundasen allí su convento, del que se conserva portada original, con arco de herradura, siendo el convento de la orden más antiguos de Andalucía. Un año después se funda San Pablo de Córdoba. Conforme la comarca jerezana se iba pacificando e iban cayendo los pueblos de la Sierra de Cádiz, los conventos de la ciudad se iban enriqueciendo gracias a sus tierras.
La iglesia es de estilo gótico mudéjar, y los claustros, góticos. Llegó a tener más de trescientos frailes conviviendo a la vez entre sus muros. Su dormitorio Bajo fue realizado a partir de 1529 y con el patrocinio de la emperatriz Isabel de Portugal esposa de Carlos V.
Como las rentas que Pedro de Vera ganó por el asalto a Cardela acabaron en Jerez
Pedro de Vera Mendoza, nacido en Jerez en 1430, lideró la conquista de Gran Canaria entre 1478 y 1483. Mano derecha del Marqués de Cádiz, Señor de Marchena, murió en 1505 y fue enterrado en Santo Domingo de Jerez. Fue gobernador de Gran Canaria, alcaide de Jimena, Cádiz y Arcos, y regidor, es decir, concejal de Jerez.  Su hijo Francisco de Vera, es el padre de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador de La Florida y más tarde adelantado del Río de la Plata.
En 1470 fue nombrado alcaide de Arcos de la Frontera por Rodrigo Ponce de León; entre el año siguiente y 1474 participó en diversas campañas contra las tierras y bienes del duque de Medina Sidonia; en 1476 renunció la veinticuatría de Jerez en uno de sus hijos; finalmente, entre 1477 es elegido por los Reyes Católicos para la conquista de Gran Canarias junto con el también hombre de Rodrigo Ponce de León, capitán Pedro Fernández Cabrón.
La Villa de Cardela, un bastión musulmán crucial en la Sierra de Cádiz, fue reconquistada gracias a la astucia y el valor de Pedro de Vera. El propio Rodrigo Ponce de León atribuye el éxito de dicho operación militar a un ardid proporcionado por Pedro de Vera, quien lideró personalmente el asalto, resultando herido en el combate y derramando su sangre. Su liderazgo en la toma de la puerta de la villa permitió a las fuerzas cristianas penetrar y asegurar el enclave.
Cardela fue tomada por Rodrigo Ponce de León marqués de Cádiz y su hermano Manuel en octubre de 1472 con la ayuda del Alcalde de Arcos, Pedro de Vera intentando contrarrestar la toma de Jimena por parte del marqués de Medina Sidonia en 1470.
Cardela o Castillo de Fátima, ubicado en Ubrique pertenecía el cinturón de defensas de la Frontera militar oeste del Reino de Granada sufriendo asedios de tropas castellanas y granadinas. Durante el periodo andalusi formaba parte de la Sierra de Ronda que durante el periodo musulmán fue un reino independiente.
Rodrigo Ponce logró abrir brecha para la toma cristiana de la comarca con la toma de Zahara de la Sierra, la mejor fortificación de la zona en 1483, y Setenil al año siguiente. Poco después consigue la propiedad de las Siete Villas de la sierra gaditana que se incorporan al señorío de la Casa de Arcos en 1485. Tras la sublevación morisca de 1501 se inicia la repoblación cristiana en toda la comarca y surge el municipio de El Bosque de Benamahoma al amparo de un coto de caza de los Ponce de León.
Reconocimiento y Recompensa
Como reconocimiento a sus «buenos y señalados servicios», Rodrigo Ponce de León otorga a Pedro de Vera el 3 de octubre de 1472, un privilegio fechado en Jerez de la Frontera por el que a perpetuidad, se le pagarían a Pedro de Vera, diez mil maravdíes anuales procedentes de la renta del almoharifazgo de la Villa de Arcos, asegurando así un legado duradero para él y sus sucesores.

Documentos del Fondo Osuna. Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional
Digitalización de microfilm de 35 mm

«Vos Pedro de Vera, mi Alcaide de Arcos, (…) fuistes causa, porque yo tomase y ganase la villa de Cardela, que estaba en poder de los moros, enemigos de nuestra santa fe católica. Y me distes el ardid para cobrar dicha villa en el combate de la cual vos fuiste y fue derramada vuestra sangre en servicio y honor mío y tomaste en combate la puerta de la Villa y entrastes por allí a la villa. Por lo cual vos fago merced de 10.000 maravedíes de juro de heredad para vos y vuestros herederos y sucesores, (…) situados en la renta de la Almoharifazgo de la villa de Arcos»,  escribió Rodrigo Ponce de León en el documento Confirmación de Rodrigo Ponce de León, [I] duque de Arcos, favor del Monasterio de Santo Domingo de Jerez de la Frontera (cádiz), de la cesión que le hizo Pedro de Vera, alcaide de Arcos de la Frontera (Cádiz), de los maravedíes de juro sobre la renta de su almojarifazgo, que le donó el dicho marqués de Cádiz, por haber sido la causa de que él tomara la villa de Cardela.
Renuncia y Devoción
Pero el propio Pedro de Vera decidió ceder esta renta al Convento Dominico de Jerez, a cambio de asegurarse su enterramiento en un lugar preeminente de dicho edifico, siendo sepultado en la capilla mayor de la iglesia de dicho convento.
La cesión de sus rentas supuso la ratificación y aprobación de varias figuras notables, incluyendo al primer Duque de Arcos y Alguacil Mayor de Sevilla, Rodrigo Ponce de León y más tarde a su hijo Luis Cristóbal Ponce de León, bisnieto del Marqués de Cádiz y embajador de España en Flandes y Francia. Este último, en 1545, confirmó la continuidad de la provisión establecida, asegurando que el Convento de Santo Domingo de Jerez continuara recibiendo la renta anual de 10.000 maravedíes.
Ante el prior del monasterio se le dominicos de la ciudad de Jerez de la Frontera se firmó una carta de renuncia firmada  pot Pedro de Vera renunciando a favor de dicho monasterio de Santo Domingo de los diez mil maravedíes.
Rodrigo Ponce de León confirma «a vos el dicho monasterio y prior y frailes la dicha carta privilegio y la merced en ella contenida y quiero y mando que se cumpla y guarde y goceis de ella y hayáis y llevéis cada año de juro de heredad para siempre jamás de diez mil maravedíes».
Posteriormente el II Duque de Arcos, Luis Cristobal, hijo del nieto del Marqués de Cádiz,  confirma dicha renta para el convento de Jerez  «que han sido pagados de la dicha renta hasta fin del año pasado de 1538 y que el señor Conde de Cartagena mi tutor y gobernador del Estado de Arcos, hizo que le pagasen los diez mil reales del situado de las rentas de la jabonería de Jerez que son de mi hacienda».
«Desde 1539 hasta final del año 1541 y después se los pagaron por provisión del señor don Lorenzo Figueroa mi tío y curador hasta fin del 1544 de las jabonerías. Es mi voluntad como por la presente lo apruebo y ratifico, desde principio de este año de 1.545 en adelante continuéis déys e paguéis al padre prior y frailes  de Santo Domingo de Jerez» documento fechado en Marchena el doce de Septiembre de 1545, firmada por  Hernán Ramírez de Cartagena administrador de la Casa de Arcos.

Documento de confirmacion del convento de Jerez por Luis Cristobal Ponce de Leon

CONEXIÓN CON AMÉRICA

El convento dominico de Rota, que también fue fundado por la familia de los Ponce de León, era el que autorizaba a los frailes de su orden a viajar a las Indias. En 1539 el prior del monasterio dominico de Rota era vicario provincial de la provincia de Santa Cruz de Indias.

En 1541  la Casa de la Contratación autoriza a fray Bartolomé de las Casas, y un grupo de  dominicos a volver a América «no oponiéndose el prior del monasterio de Rota». En 1540 Francisco de San Miguel, prior del monasterio de Rota y siete frailes parten para La Española, de allí pasan a México y luego a Perú. (Fuente: Los dominicos en el contexto de la primera evangelización de México, 1526-1550. Escrito por Pedro Fernández Rodríguez).

Debido a la ingente emigración a América de los frailes la fundación dominica de Rota no cuajó y en 1550 el edificio dominico de Rota pasa a ser propiedad del convento dominico de Marchena que luego venden a la orden de la Merced según deciden la Casa de Arcos y la Orden Dominica.