Quique Sanz vive su paso por la Fundación Antonio Gala como una «oportunidad» en su carrera como pintor
José Antonio Suárez López
Para un pintor o escritor joven entrar en la Fundación Antonio Gala es igual a que te toque la lotería. Y Quique Sanz ha sido admitido por la Fundación Antonio Gala para el curso de jóvenes creadores 2018/2019.
Se trata de «una oportunidad bastante importante. Tuve que entregar un proyecto en marzo, explicando la idea de trabajo durante la residencia y un dossier de obras de mi trabajo hasta ahora y después he pasado unas entrevistas personales, donde yo explicaba mi idea sobre pintura y me han seleccionado».
Doce jóvenes talentos, seis pintores y seis escritores, entre ellos Quique Sanz vivirán durante un año en una casa palacio del centro de Córdoba, recibiendo alojamiento gratuito y conviviendo durante el curso con otros jóvenes artistas durante ocho meses de octubre a mayo.
«La Fundación solo se queda una obra, todo lo produzcamos en nuestra estancia allí es para nosotros y lo podemos ir moviendo por exposiciones y concursos».
Además la propia Fundación organiza durante el año exposiciones, conferencias y conciertos en su sede. Antonio Gala vive con los jóvenes en la propia Fundación durante una semana cada mes enriqueciéndose con la creatividad de los jóvenes artistas.
Precisamente la interrelación entre pintura, música y literatura, para el enriquecimiento mutuo es lo que da sentido a esta fundación y el motivo por el que el escritor Antonio Gala creó esta fundación en el antiguo convento del Corpus Cristi de Córdoba en 2011.
«Una vez a la semana hay una puesta en común de los trabajos que Gala definió como fecundación cruzada, y cada semana un creador expone su trabajo durante esa semana y los demás opinan y eso obliga a que te tengas que meter en el trabajo del otro» en una experiencia única en España.
Tras su paso por la Facultad de Bellas Artes en 2015 y por el Máster en Producción Artística Interdisciplinar en Málaga en 2017, el estilo de Quique Sanz destaca por un lenguaje propio, que ve de lo tradicional hacia lo contemporáneo. Como su colección de obras sobre Birrete que expuso en la barbería del Arco de la Rosa en 2016 partiendo de fotografías antiguas sobre el mundo rural. Ha participado en los concursos de pintura Paul Ricard, 2016 y concurso internacional Museo de Alcalá de Guadaira 2017 y en exposiciones como La Bañera Estudio de Sevilla, a inicios de 2018.
Introspectivo, analítico, profundo, Kike Sanz se nutre de la tradición clásica y a partir de ahí «sacar mis propias conclusiones, no me gusta encasillarme en un estilo porque aún estoy empezando y lo que quiero hacer es seguir aprendiendo e investigando la pintura». Su pintura más reciente después de terminar el máster de producción artística de Málaga muestra grisallas con dominante de color rojo y negro, escenas nocturnas con fuego. «Eso fue el trabajo de fin de máster y ahora he analizado la obra, he analizado fallos y aciertos y he iniciado una nueva línea de trabajo». «Creo que la pintura te hace ser así, tienes que ser tu tu propio critico y analizarte para ir avanzado».
Del maestro Antonio López aprendió la pintura realista del natural en un curso realizado en 2015. Estuvo una semana pintando el mismo bodegón y pudo reconocer al maestro como «un hombre muy activo, trabajador y bastante involucrado con los alumnos, humilde y cercana».
En 2017 realizó un curso de arte abstracto con Ignacio Estudillo en Granada. Ha participado recientemente en la exposición de jóvenes creadores de la sala Akasha, de Marchena donde el año pasado donó uno de sus cuadros dedicados al flamenco con motivo de la Fiesta de la Guitarra hoy en Sala Carreras.
Antonio Gala explica los objetivos de su fundación afirmando que pretende que «el paso por esta casa y impregne de tal forma el carácter de los jóvenes creadores que ellos mismos se reconozcan unos a otros en el futuro aunque no coincidieran en el antiguo convento del Corpus Christi, que tengan conciencia de haber compartido un mismo sueño sin siquiera haberse visto y que reconozcan su estancia en la Fundación Antonio Gala como un paso decisivo para cumplir su deseo de dedicarse para siempre a la creación».
La Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores en una institución privada sin ánimo de lucro declarada de interés general por el Estado interés general que aloja a jóvenes creadores gracias a la colaboración económica de algunas entidades privadas entre ellos Cajasur que mantiene un convenio de colaboración desde 2001.