Quienes eran los mejores gitanos flamencos de la Plaza Arriba
José Antonio Suárez López
En 1565 Loris Hoeffnagel realizó un grabado que muestra la ciudad de Marchena (Sevilla) y que fue incluido en un atlas. Es una de las imágenes de gitanos más antiguas que conocemos.
En ese grabado aparecen cuatro figuras: el padre, la madre, el mocito y el niño/a pequeño en los brazos de la mama.
Los hombres trabajan el hierro mientras la gitana amamanta. Se reconoce que son gitanos por las herramientas, los fuelles (esos fuelles han seguido siendo usados por los gitanos) y por la rodela que luce la gitana. Los gitanos vinieron a Marchena reclamados por los Duques como herreros y expertos en ganado equino en tiempos de la Guerra de Granada según algunos autores.
El Ayuntamiento de Marchena contrataba para la procesión del Corpus varios grupos de danzantes desde 1578 entre ellos, danzas de gitanos. Maestros de danzas gitanos eran Sebastián García, Beltrán Bustamante, Diego Salguero, Francisco Heredia, Baltasar de los Reyes, Alfonso Nicolás Montoya, y María Parla.
En 1617 el Santo Entierro era portado por clérigos escoltado en los flancos por los armaos de etnia gitana con lanzas y espadas. En la procesión de la Virgen de la Soledad de Septiembre iba acompaña con música de ministriles, una capilla musical y «danzas de gitanos».
TRADICIÓN FLAMENCA EN LOS SIGLOS XIX Y XX
Manuel Torre era uno de los asíduos a las fiestas flamencas que se hacían en la plaza en los años 20 cuando se celebraba allí alguna boda o salía bien algún trato o negocio. Además acudían la paradeña de origen trianero Ana Heredia. Cuando ella cantaba Manuel Torre se partía la camisa.
También sentía devoción por El Chindo que cantaba soleares de Joaquín El de la Paula pero con el sello de la Plaza Arriba. También acudía Pepe el de la Flamenca granadino asentado en Marchena.
Melchor de Marchena acompañaba las fiestas con sus toques. La Niña de los Peines venía muy a menudo a aprender de los cantes de La Gilica a la que alabó en muchas ocasiones. En esas fiestas se arrancaba a bailar Manuela Reyes hermana de La Gilica y Juanillero y El Cuacua remataban la faena por saetas a Jesús Nazareno que hacía llorar a todos los presentes.
Los críticos flamencos Antonio Torres y Manuel Martín Martín han investigado en profundidad los secretos flamencos de la Plaza Arriba o Plaza Ducal de Marchena.
LA GILICA La saga flamenca se inicia en el XIX con La Gilica y su estirpe gitana. María del Carmen de los Reyes Torres, La Gilica (Ecija 1866-Marchena 1942), creó dos estilos de Soleá y se casó en Marchena con Juan Jiménez, tío de Melchor de Marchena. Nació en Marchena el 10 de diciembre de 1866, en el número 60 de la calle Quemada, cuya partida de nacimiento está registrada en la parroquia de San Miguel. Murió en Écija el año 1950. La Gilica inventó en el XIX dos estilos de soleares, considerados entre los Cantes de la Plaza Arriba que luego fueron difundidos por La Niña de las Peines, la Roezna, Meneses, Lebrijano y Antonio Mairena.
Sus hijos, los hermanos Jiménez de los Reyes fueron el Cuacua, los guitarristas Miguel de Marchena, Titi del Quico y María Engracia todos cantaores nacidos en la Plaza Ducal y que dieron origen de «el jaleíllo de la Plaza Arriba» cantado incluso por Antonio Mairena. En 2016 se cumplieron 150 años del nacimiento de La Gilica y por esta razón la Fiesta de la Guitarra se dedicó a su memoria.
LA JOSEFITA La Josefita era el apodo de Mª Josefa Torres Jiménez, hermana de El Babel y cuñada de La Gilica, más conocida por ser la madre del guitarrista Melchor de Marchena, y transmisora de los cantes antiguos de la Plaza Arriba a una nueva generación.
JUANILLERO DE MARCHENA Juan de los Reyes Torres, Juanillero de Marchena, hermano de La Gilica fue un excelente cantaor aunque no muy conocido entre el público. Creó un remate del cante por soleá que sigue utilizándose en la actualidad aunque muchos de los aficionados al flamenco desconocen éste dato. Junto con su hermana, es otro de los pilares básicos del cante marchenero de la Plaza Arriba.
FRASCO CHELES Frasco Cheles es el seudónimo de Francisco Cruz Vargas, nacido en Marchena, vivía en Paradas desde finales del siglo XIX. Se dedicaba a esquilar ganado y se casó con Trinidad Torres Jiménez hermana de la madre de Melchor de Marchena. Tenía una cuadrilla de esquiladores de Marchena y Paradas que trabajaban en los alrededores de la Plaza y en toda la comarca.
EL TITI El Titi es el sobrenombre de Manuel Jiménez Reyes nacido en Marchena, principios siglo XX. Hijo de La Gilica y Manuel El Babel. Guitarrista y bailaor. Desarrolló su faceta artística durante los años cuarenta, principalmente por las zonas del Campo de Gibraltar y Málaga. Daba clases de guitarra a los hermanos De Lucía, Manuel Molina y otros.
EL RUBIO DE LOS TEJERINGOS
El Rubio de los Tejeringos es el apodo de José Torres Vargas nació en Marchena en 1888, familiar de La Gilica y Melchor, churrero afincado en Paradas donde conoció al crítico flamenco Antonio Bascón Torres. Casado con con Pilar Torres Jiménez. Su hijo, Juan Torres Torres, fue uno de los fundadores de La Peña Flamenca de Paradas.
EL CUACUA El Cuacua es el nombre artístico de Juan Jiménez de los Reyes, nacido en Marchena en 1904. Era hijo de La Gilica y está considerado como el mejor y más puro cantaor de la Plaza Arriba marchenera.
EL CHINDO Apodo de Juan Jiménez Jiménez, primer marido de La Gilica. Chindo, que en caló quiere decir ciego, también fue el apodo de su hermano José María y su sobrino Manuel Jiménez. Este último fue célebre cantaor de la Plaza de Arriba que solía cantar en fiestas privadas con Tomás Pavón y que, según Antonio Mairena, destacó por soleares.