Ayer se inauguró en Santo Domingo «RENOVATIO», una exposición de arte contemporáneo que explora la percepción artística en torno a Marchena y su Patrona, Virgen del Rosario en el antiguo claustro del convento de San Pedro Mártir, organizada por la Hermandad del Cristo de San Pedro.
La exposición será del viernes 17 al 1 de Diciembre y podrá visitarse de Lunes a Viernes, de 6 a 8 p.m. Sábado y Domingo, de 11 a 13,30 y de 18 a 20 horas p.m en el claustro de la Hermandad.
Esta muestra contará con la participación de destacados artistas del panorama sevillano y andaluz. Entre ellos, Francisco Rovira del «Taller Daroal», licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y Sevilla, cuyo extenso currículum incluye desde la fotografía hasta la escultura contemporánea. Rovira, junto con David Romero, han marcado huella en el arte sacro hispano, fusionando influencias del Surrealismo, el Art Nouveau y el Arte Pop.
Otro nombre a destacar es José María Pedernal Álvarez, sevillano licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y actualmente profesor de Dibujo. César Ramírez Martínez, con una formación pictórica impresionante, es otro de los artistas que se sumarán al evento. Asimismo, se incluyen a talentos como José Miguel González Morales, reconocido por su marca «MORAGLEZ», y el valenciano Perez Indiano, académico de Mérito de la Academia Bonifaciana del Vaticano y referente en la pintura taurina.
Artistas locales como Marco Antonio, de Marchena, y Nuria Barrera, nacida en Carmona, también estarán presentes con sus piezas. Barrera, por su parte, es conocida por su magistral uso del color azul y el manejo de la luz en sus obras.
Jaime J. Sánchez García, diseñador gráfico e ilustrador de Jerez, y Manuela Osuna Torres-Ternero, de Marchena, traerán a la exposición su visión contemporánea y fresca. Mientras, Javier Jiménez Sánchez-Dalp destaca por sus retratos realizados a bolígrafo, y el dúo compuesto por Luciano Galán y Daniel Maldonado mostrarán su fusión de técnicas aprendidas en las escuelas de arte y en sus viajes por Europa.
Antonio Martines Pacheco de San Fernando (Cádiz) en 1985, licenciado en Bellas Artes en la Universidad Sevilla las especialidades de Pintura (2010)y Conservación y Restauración del Patrimonio artístico (2015). Ha participado en exposiciones colectivas en Sevilla, Alcalá de Guadaira y Lebrija.
ACTOS DEL TERCER CENTENARIO DE LA PATRONA
El 23 de diciembre marca el inicio de la exposición «¡Viva María! ¡Viva el Rosario! Historia y devoción del Rosario en Marchena». Esta exposición, que se extenderá hasta el 5 de enero, promete llevar a los visitantes en un viaje a través del tiempo, mostrando el origen y evolución de la devoción del Rosario en Marchena, resaltado por el vasto patrimonio que se conserva en la localidad.
También habrá un ciclo de conferencias sobre la devoción del Rosario en la provincia y en Marchena. El 16 de Diciembre concierto de campanilleros donde sonarán las recuperadas coplas del Rosario de Marchena con coros como La Jumoza, los Auroros de Priego, entre otros.
Finalmente, del 19 de enero al 4 de febrero de 2024, las calles de Marchena se iluminarán con la exposición fotográfica «¡Protectora!», específicamente en la calle San Pedro. Esta exposición busca capturar y mostrar el fervor y devoción de los marcheneros y marcheneras hacia la Virgen del Rosario.
Bruno Halcón ha elegido la técnica del Falso grabado para desarrollar un obra Inspirada en los exvotos, que narra la histórica relación del pueblo marchenero con su patrona, la Virgen del Rosario. Acompañada por dos altos faroles de cristal, la virgen se alza sobre el malen forma de sed mientras el pueblo, liberado de su sombra y el campo, florecido al fin por la lluvia tan esperada, crece y engalana el conjunto, quedando rematado en la parte superior por el escudo de la Villa, rodeado por un gran rosario.
La obra «Metamorfosis de la Silla» de Manuela Osuna Torres-Ternero aborda el tema del poder, tradición y devoción. Símbolo de autoridad, la silla de enea de madera de pino y un asiento trenzado de fibra vegetal, destacando por su simplicidad y belleza funcional.
Osuna Torres-Ternero conecta este objeto con la devoción a la Virgen del Rosario de Marchena, a través del acto de «petalá». La silla refleja los campos de trigo a través de hilos deshilachados que simulan pétalos, la artista evoca la espiritualidad y la gratitud. La artista describe su experiencia personal con estas sillas, que han marcado su vida y su entorno.
Marina Sánchez-Apellániz Bermúdez ha presentado un Linograbado a cinco tintas sobre papel Canson que representa a la procesion de la patrona de Marchena, de manera doble. Maria se despoja de su realeza y baja a caminar con su pueblo. Inspirado en la obra del pintor Rafael de Zabaleta “Procesión». Dibujo de 70×100 cm. y se encuentra en el Museo Quesada.
José Antonio León Redondo es una Terracota policromada con ojos de cristal y pestañas de pelo natural de 40 cm. Imagen de bulto redondo de la Virgen con el Niño realizada en terracota con cuerpo demaniquí y brazos articulados de madera, concebida para ser vestida.
Modelo de “theotókos” como forma de representar a la Virgen sedente y el niño en su regazo, símil de María como trono de Jesús, haciendo del mismo modo referencia a las pinturas de la Virgen del Rosario sedente que sostiene al niño en sus rodillas mientras nos entrega el rosario como guía y modelo de salvación para los cristianos. El modelo escogido para la representación de María con el título del Rosario ha sido tomado de la pintura del simpecao de Nuestra Señora del Rosario de Marchena.
Sanchez Dalp ha representado la belleza de la Virgen del Rosario coronada como Reina, con la técnica que más práctica, el dibujo con bolígrafo sobre papel y en color azul, en alusión al agua de aquellos manantiales que crecieron gracias a las copiosas lluvias que por su intersección cayeron en Marchena.
El ilustrador Jaime Sánchez elige una Ilustración digital que se divide en dos partes siendo la base, un collage de antiguos grabados de Nuestra Señora del Rosario, con la inscripción en latín de Reina del Santo Rosario.
La segunda parte de esta obra, es una superposición de un pergamino en diferentes tonalidades de rojo, color que representa a la rosa, flor que da nombre a la advocación, pues “rosario” es una corona de rosas que se ofrece a Nuestra Señora.
Sobre este fondo se muestra a Nuestra Señora del Rosario en una reducción de luces, tonos medios y oscuros en escala de grises, colores que evocan la antigüedad y que se complementan con las siluetas de los elementos característicos de Nuestra Señora del Rosario, como son: las coronas, el cetro, la bola del Niño Jesús como Redentor del Mundo, la media luna y los rosarios, además del resplandor y las estrellas que evocan simbólicamente a Santo Domingo, todos ellos están rellenados en textura de pan de oro, la cual previamente se ha digitalizado para la ocasión.