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Rodrigo Ponce de León y los judíos: Un capítulo olvidado en la Historia de España

Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz, conocido por su papel de estratega militar de los Reyes Católicos en la guerra de Granada tuvo una destacada relación con la comunidad judía revelando un capítulo fascinante, de los judíos sefarditas, aportando más luz sobre el papel de la nobleza en el contexto de la España del siglo XV.
El Marqués de Cádiz, figura clave en la Guerra de Granada, vivió en una época donde cristianos, musulmanes y judíos coexistían en una frágil armonía. Su vida y decisiones se entrelazaron con las de la comunidad judía, reflejando la complejidad de las relaciones interreligiosas de su tiempo.
LA EXPULSIÓN
«Escuchad ¡oh Cielos!, y sea permitido que se me escuche, Rey y Reina de España. Isaac Abravanel se dirige a vos; yo y mi familia somos descendientes directos del Rey David, verdadera sangre real; la misma del Mesías corre por mis venas. Es mi herencia, y yo lo proclamo en nombre del rey de Israel. En nombre de mi pueblo, el pueblo de Israel, los escogidos por Dios, declaro que son inocentes y sin culpa de todos los crímenes declarados en este abominable edicto» escribió Isaac Abravanel uno de los lideres judíos de España al conocer el edicto de expulsión.
Edicto de expulsión de los judios de España.
«Vuestras Mercedes verán que la nación se transformará en una nación de conquistadores que buscan oro y riquezas, viven por la espada y reinan y al mismo tiempo os convertiréis en una nación de iletrados, (…) En el curso del tiempo el nombre tan admirado de España se convertirá en un susurro ente las naciones. España, que siempre ha sido pobre e ignorante, España, la nación que mostró tanta promesa y que ha completado tan poco. Y entonces, algún día, España se preguntará a sí misma: ¿que ha sido de nosotros? ¿Por qué somos el hazmerreír entre las naciones?».
Isabel La Catolica.
El vínculo entre el Marqués de Cádiz e Isaac Abravanel, un destacado pensador y financiero judío, es particularmente revelador. Abravanel, enfrentando la desoladora perspectiva del Edicto de Expulsión, buscó la intervención de Señor de Marchena entre otros para abogar por la causa judía. Esta relación, aunque brevemente documentada, sugiere un grado de respeto y colaboración que desafía las narrativas convencionales de la época. El poderoso judío apeló a sus amigos: Seneor, el Cardenal Mendoza, el marqués de Cádiz, yel duque de Medinaceli.
Publicado en Granada el 30 de marzo de 1492 el Edicto de Expulsión general de los judíos, firmado por los Reyes Católicos los más poderosos judíos de la corte, como Isaac Abravanel dejaron oír sus ruegos ante los Monarcas y su entorno poderoso entre los que estuvo el Marqués de Cádiz.
Además de ser un erudito, Abravanel tuvo una carrera exitosa en el ámbito financiero y político. Sirvió en altos cargos en las cortes de Portugal, España y, más tarde, Nápoles. Fue conocido por su habilidad en asuntos financieros y diplomáticos, sirviendo como asesor y financiero de reyes.
ABRAVANEL PIDIÓ AYUDA AL MARQUÉS DE CÁDIZ
Entre las puertas que llamó Abravanel pidiendo  ayuda estaban Seneor, el Cardenal Mendoza, el marqués de Cádiz, el duque de Medinaceli tal y como el mismo dejó por escrito en su obra «Comentario a Reyes».
“Pedí a mis buenos amigos entre los que ven al Rey que intercedieran ante él a favor de mi pueblo, y algunos grandes se reunieron y decidieron dirigirse al rey con firmeza y determinación, urgiéndole a retirar los hostiles decretos y abandonar su plan de destruir a los judíos”—, pero todo fue inútil.  «El rey “cerró sus oídos semejante a una cobra muda, y no quiso cambiar de actitud por ninguna razón y la reina está a su lado para fortalecer su perverso pensamiento, persuadiéndole a llevar a cabo su obra de principio a fin”,
Abravanel no quiso bautizarse por lo que fue expulsado, y perdió gran parte de su fortuna aunque se le permitió sacar 2.000 ducados de oro y otras pertenencias, pese a que el decreto de expulsión impedía la salida de  oro, plata y moneda amonedada, embarcando en el puerto de Valencia el último día del mes de julio. Se trasladó primero a Nápoles y luego a Corfú y finalmente a Venecia, donde pasó sus últimos años.
Otros líderes judíos de la época como Abraham Seneor, de 80 años, el Rab y el Juez Mayor de las aljamas de Castilla, el arrendador real, el poderoso judío de la confianza de la reina Isabel se bautizó en el monasterio de Guadalupe el 15 de junio de aquel año, ante los Reyes Católicos, tomando desde entonces el nombre de Fernán Pérez Coronel. Abraham Seneor /  Ferrán Pérez Coronel muere en 1493, al poco tiempo de su conversión.
EL ESCANDALO DE DIEGO DE MARCHENA: LA RAIZ DE LA EXPULSION
Este hecho es significativo ya que los expertos creen que en la decisión de los Reyes Católicos para expulsar a los judíos influyó el caso del marchenero  Fray Diego de Marchena quemado en Guadalupe en 1485 por judaizar abiertamente dentro de la iglesia católica​.
Durante años Juana, hermana de Rodrigo Ponce de León, y esposa del señor de Teba medió sin conseguirlo ante Juan de Guzmán, el famoso corregidor de Fuenteobejuna,  que se negaba a liberar a la familia de Diego de Marchena, apresados en Teba cuando huían de la Marchena que era corte y Palacio de los Ponce a la Málaga musulmane para seguir viviendo como judíos tras las violentas revueltas antijudias de Córdiba de 1473.
Castillo de Teba.
JUANA PONCE DE  LEON, MEDIA ANTE LA FAMILIA DE DIEGO DE MARCHENA
En 1461 Juana Ponce de León trató de que la familia de Diego de Marchena, sus padres Luis González de Molina y su madre Marina González ambos judeo-conversos nacidos en Marchena, sus hermanas y sus cuñados, se confesasen o tomase los sacramentos, pero no lo consiguió; rechanzado convertirse al cristianismo y quedando cautivos por diez años, muriendo en prisión su padre y hermana.
Fray Diego manda cartas en 1481 pidiendo ayuda a los notables del reino y a su propia familia, veinte parientes de Carmona, también judíos. La carta llegó a manos de los inquisidores de Sevilla, Fr. Juan de San Martín y Fr. Miguel de Morillo, que van Carmona a investigar, y la familia de Diego tiene que huir a Portugal para salvar la vida. Estos dos primeros Inquisidores de Sevilla pdiieron el mismo año a Rodrigo Ponce de León que dejara de acoger judios y conversos en sus tierras.
DIEZ AÑOS DE CAUTIVERIO
Ese mismo año los conversos de Sevilla estaban huyendo de la ciudad ante la llegada de los primeros Inquisidores. Fray Diego de Marchena era un fraile de  San Jerónimo de Sevilla.
Tras diez años de cautiverio rescató a la parte de su familia, que aún no había muerto y los llevó al monasterio de Guadalupe, enterrando a su padre en el cementeriode los frailes, lo que causó tal escándalo en el monasterio que dio origen a la primera gran causa contra los conversos en Guadalupe.
Los herejes de Guadalupe pagaron multas que ascendieron a 50.000 pesetas -2,7 millones de maravedíes- con las que se construyó la hospedería para la visita de los Reyes Católicos. La obra fue comenzada en 1487 por el maestro Juan Guas, quien también trabajó para los Ponce de León en Marchena añadiendo los salvajes a la Puerta de Marchena y terminada en 1492.

EL PROBLEMA DEL CLERO CONVERSO
Tras la expulsión, y la incesante actividad inquisitorial el problema del clero converso, se acentuaría en el siglo XVI y XVII con nuevas oleadas de conversos que procedentes de Portugal se vuelven a instalar en Castilla.
EL CASO DEL CURA DE SAN MIGUEL DE MARCHENA
La guerra a muerte entre el sacerdote Francisco García en 1525 y los demás miembros del clero local entre acusaciones mutuas de judaísmo ante la llegada de los dominicos, en relación a la iglesia, entonces ermita de San Miguel donde vivía muestra a las claras cual era elambiente que la cuestión judía provocaba en el seno de la iglesia. garcia acusava a sus colegas de judaismo y se presentaba a si mismo como martillo de herejes.
¡Ojalá viniesen pronto a Marchena los frailes predicadores!, observó irónicamente García al comentar ese ofrecimiento al duque, pues con su llegada se establecería el tribunal del Santo Oficio, empezarían a arder los huesos de los conversos enterrados en el cementerio (cristiano, por supuesto) y colgarían en la iglesia los sambenitos de los penitenciados.
Con gran dolor me quexo a Dios d’estos que tan mal me quieren sin tener razón para ello. Querría que paresçiéssemos delante V. S. y dixessen la quexa que tienen de mí y por qué me quieren tan mal, pues que yo les quiero bien. ¡Pluguiera a Dios que los frayres açeptaran su Ruego! Que pudiera ser que algún tiempo vieran en esta yglesia colgados los pellejos de las zorras sus parientes, que demoliuntur vineas[4], porque, yendo allí la Orden de los predicadores, a quien la Sancta Inquisiçión fue dada, lo primero que hizieran fuera desenterrar los huessos confesunos que allí están enterrados y desterrar las hisopadas de agua que viene a echar vn sastre en este pago de tierra virgen sobre las sepulturas de sus antepassados.

EL CASO DE FRAY LUIS DE LEÓN
El 14 de julio de 1573 declara contra el poeta agustino Fray Luis Ponce de León Valera, ante la Inquisición el padre Agustín de León de 32 años natural de Marchena, Sevilla, abad de San Saturnino de Medina del Campo, profesor del monasterio de la Retuerta, maestro de arte y Teología.
El escritor converso Fray Luis de Leon se llamaba Fray Luis Ponce de León Valera, era de Belmonte,  hijo de Inés Varela y Lope Ponce de León, letrado de Corte, ambas ramas de conversos y la mayor parte de su vida vivieron entre Granada y Sevilla, sobrino de Francisco Ponce de Leon catedrático en Salamanca. La pedanía granadina de Puerto Lope que fue propiedad de la familia Ponce de León fue comprada por Lope de León, padre del poeta para fundar su propio mayorazgo, en 1559.
La familia del poeta sirvió en Belmonte a Juan Pacheco Marqués de Villena, y su hermano el Conde de Ureña Juan Tellez Girón, que funda la casa de los futuros Duques de Osuna.
Miguel hermano de fray Luis, fue concejal en Granada y procurador de la ciudad en las Cortes de Castilla de 1563 y en las de Córdoba en 1570. Su hermano Cristóbal, fue procurador de Granada en las mismas Cortes De Córdoba.
Agustin de León, fraile de Marchena relató ante la Inquisición que tres años antes siendo estudiante de Salamanca esperó a Fray Luis de León a la salida de su aula y una vez estuvieron solos le preguntó al poeta si era verdad que la Vulgata contiene muchos pasajes mal traducidos. Luis respondió que sí y que no es una opinión totalmente contraria a la doctrina del Concilio de Trento.
Fray Luis de León contravino las normas de la iglesia atreviéndose a traducir la biblia directamente del hebreo, siguiendo la enseñanza de la escuela humanista de Salamanca y Alcalá de Henares por lo que pasó cinco años en la cárcel antes de ser declarado inocente.
Los Inquisidores de Granada escribieron «La prisión de Fray Luis de León, que se hizo en Salamanca por el Santo Officio de Valladolid, ouiese sido por apartarse de la interpretación de la edición Vulgata aprouada por el Concilio de Trento y por seguir interpretaciones de Rabinos que judayzan.

LA CONJURA DE SEVILLA

Los cargos póblicos y la riqueza de los Ponce de León, segunda mayor fortuna de Sevilla, tras los Guzmán, les hizo ser protagonistas de los más importantes hechos de su tiempo, y si Pedro Ponce de León Señor de Marchena, que funda Paradas, repuebla Chipiona y compra Los Palacios era Alguacil Mayor de la ciudad durante el pogrom de 1390, en un contexto de epidemias de peste y luchas nobiliarias sevillanas en la que los conversos serían protegidos de forma preferente por los Guzmán. Ferrán Martínez, Arcediano de Ecija que lanzó a las masas a destruir juderías de media España, ocupó el cargo de albacea testamenterio del Señor de Marchena en su lecho de muerte. 

Los conversos volvieron a pedir protección a las dos mayores casas nobiliarias de la ciudad Ponces y Guzmanes tras la llegada de la Inquisición a Sevilla en 1480, que acusa a una serie de miembros conversos del Cabildo municipal de conjurarse contra la Inquisición. 

La relación entre los miembros de la conjura de Sevilla en 1480 y los Ponce de León, Duques de Arcos, se menciona en el documento «Sevilla 1480: ¿una conjura conversa contra la Inquisición?» de Isabel Montes Romero-Camacho. Pedro Fernández Benadeva, uno de los conjurados, que fue elprimero en arder tenía relaciones familiares con diversas ramas de las dos grandes familias de la alta nobleza sevillana, los Guzmanes y los Ponce de León y su familia huyó a Marchena. Otro de los conjurados el veinticuatro Pedro de Jaén, 1471. estuvo casado con doña Inés Ponce de León, hija de Pedro de Pineda, otra de las familias que controlaban Sevilla para los Ponce. 

LA INQUISICIÓN ADVIERTE A RODRIGO PONCE DE LEÓN
En septiembre de 1480 los Reyes Católicos nombran a los dos primeros inquisidores, españoles por Bula de Sixto IV (1 de Nov de 1478) los dominicos Miguel de Morillo, luego primer Inquisidor General y Juan de San Martín que en Noviembre se instalan en el cstillo de San Jorge, Triana.
A finales de 1480 las hogueras de la Inquisción española comienzan a arder por vez primera en España, en la ciudad de Sevilla y poco despuésm el 2 de Enero de 1481 los dominicos inquisidores Miguel de Morillo y Juan de San Martín ordenan a Rodrigo Ponce de León Señor de Marchena que no acogiera en Marchena ni ninguna de sus otras villas a los judios conversos fugitivos bajo pena de excomunión, confiscarle dignidades y oficios, privación de señoríos y vasallajes «por amparador é incubridor de herejes» ejecutando penas civiles y criminales si en el futuro se repetía dicho hecho.
Andrés Bernáldez, cura de Los Palacios en sus “Memorias del Reinado de los Reyes Católicos”cuenta que «salieron de la cibdad muchas gentes de ellos; (judíos) especialmente, a la tierra del marqués de Cádiz. Vinieron más de ocho mil almas a Mairena e Marchena e los Palacios, e los mandó acoger e facer mucha honrra”. Es decir los judios abandonaron las tierras del Rey por tierras ducales donde el Duque ejercia la justicia independiente del Rey. Preciasamente por les advirtió la Inquisición.
Entre los huídos de Sevilla a Marchena figuraba Isabel Suárez, la mujer del quemado Benadeva y los Susán se repartieron por diversos señoríos: Juan Gómez de Susán y Pedro de Susán se retiraron a Marchena. Pero la mayoria de conversos de Sevilla huyeron a Sanlúcar de Barrameda.
LOS AMIGOS CONVERSOS DE RODRIGO PONCE DE LEÓN
MARCHENA
El criado y el contador del Duque, aparecen en el listado de conversos reconciliados en Marchena por la Inquisición en 1496 además de dos alcaldes de Marchena y Carmona además de un grupo de sastres y auxiliares. Ruí García reconciliado, criado del Marqués de Cádiz ya difunto, vecino de Marchena, pagó 5000 maravedíes para ser reconciliado. Igualmente se incluyen en ellistado Pedro López Pliego escribano reconciliado vecino de Marchena.
En 1490 el bachiller Luis Sánchez y Mateo de la Cuadra, vecinos de Sevilla, determinen el destino de los bienes de los criados del duque de Cádiz, que fueron condenados por herejes
Muerto Rodrigo Ponce en 1492, su descendiente Rodrigo  el I Duque de Arcos y su viuda, siguen teniendo pleitos con la justicia Sevillana, por el pago y cobro de rentas de herejes condenados, relacionados con la Casa de  Arcos.
El primer Duque de Arcos y su tutora Beatriz Pachecho se niegan a entregar el heredamiento, fortaleza, dehesas y tierras que fueron de Pedro Fernández Cansino, veinticuatro de Sevilla condenado por herejía. Está por ver si protegían a la familia o se quedaban ellos con parte de los bienes o las dos cosas.
En un documento de 1501 el I Duque de Arcos Rodrigo Ponce de León, y la tutora Beatriz Pacheco se oponen al cobro de rentas de herejes en el estado de Arcos. El cobro conlleva la identificación de los judeo conversos y su fijación en los listados.
Poco  después los Reyes Católicos  piden a los responsables del Estado de Arcos que no obstaculice la labor de la Inquisición.
LOS BARRERA, UNA FAMILIA CONVERSA DE MARCHENA
En 1533 Pedro de la Barrera, era secretario del duque de Arcos, procedente de una familia conversa. Sin embargo en una probanza de limpieza de sangre de 1574 se muestran matices al respecto. De la familia de Juana de la Barrera, de Paradas dice un testigo que «ay dos linajes de Barreras, los unos cristianos viejos y los otros confessos, e que el linaje de que la dicha Juana de la Barrera procede es de el bv». Otro vecino de Marchena dice que: «son tres linajes de Barrera en esta villa: el uno es de confessos, el otro de moriscos y el otro de christianos viejos», perteneciendo Juana de la Barrera al «buen linaje de los christianos viejos, linaje muy conoscido en esta villa».
Alonso de la Barrera hijo de Pedro de Sevilla, condenado por judío, aparecen en la lista de los reconciliados por la Inquisición en Marchena en 1495 y pagó 2.500 mrs a cambio de seguir viviendo.
Castillo construido por los Ponce de Leon en Cádiz.
TOLEDO
En 1486 Rodrigo Ponce de León ordena desde Marchena que de todos los grupos de esclavos judíos que capturaban con sus barcos en el estrecho «vno dellos, que sea bueno e mançebo, por el mejor preçio que pudiéredes. E lo déys a mi pariente, espeçial amigo, señor mosén Diego de Valera».
Diego de Valera, (1412-1488)  era diplomático del Rey Juan II en varios puntos de Europa y en 1429 doncel del príncipe don Enrique se estableció en El Puerto de Santa María y desde 1477 pertenecía al Consejo de los Reyes Católicos. Escribió una Crónica a los Reyes Católicos.

Diego de Valera y Juan Pacheco, suegro de Rodrigo, se conocían desde una edad muy temprana. Ambos coinciden en la corte de Juan II siendo adolescentes, donde prestan asistencia a la corona.
Obra de Diego de Valera.
El conocimiento y la disciplina médica que se transmitía de padres a hijos continuó siendo herencia cultural de los judíos, pero al convertirse al cristianismo Alfonso Chirino, padre de Diego de Valera y  judeo converso toledano, pudo entrar en la Universidad, y llegó a ser médico de Juan II (1406-1454)  profesor de medicina, físico de la corte, alcalde y examinador mayor de los físicos y cirujanos de los reinos de Castilla y señoríos y autor de varias obras de medicina– Espejo de medicina– su Testamento y «Menor daño de la medicina» basado esencialmente en plantas medicinales impreso por primera vez en Toledo en 1505 y reimpreso trece veces en el siglo XVI siendo la última en Sevilla en 1551.
CÁDIZ
Entre los judíos que prestaban servicios a Rodrigo Ponce de León en Cádiz, destacaba la familia Chirino. Durante el mandato del Señor de Marchena comerciantes judíos y genoveses ganan peso específico en el gobierno de la ciudad y  aparecen como prestamistas de los Ponce en Marchena.
Los corsarios y piratas al servicio de Rodrigo Ponce de León fueron muy activos a finales del XV mientras las ciudad de Cádiz fue parte del Estado de Arcos, 1467 – 1493. por ser  la ciudad un importante mercados de esclavos. Entre ellos estaban Alfonso Chirino, que se dedicaba a comprar esclavos judíos hechos preso en los dominios del Duque de Cádiz, en el Estrecho de Gibraltar. Los Chirino de origen judío tenía presencia en Cádiz antes de 1467, ocupando cargos importantes en la ciudad.
En 1485 el arrendamiento de las rentas mayores de Cádiz estaba controlado por cinco genoveses (Jácomo Sopranis, Mateo Viña, Tomás Sauli, Juan Vivaldo y Francisco Adorno) por orden directa de Don Rodrigo y un judío Mosé Abén Semerro, prestamista del Duque.
En viernes,  2 de Diciembre de 1485 «vino Alfonso Cheryno» ayudado por Antón Bernal, judeo-converso, «con sus carabelas , que andavan de armada en el Estrecho, y traxo 30 moros dellos feridos y dos moras con dos niños e vna niña, e ocho cabeças de judíos e judías, grandes e pequeños, que son todos 153 cabeças; e çinquenta e çinco madexas de seda». «Y la de Antón Bernal ovo 36 cabeças de moros e moras e judíos e 158 madexas de seda» se lee en las cuentas de Cádiz.
Algunos miembros notables de la familia incluyen a Alfonso Cherino, quien fue criado de Rodrigo Ponce de León y se dedicó a negocios en Andalucía y Toledo. Diego Cherino fue nombrado arcediano de Ronda por Diego Ponce de León. Fernando Cherino tuvo un papel como oficial real encargado del abastecimiento del ejército de los Reyes Católicos en Cádiz, y Cristóbal Cherino fue enviado a la corte para tratar asuntos comerciales con Berbería​.
De toda esta venta el Señor de Marchena se quedaba con una parte y entregaba otra parte a sus capitanes.
PEDRO FERNÁNDEZ CABRÓN TRANSPORTÓ JUDIOS AL NORTE DE AFRICA TRAS LA EXPULSIÓN
Cuando los judios expulsados en 1492 llegaban a Cadiz buscando cruzar el estrecho Pedro Cabrón se hizo famoso por su crueldad ya que les prometió que llevaría en su flota hasta Orán con todas sus riquezas pero los dejó abandonados a su suerte en Málaga y Cartagena, y les robo  las riquezas.
Pedro Hernández Cabrón comerciante, regidor de la ciudad, pirata y guerrero gaditano prestaba servicios a Rodrigo Ponce, comocrear una armada en Abril de 1486 «para ir a Salé (Marruecos), para mercar productos prohibidos por el Rey como pólvora y cáñamo».
En 1473 Cabrón, con Juan Sánchez de Cádiz, Alcalde del Castillo de Rota y Juan Suazo, Alcaide de la Isla de León, atacó la flota de los Guzmanes, castigado y perdonado cinco años después participa en la conquista de Canarias, junto a Pedro de Vera, mano derecha de Rodrigo Ponce. A partir de ahí empiezan a llegar esclavos guanches a Marchena y resto de Andaluccía.
UTRERA
La ausencia de descendencia legítima, obligó a la Casa de Arcos a casarse con la aristocracia judeoconversa como Beatriz Ponce de León que casa con el converso Pedro de Pineda, familia de confianza de los Ponce que controlaban para ellos la ciudad de Sevilla y sus nietos D. Juan y D. Rodrigo casan con hijas de otro converso Antonio González de Almonte y uno de sus biznietos, D. Juan Ponce de León, casa con los Portocarrero también conversos.