San Diego, el santo que pasó por la ermita de Santa Eulalia de Marchena
José Antonio Suárez López
El cuerpo ‘incorrupto’ de San Diego de Alcalá se expone cada 13 de noviembre en la Catedral de Alcalá de Henares.
San Diego dio nombre a la ciudad homónima de California, en Estados Unidos, después de pasar por Santa Eulalia de Marchena procedente de su San Nicolás del Puerto natal y poner rumbo a las Islas Canarias y luego Francia y Roma.
En San Nicolás del Puerto se celebra cada 13 de noviembre la festividad y romería de San Diego de Alcalá.
El talento de San Diego de Alcalá fue descubierto en Santa Eulalia de Marchena por uno de los fundadores del convento marchenero y que en el futuro sería conocido como unos de los apóstoles de Canarias: Fray Juan de Santorcaz que sería su maestro y mentor.
En Marchena San Diego hacía una vida simple y ascética trabajando el huerto y rezando como solían hacer los frailes de dicho convento. Diego también pedía limosna por los pueblos de Sevilla, Córdoba y Cádiz para dárselo a los pobres.
Los dos frailes de Santa Eulalia viajaron como evangelizadores al convento de Betancuria en Canarias en 1441 donde está enterrado Juan de Santorcaz en cuya tumba se encontraron algunos manuscritos del propio fraile junto a libros de filosofía de Ramón LLul.
San Diego era, según Jose de Vera y Clavijo, lego y guardián del convento de Betancuria hasta donde llegó cargando una pesada cruz nada más desembarcar procedente de Marchena. Diego volvió a Andalucía en 1449.
San Diego fue tan famoso que Lope de Vega le dedicó un soneto “La verde yedra al tronco asida”, y el drama “San Diego de Alcalá”. Tenía fama de curar a los enfermos después de muerto.
A su muerte los Reyes Catolicos recibieron como regalo el corazón de Santorcaz que luego Felipe II coloca en El Escorial como reliquia. También el cuerpo de San Diego acabó en El Escorial.
Felipe II, mandó llevar al Escorial sus restos después de que el príncipe Carlos, cayó por las escalreas del palacio en 1562 y se golpeó en la cabeza. Cuando el santo reposó junto al lecho del príncipe, este sanó. Este milagro motivó su rápida canonización.
El milagro más famoso es el de las rosas. Fray Diego robaba comida de los conventos donde pasaba para dárselos a los pobres, pero fue descubierto. El dijo que llevaba flores bajo la túnica, y al abrirla, así fue, llevaba un ramo de rosas. En Roma con motivo del año jubilar de 1450 se declaró una peste y él se dedicó a cuidar y curar enfermos. La orden franciscana llevó su nombre a California y México donde es muy venerado.