La custodia de Marchena, una joya de 2,5 millones de maravedíes (de 1586)
José Antonio Suárez López
La Custodia de Marchena es la obra maestra del platero cordobés Francisco de Alfaro (1548-1610) hecha entre 1575 y 1580 , una de las principales obras de la platería española.
A lo largo de su carrera, Francisco de Alfaro trabajó principalmente en Sevilla, donde estableció su taller y desarrolló su arte influenciado por las innovaciones intelectuales y estéticas de su tiempo. Además de sus obras maestras, también se destacó por su habilidad en la platería religiosa, creando piezas de gran valor artístico y litúrgico.
Francisco de Alfaro aprendió el oficio de platero principalmente de su tío, Cristóbal de Rojas y Sandoval. Esta relación familiar fue crucial para su desarrollo profesional y su establecimiento en el mundo de la platería. Cristóbal de Rojas y Sandoval, al principio de la carrera de Francisco, le brindó el apoyo y las conexiones necesarias, lo cual también facilitó su posterior vinculación con la familia noble de los Sandoval y Rojas (Universidad de Almería) (Wikipedia, la enciclopedia libre).
Además, Francisco de Alfaro continuó su aprendizaje y perfeccionamiento en Sevilla, una ciudad con una rica tradición en platería y donde se encontraba uno de los centros más importantes de este arte en la época.
Los franceses fueron verdaderos expoliadores de arte y llegaron a Marchena en 1812 con datos extraídos de la más famosa guia artística de la época obra de Juan Agustín Ceán Bermúdez, que cita como principales joyas artísticas de nuestra localidad la Custodia de Alfaro y la colección de pinturas de Francisco de Solís que estaban en el claustro de Santo Domingo, y que desde entonces desaparecieron, según explica Manuel Antonio Ramos en su obra sobre la ocupación francesa de Marchena.
La Custodia se libró de ser expoliada porque se ocultó. Sus piezas fueron desensambladas y repartidas en los domicilios particulares de vecinos del barrio con un documento por escrito.
Desde entonces cada vez que hay inestabilidad o peligro social, la custodia es retirada del culto o escondida y durante muchos años ha estado conservada tras la puerta blindada del museo de la parroquia.
Abre un modelo que el mismo autor usa para las custodias de Carmona y Ecija, copias de la de Marchena. Recoge todo el saber humanista y renacentista de la época con influencias de los principales maestros italianos.
Mercedes Valverde informa que Francisco Alfaro comenzó a ayudar a su padre desde muy joven. Firmó como testigo en una escritura de 1571 para comprar una tienda en la calle de la Platería de Córdoba. Concluyó y cobró las obras de su padre tras su muerte en 1573 y fue nombrado tutor de sus tres hermanos.
Desde 1572 Francisco de Alfaro trabajaba para la parroquial de San Juan Bautista de Marchena, donde realizó obras durante veinticinco arios, informa Pilar Nieva Soto en su publicación sobre las obras de Alfaro en Jerez. El 8 de noviembre de 1583, Francisco de Alfaro fue nombrado platero de la Catedral donde hizo el sagrario de la capilla mayor y era el orfebre más famoso de aquella época en Sevilla y España.
En 1599, Francisco de Alfaro dejó la platería para asumir el cargo de Tesorero episcopal de la diócesis de Toledo, un puesto que obtuvo gracias a sus conexiones con la familia noble de los Sandoval y Rojas. En 1606, se retiró de este cargo y se trasladó a Valladolid, donde vivió cómodamente hasta su muerte, gracias a las rentas de sus inversiones.
Francisco Alfaro otorgó carta de pago en 1586 ante Diego Sánchez, escribano público de la villa de Marchena, de 2.543.409 maravedís, que se le entregó por el importe de la Custodia de San Juan. Esa cifra de maravedíes en moneda corriente se traduce aproximadamente en 468.000 euros, -80 millones de pesetas- sin contar el valor artístico por ser una pieza única.
La Giralda como modelo del remate
Los expertos señalan que el remate del cuerpo superior de la Custodia de Marchena tiene como modelo el de la Giralda tomado porHernán Ruiz II de la linterna que Bramante hizo para el Vaticano tal como señalan Ravé y Manuel Varas Rivero.
Alfaro y Jerónimo Hernández tuvieron relación profesional en el trabajo de retablos importantes. Por eso se sabe que Alfaro aprendió de Hernández las últimas novedades del manierismo italiano y las influencias de Miguel Angel.