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Gremios, calles, hermandades, hospitales y cofradías

Las calles dedicadas a gremios en muchas ciudades tienen raíces históricas profundas. Durante la Edad Media y hasta el comienzo de la era industrial, los gremios eran organizaciones que agrupaban a artesanos y comerciantes con habilidades y oficios similares. Tenían un papel crucial en la regulación de la práctica comercial y del trabajo artesanal, además de servir como redes de apoyo social y económico para sus miembros.

El término «gremio» con este sentido específico de asociación de trabajadores de la misma actividad aparece por primera vez en Castilla en 1565, referido a la comunidad católica y en 1615 aplicado a los trabajadores de un mismo oficio.

Las calles a menudo se nombraban por los gremios dominantes en esa área, que marcaban el centro de actividad para ciertos oficios. Por ejemplo, si una calle estaba llena de sastres, podría ser conocida como «Calle de los Sastres».

LAS CALLES CON NOMBRES DE GREMIOS Y OFICIOS

En Marchena tenemos calles dedicadas a gremios artesanales desde antiguo como Mesones, Almona, (Mariana Pineda), Picadero, Conejero, Cantareros, Sastres o Boteros. También calles desaparecidas como del Moral, Molino del Viento, Pozos Dulces, Pescadería, Cintera, Harina, Cantarerías viejas, Hortelanos, Carreteros, Carnicerías, Calera Viuda, Fiel viejo, calle Comedias, etc.

 

En torno al comercio y venta de seda se establece una incipiente industria de la sastrería en torno a la calle de los Sastres, que tenían como principal cliente a los Duques y sus empleados.  Las curtidurías se instalaron en una fábrica junto a la Puerta del Berral, actual Casa Fábrica.  En la tenería las pieles se convertían en cuero a través de un complicado proceso, pero también se teñían otras telas.

En épocas medeivales cuando no estaban tan extendidas las señalizaciones de calles, éstas eran nombradas por gremios lo que ayudaba a los ciudadanos y a visitantes a guiarse por las ciudades y pueblos a encontrar los productos o servicios que necesitaban.

HOSPITALES EN MARCHENA

El Hospital de San Bartolomé estaba en la calle Sastres. Así lo recoge la escritura de compraventa otorgada por Beatriz de Córdoba, viuda de Alonso Fernández Sastre, y sus hijos a favor de García Ponce de León de un censo impuesto sobre sus bienes y unas casas y tienda que poseen en la calle Sastres que «lindaban con el Hospital de San Bartolomé» que luego se fusiona con el de Misericordia en 1552.

En 1551 se reunifican por bula papal todos los Hospitales de Marchena en la sede del  Hospital del Corpus Christi en la calle Mesones. Pasa entonces a llamarse la institución Hospital de la Misericordia. Este Hospital de la Misericordia ya existía en tiempos de Beatriz Ponce de León en torno a 1490 y era asistido por una hermandad del mismo. Los Hospitales habitualmente eran regidos por hermandades. 

En 1550 existía un Hospital de San Miguel cercano a la iglesia del mismo nombre según la documentación conservada en el Archivo Parroquial de San Juan, cuya ubicación estaría entre la iglesia de San Miguel y el Molino de Viento. El Archivo Parroquial de San Juan, conserva un documento titulado «Del Hospital y Cofradía de San Miguel» junto a la iglesia de San Miguel.

EL GREMIO DE TEJEDORES Y LA HERMANDAD DE LA VERACRUZ
En Marchena el gremio de tejedores tenía su cofradía gremial. La hermandad del gremio de tejedores estaba en el convento de San Francisco tal y como indica el censo de hermandades de Marchena de 1770. Tras el decreto de desaparición de las hermandades gremiales, la hermandad de los tejedores se une con la Veracruz del mismo modo que la de Vaqueros y Hortelanos con la del Cristo. Encontramos pues en este periodo varias cofradias gremiales en Marchena.

Las cofradías de gremio se presentan como agrupaciones de fieles dentro de un mismo gremio que tenían múltiples propósitos, dada las múltiples necesidades a atender, y asi asociarse para lograr metas que serían difíciles o imposibles de alcanzar de manera individual. Desde dotar fondos para casar hijas de viudas, dar enterramiento a los hermanos difuntos, etc. Este es el motivo por el que en muchas hermandades de Marchena encotramos en sus reglas textos destinados a atender multiples funciones sociales.  

Las hermandades, a menudo eran formadas por agrupaciones intermunicipiales para la defensa colectiva contra amenazas externas o abusos de poder. Estas hermandades actuaban con independencia de los poderes establecidos y a veces asumían roles legislativos, ejecutivos y judiciales.

Otra muestra de la actividad de estos gremios eran los hospitales. muchos vinculados a cofradías, fundados con fines benéficos y asistenciales para ayudar a los anaciones pobres, los peregrinos, las viudas, los enfermos o aquellos que morían en medio del campo dándoles enterramiento, caso de la hermandad de la Caridad. Algunos hospitales se especializaron en atender a ciertas enfermedades o grupos de personas, como estudiantes pobres o enfermos leprosos.

LA DIFERENCIA ENTRE HERMANDADES Y COFRADIAS

Las hermandades y cofradías son formas de asociacionismo popular que tuvieron un papel importante en la estructura social desde la Edad Media. Aunque a menudo se utilizan indistintamente y comparten ciertas características, tienen diferencias en cuanto a su enfoque y objetivos:

Mientras en las cofradías domina su componente religioso y devocional, al ser asociaciones de fieles que se unen principalmente por la devoción a una imagen y para la celebración de determinadas prácticas y festividades religiosas, ocupándose de aspectos sociales y caritativos, ofreciendo asistencia a sus miembros y a veces extendiéndose a actos de caridad hacia los pobres y necesitados.

En el contexto de los gremios, las cofradías agrupaban a personas del mismo oficio, y podían funcionar como una forma de mutua ayuda y protección profesional, aunque siempre mantenían su esencia religiosa.

En el siglo XV en las Hermandades andaluzas y sevillanas domina una orientación más secular para la defensa de intereses comunes, aunque también podían tener componentes religiosos. Su principal propósito era a menudo la defensa de los intereses comunes de sus miembros, especialmente en lo que respecta a la protección frente a abusos de poder y a la salvaguarda de los derechos municipales. 

Las hermandades podían ejercer funciones judiciales, legislativas y ejecutivas en el ámbito local o regional y estaban más orientadas hacia la autodefensa y la administración de justicia. Ambas instituciones representan la capacidad de la sociedad medieval para autoorganizarse y para proporcionar servicios y protección ante un Estado menos desarrollado y centralizado.

Como ejemplos, de hermandades con motivación económica, las hermandades de pastos, acuerdos que permitían el uso conjunto de las zonas de pastos por los ganados de localidades contiguas o próximas que nacen en Andalucia a la mitad del siglo XIII, y luego se generalizan en el XVI, como la hermandad de pastos que nace en 1501 entre Marchena, Morón, Puebla de Cazalla y Arahal. 

Telar

LA DIFERENCIA ENTRE OFICIOS Y GREMIOS

Mientras la palabra «oficio» se refiere al trabajo mismo y a la habilidad individual, el «gremio» se refiere a la agrupación organizada de individuos que practican el mismo oficio y que buscan regular y proteger su actividad económica, sus prácticas y a sus miembros. Los gremios desempeñaban un papel importante en el tejido económico y social de las ciudades durante la Edad Media y el Renacimiento, ejerciendo una influencia significativa en la producción, la economía y las políticas locales.

El gremio tenía un papel en la regulación del oficio, manteniendo estándares de calidad, regulando los precios y la competencia, y a menudo también brindando apoyo social a sus miembros. Los gremios también representaban los intereses colectivos de sus miembros ante las autoridades y el gobierno local.

Los gremios desempeñaban un papel de reguladores económicos, manteniendo estándares de calidad y controlando la competencia. Las calles asociadas a ciertos gremios podían convertirse en sinónimos de la calidad y el tipo de mercancía o servicios ofrecidos. Tener una calle nombrada en su honor podía reflejar su estatus y contribución a la vida económica de la ciudad. También servía para perpetuar la memoria del oficio y su importancia para la comunidad.

Los gremios también tenían funciones sociales y culturales, organizando eventos y festividades. Las calles que llevaban sus nombres a menudo eran escenarios de estas actividades, reforzando la identidad y cohesión comunitaria. Con el paso del tiempo, estos nombres se han conservado por su valor histórico, sirviendo como recordatorios vivos del pasado y manteniendo la historia de la ciudad tangible para residentes y turistas.