La Hermandad del Dulce Nombre brilló en el Jueves Santo de Marchena 2025, estrenando nuevo recorrido, nuevas sensaciones y consolidándose como una de las cofradías con más proyección. Con 665 personas entre nazarenos, capataces, costaleros, banda y guardia romana, la corporación demostró su fuerza y su compromiso con la tradición.
La Hermandad del Dulce Nombre de Jesús protagonizó uno de los momentos más significativos del Jueves Santo de 2025 en Marchena al recuperar su recorrido histórico, que le permitió visitar de nuevo la plaza de la Cárcel y la iglesia de San Juan, puntos emblemáticos de su pasado procesional. Los nazarenos, en un gesto de profunda devoción, entraron en el templo para realizar una oración ante el Monumento Eucarístico, reforzando así el carácter penitencial de su estación.
El objetivo de este cambio, además de devolver al cortejo la esencia de sus primeros tiempos —un trazado que había quedado en el olvido desde los años setenta—, fue imprimir un ritmo de paso más constante y evitar los parones prolongados que provocaban agotamiento entre costaleros y nazarenos. El esfuerzo por mantener un andar más fluido dio sus frutos: la hermandad cumplió estrictamente sus horarios y logró una estación de penitencia más llevadera y ordenada.
La organización fue supervisada al detalle. En el interior de la iglesia de San Juan, delegados del Consejo de Hermandades se encargaron de anotar los horarios de paso de cada corporación, garantizando que todo transcurriera según lo previsto. La efectividad del dispositivo quedó demostrada cuando, a la llegada de la Cruz de Guía de la Hermandad de la Vera Cruz a la plaza de San Juan, la Virgen de la Piedad acababa de pasar por la puerta del templo apenas quince minutos antes, cumpliéndose el ajuste horario con precisión.
A las siete en punto, las puertas de San Sebastián se abrieron para que la cruz de guía iniciara su caminar entre un público más numeroso que nunca. La salida fue ágil y poderosa. La Guardia Romana, con 26 hombres, desfiló con la solemnidad que caracteriza a esta hermandad, abriendo paso al Dulce Nombre de Jesús, acompañado magistralmente por la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús, que hizo vibrar la plaza con marchas como «Padre Nuestro» y «Tu dulce rostro».
A la salida de la Hermandad del Dulce Nombre este Jueves Santo de 2025, la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús interpretó «Padre Nuestro», en los primeros compases de la salida desde la parroquia de San Sebastián. «Tu dulce rostro», acompañando al Dulce Nombre de Jesús mientras se iba posicionando en la plaza. Además, en el recorrido inicial también sonaron otras marchas propias del repertorio de la agrupación, como «Cautivo» en los primeros metros de la salida.
Estas marchas marcaron un ritmo muy poderoso y solemne, que definió el andar del paso en este primer tramo del recorrido, caracterizado este año por un paso más ágil para adaptarse a su nuevo itinerario.
El nuevo capataz, Samuel González, dirigió con firmeza y sensibilidad un andar poderoso, «siempre de frente», que imprimió carácter a cada chicotá. Los costaleros, bajo las trabajaderas, dieron una lección de oficio en su primera salida completa tras el cambio de itinerario. El tramo de paveros, lleno de niños, simbolizó el futuro vivo de la hermandad.
María Santísima de la Piedad surcó las calles con su paso enriquecido de nuevo exorno floral: clavelinas, azahar, mini calas y hojas de romero, acompañada por la Banda de Música Villa de Marchena. El palio, con su estética romántica y sus candelabros restaurados, lució más impresionante que nunca.
Tras la salida, los momentos de máxima emotividad se vivieron en los saludos a la Humildad en la capilla de Santa Clara y la residencia de ancianos y la capilla de la Milagrosa, donde los costaleros levantaron a pulso a sus titulares para ofrecerles sendos homenajes. La hermandad mantuvo horarios estrictos, cumpliendo la promesa de un recorrido más fluido, acercándose a San Juan y ampliando su estación de penitencia.
La Virgen de la Piedad ha sorprendido este Jueves Santo de 2025 en Marchena con un cuidado exorno floral que reafirma la línea estética romántica que la Hermandad del Dulce Nombre viene impulsando en los últimos años. El paso de palio lució una composición íntegramente blanca, formada por clavelinas, solomios, azahar, mini calas y hojas de romero, que aportaban frescura y delicadeza a la imagen.
Destacó especialmente la innovadora disposición de la candelería: entre los cirios se integraban pequeños ramilletes de flores de cera, en un guiño a la estética decimonónica que evoca las antiguas fotografías de la Semana Santa andaluza. Los candelabros de tres y cinco luces, restaurados de la candelería histórica de la Virgen, también fueron revestidos de flores de cera, aportando unidad y elegancia al conjunto.
La corona de María Santísima de la Piedad fue enriquecida para esta estación de penitencia, presentando nuevos elementos enjollados que añadieron mayor movimiento y contraste visual entre el oro de la talla del paso y los toques de plata que salpicaban los remates de las tulipas y los atributos pasionistas.
La Hermandad culmina así un proyecto de varios años en los que ha apostado por recuperar la impronta romántica de finales del siglo XIX, reforzando la personalidad y el mensaje de su paso de palio, que este año, de nuevo, ha sido uno de los grandes protagonistas del Jueves Santo marchenero.
La Banda de Música Villa de Marchena volvió a poner su sello de elegancia y solemnidad en el acompañamiento musical de María Santísima de la Piedad durante el Jueves Santo de 2025. Desde su salida en la parroquia de San Sebastián, los sones de la formación marcaron el paso de un palio que este año volvió a apostar por la estética romántica y decimonónica.
La interpretación comenzó con el Himno Nacional, arriando el paso en la plaza del Dulce Nombre, como es tradición en el arranque de la estación de penitencia. A continuación, la banda ejecutó la marcha «Esperanza de Vida», aportando dulzura y emotividad en los primeros compases del recorrido.
Ya en su avance hacia la capilla de la Medalla Milagrosa, sonaron composiciones como «Aniversario Macareno» y «A ti, Padre», engrandeciendo momentos especialmente emotivos como el saludo a los residentes de la Asociación de la Medalla Milagrosa. Más adelante, en su caminar por la calle Niño de Marchena, resonó la marcha «Triana de Esperanza», ofreciendo un contraste vibrante que encajó a la perfección con el andar elegante y reposado del palio.
La Banda Villa de Marchena, que lleva cerca de 15 años acompañando a la Virgen de la Piedad, volvió a demostrar su excelente estado de forma, adaptándose a los compases de una hermandad que este año estrenaba itinerario más extenso y exigente. La conjunción entre capataces, cuadrilla y músicos consolidó uno de los momentos más bellos y esperados de la Semana Santa marchenera.
















































You must be logged in to post a comment Login