«Ahora se ha visto que la sanidad pública y los científicos tienen que estar mejor valorados» expone el influencer del campo Jesús Martín que hace en su canal de Youtube su particular resumen del 2020 y su pronóstico para 2021. «Siempre se dice estos lodos vinieron de aquellas tormentas. En 2021 nos van a venir todos los lodos del 2020». Opina que los problemas larvados van a salir a flote y que el pueblo debemos estar unidos y ayudarnos unos a otros «porque estamos solos los políticos no nos ayudan».

Jesús Martín Crespo es un ganadero y agricultor de 41 años de las Hurdes extremeñas, que se ha hecho famoso internacionalmente gracias a sus vídeos sencillos y directos de la vida dura en el campo y despierta el anhelo que media España lleva dentro de una vida más sencilla  y libre en medio de la naturaleza.

Lo llaman el influencer del campo. El se autodenomina «autóctono» término que en su lenguaje se opone al «corbatina», aquel le habitualmente trata de hacerle la vida imposible al autóctono. Montó el canal de Youtube y Facebook por un veterinario amigo suyo que le aconsejó que lo hiciera. «Es verdad que España es rural. Yo lo vivo, pero hay mucha gente que no lo ha vivido y lo recuerda al ver mis vídeos». Aunque se crió una temporada en Madrid hasta que salió de la mili y pudo reunir dinero para comprar el ganado, desde pequeño su vida ha sido el campo.

Millones de personas ven los vídeos en los que Jesús cocina, trabaja, cuida sus cabras bajo la lluvia, o nos habla de la cultura de su pueblo. Jesús es joven, uno de los primeros que ha podido usar la tecnología para sacarle partido. Pero además también es sabio por lo que tiene muchas cosas que contar. Una sabiduría que le nace de la práctica y  no de los libros. El dice ha estudiado poco, y no le hace falta porque a su edad habla como un viejo: ya es catedrático de la vida y sabe más que el hambre.

Reconoce que su vida no ha cambiado gracias al impacto de las redes sociales pero ahora viaja más, porque le llaman para dar charlas, rodar anuncios, lo reconocen por la calle cuando viaja a las ciudades. «Dondequiera que voy todo el mundo me conoce. La semana pasada me conocieron los camareros de un bar en Madrid». Además alrededor de cincuenta personas a la semana van a su pueblo Torre de Don Miguel, Cáceres, a conocerlo y ayer grabó un anuncio «ni pregunté dónde salía».

Piensa que le gusta a la gente porque dice las cosas «como las pienso y las veo y no tengo porqué cambiar por nadie» y reconoce que tras su éxito en redes han intentado identificarlo con distintas ideologías, «pero mi única ideología es que la gente viva bien, que trabajemos, vivir y respetar».

Además cada día vive una aventura «la misma que toda la gente del campo». «Todos los que empezaron conmigo de cabreros se han arruinado por querer vivir por encima de sus posibilidades. Yo sigo porque siempre he vivido con arreglo a lo que he tenido. No es ninguna deshonra ser pobre ni hay que aparentar lo que uno no tiene. Además el dinero no hace a la persona».

No sabe porqué pero percibe que «ahora la gente está mas desunida que nunca, hay más maldad y eso es un problema para un pueblo y para un vecindario. Lo más bonito que hay es llevarse bien. Hay gente que te odia de forma gratuita y al fin al ellos son los que pagan. Al tiempo tiempo todo se revuelve contra ellos. Gente que me ha hecho cosas malas, mas de diez se han muerto de forma horrible sin yo hacerles nada. Creo en la energía. Si tú estás bien y eres positivo topo te va bien pero si estás amargado y con rencor todo se vuelve en tu contra. Yo creo que desearle mal  otra persona se vuelve contra tí».

«Los políticos para seguir ellos ganando millones a costa de nosotros lo que hacen es dividir al pueblo, crear enemigos, envidias, y tal. Cuando un político tiene que hacer todo lo contrario. Ellos van a destruir» expresa Jesús. «Hay que ser felices porque la vida se pasa un cada día no vuelve para atrás. Si tu pasas tu vida en complicártela estás quemando lo más sagrado que tenemos que es la vida» añade.

Su tierra, las Hurdes y Sierra de Gata, es una tierra históricamente anquilosada, lo que le permite tener una amplia tradición oral, leyendas, de apariciones del diablo, visiones, subsistencia, pobreza, y recetas caseras, gracias a su exhuberancia natural que Jesús explica como un libro abierto.

Para Jesús los hurdanos «somos otra raza aparte que  ni somos extremeños ni castellanos. Mis antepasados no han conocido señoritos ni amos, siempre hemos sido autónomos, todos los buscamos la vida por nuestra cuenta, eso de un sueldino asi, nuestra cultura no me  han enseñado eso. La cultura que tengo es nunca trabajar para nadie, mi cultura no entiende de eso. Como estamos en las montañas ni los romanos nos conquistaron».

Una receta natural de su tierra dice que para eliminar berrugas hay que ir a un arroyo coger juntos, y frotarlos en la berruga y no pasar por allí mas. En Marchena existe la misma receta pero con hojas de olivo en forma de cruz. «Mi abuela era medio curandera y nosotros descendemos de tratantes de ganado que practicaban  el curanderismo». Esta comarca tiene mucha presencia morisca, como otras sierras delo sur de España donde se quedaron los musulmanes que se resistieron a irse tras la expulsión del XVII viviendo de espaldas o al margen a la sociedad.

Jesús y sus hermanos. 

Aprovecha su fama para reivindicar mejoras para el sector agrario y define como una auténtica ruina lo que tienen encima a la que se suma la «burocracia» mas algunos tópicos como que «maltratamos a los animales cuando los tratamos como a nuestra propia familia».

Quizá reflexiona, que el hombre de campo ha sido tradicionalmente callado y abnegado «Y nos hemos ido aguantando». Entre sus conocimientos aprendidos de forma tradicional figuran los cuidados a los animales, ya que trata con perros, caballos, cabras, mulos, borricos, vacas, etc. Además vivir en plena sierra le lleva a conocer las plantas y sus usos y todo tipo de trabajos del campo demás de arreglo de maquinaria.

«Toda la gente de campo hacemos de todo».  Reconoce que no enseña mucho de lo que sabe, en sus redes porque siempre hay aprovechados que usen ese conocimiento sin consentimiento y con ánimo de lucro, ya que para él, la enseñanza debe ser sin ánimo de lucro.

Entre sus costumbres culinarias más llamativas está que come pocas veces al día pero de forma muy contundente. «Me levanto temprano tomo un café y me voy al campo  y no como hasta mediodía. No tengo horario de comida. Pero como de forma contundente -la merienda- que muchas veces ni ceno». Lo que el llama merienda es una suculenta comida en base a tocino y chacinas, de la que dice que cuta depresiones. «No tengo colesterol y levanto hasta 150 kilos y me pegan con un martillo en el pecho y rebota para atrás».