A fecha de mayo de 2025, los municipios cercanos a la Base Aérea de Morón de la Frontera, como Arahal, Morón de la Frontera, Utrera y Carmona, han experimentado cambios significativos en las compensaciones económicas que tradicionalmente recibían del Estado español debido a la presencia de la base militar. Marchena, que pudo haber solicitado estos fondos, nunca lo hizo.
El Ayuntamiento de Arahal ha liderado la reclamación de estas compensaciones, argumentando que la eliminación de las ayudas afecta negativamente a la estabilidad financiera y la calidad de los servicios públicos locales. Arahal, junto a otros municipios como Morón de la Frontera, Utrera y Carmona, reclama más de un millón de euros para cubrir el sobrecoste en servicios públicos asociado a la base.

Desde 2004, estos municipios recibían compensaciones económicas por los servicios prestados y el impacto de las instalaciones militares compartidas entre España y Estados Unidos. Sin embargo, en 2025, el Gobierno eliminó estas ayudas directas, lo que ha generado preocupación entre los ayuntamientos afectados.
INLFUENCIA MILITAR DE LA GUERRA DE UCRANIA Y ORIENTE MEDIO EN ANDALUCIA
La guerra de Ucrania ha convertido a España en retaguardia clave de la OTAN. Desde 2022, las bases de Rota y Morón han asumido un papel esencial en el reposicionamiento estratégico de las fuerzas estadounidenses y aliadas: Rota: sirve de punto logístico para buques de guerra estadounidenses y como base del escudo antimisiles de la OTAN. Morón: se ha consolidado como base de operaciones de bombarderos B-52H, aviones cisterna y despliegues rápidos.

NUEVOS BOMBARDEROS EN MORON
La guerra en Gaza y las tensiones con Irán han hecho que EE. UU. y sus aliados intensifiquen maniobras y despliegues en el norte de África. Morón ha servido de base para los ejercicios African Lion en Marruecos, donde participan también fuerzas israelíes y revalorizado las bases marroquíes (como Kenitra, Tan-Tan o Alcazarseguir) y ha puesto en competición directa la oferta de Marruecos a EE.UU. para sustituir a Rota.
El 20 de mayo de 2025, bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress del 23º Escuadrón de Bombardeo Expedicionario llegaron a Morón como parte de la misión Bomber Task Force Europe.
MARRUECOS SALE REFORZADO
Durante el ejercicio African Lion 2025, un B-52H basado en Morón fue escoltado por ocho cazas F-16C de la Real Fuerza Aérea de Marruecos en una misión conjunta sobre el norte de África, evidenciando la cooperación militar entre EE.UU. y Marruecos.
Marruecos ha consolidado su papel como aliado estratégico de EE.UU. en África. Durante el ejercicio African Lion 2025, el país acogió a más de 10.000 soldados de alrededor de 50 países, incluyendo fuerzas israelíes, en maniobras que abarcaron desde la base aérea de Kenitra hasta Tan-Tan-
Además, Marruecos ha propuesto a EE.UU. el uso de la base de Alcazarseguir, situada estratégicamente cerca del Estrecho de Gibraltar, como alternativa a la base de Rota, ofreciendo ventajas logísticas y políticas, incluyendo menores costos operativos.

La Base Naval de Rota continúa siendo un enclave estratégico para operaciones de la OTAN y de EE.UU. en Europa, África y Oriente Medio. Actualmente, alberga cinco destructores de la clase Arleigh Burke, y se prevé la llegada en 2026 de un nuevo destructor de la clase Flight III, equipado con el radar AN/SPY-6, mejorando la capacidad de detección de amenazas y fortaleciendo el escudo antimisiles de la OTAN.
Para acomodar el incremento de buques, se ha iniciado una ambiciosa ampliación de la base, que incluye la construcción de nuevos muelles y la reconfiguración de infraestructuras existentes, con una inversión estimada de 300 millones de euros.
La base militar británica en Gibraltar ha intensificado su actividad, destacando la reciente escala del submarino nuclear HMS Astute, que realizó maniobras de carga y descarga de misiles Tomahawk durante la operación Highmast. Estas operaciones subrayan la importancia de Gibraltar como punto estratégico para la Royal Navy en el Mediterráneo.

AUMENTA EL PASO DE BUQUES RUSOS POR EL ESTRECHO
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en 2022, el Estrecho de Gibraltar ha recuperado su papel histórico como cuello de botella geoestratégico. España ha vigilado más de un centenar de buques de guerra rusos en tránsito por sus aguas de interés, en una operación silenciosa pero constante que refleja el pulso de la guerra en Europa más allá del frente del Donbás. La reciente monitorización de cuatro buques rusos por el patrullero español Tagomago es solo el último capítulo de una historia que mezcla tensión diplomática, impotencia legal y maniobras de inteligencia naval.
Turquía cerró el paso de buques militares por los Dardanelos y el Bósforo, bloqueando el acceso al mar Negro en virtud de la Convención de Montreux de 1936, que permite a Ankara negar el paso a cualquier buque de guerra si está en guerra o se siente amenazada. Rusia recurre ahora al Estrecho de Gibraltar como vía principal para conectar sus flotas del Báltico, el Ártico y el mar Negro con su base naval de Tartus, en Siria.

Por el contrario, España no puede ejercer ese mismo control sobre el Estrecho, a pesar de su evidente valor estratégico. El motivo es jurídico: el Estrecho de Gibraltar está regulado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), en la que se garantiza el derecho de paso en tránsito a cualquier buque —incluso militar— siempre que no se detenga ni incurra en maniobras hostiles. En otras palabras: España puede vigilar, pero no prohibir.
Esta situación coloca al Estrecho en una extraña paradoja: es uno de los espacios marítimos más controlados del mundo, pero ninguna de las potencias que lo vigilan tiene plena autoridad para cerrar su paso. A esto se suma la vigilancia aérea, submarina y satelital por parte de la OTAN, que considera al Estrecho un “punto caliente” permanente desde los años de la Guerra Fría. Hoy, esa tensión ha regresado con fuerza.
Presencia de buques rusos cerca de cables submarinos en España
Además se han reportado casos de embarcaciones rusas, como el buque de investigación oceanográfica Yantar, navegando cerca de infraestructuras críticas, incluidos cables submarinos de telecomunicaciones.
En noviembre de 2024, cinco buques rusos fueron detectados navegando sobre una docena de cables submarinos frente a la costa de Galicia. La Armada Española desplegó tres buques para vigilarlos, incluyendo la fragata Méndez Núñez.
Vigilancia y medidas de protección
El Gobierno español ha reconocido la creciente amenaza que representan estas actividades. Aunque no se han detectado sabotajes confirmados en cables submarinos en aguas españolas, la Armada ha intensificado la vigilancia y ha desarrollado planes para proteger infraestructuras críticas ante posibles amenazas de sabotaje o espionaje.
A nivel internacional, la OTAN ha lanzado operaciones como «Centinela Báltico» para proteger infraestructuras submarinas clave frente a actos de sabotaje.