El pasado lunes las máquinas comenzaron a trabajar en el inmueble de la antigua cárcel de Marchena donde se contruirá el nuevo museo de la ciudad de Marchena.
El Ayuntamiento de Marchena (Sevilla) ha adjudicado a la empresa local especializada en construcción y restauración Arcobeltia las obras del futuro museo de la ciudad en la Plaza de la cárcel, por algo más de tres millones de euros (IVA incluido). El contrato busca recuperar la antigua cárcel y vivienda anexa para albergar el Museo de la Ciudad, con un plazo de ejecución de 18 meses y diseño del arquitecto Pablo Millán. La obra tendrá que estar lista el 31 de Marzo de 2026.
El proyecto incluye la creación de una nueva plaza pública y la integración de un callejón histórico como parte del complejo museístico. Esto aumentará los espacios públicos disponibles para el disfrute de los residentes y visitantes, fomentando la interacción social y ofreciendo nuevos lugares de encuentro y recreación al aire libre.
En el museo, según explicó el Ayuntamiento habrá un espacio dedicado a la etnografía y flamenco, otro a Coullaut Valera, otro a piezas arqueolóicas, la colección de castañuelas de Garcia Solano y tendrá un patio interior con una cafetería. El acceso principal será a través de la calle hoy tapiada.
Incluye trabajos de cautela arqueológicos, obligatorio teniendo en cuenta la ubicación del solar, en pleno casco histórico. El Gobierno de España a través de la dirección general de Agenda Urbana, Ministerio de Transportes concedió al Ayuntamiento de Marchena 1.082.200,93 euros.
La rehabilitación de los edificios históricos y la creación de una nueva plaza pública buscan no solo preservar el patrimonio arquitectónico, sino también mejorar el entorno urbano muy degradado. Además, se contempla la realización de excavaciones arqueológicas que podrían revelar aún más sobre el pasado de la ciudad, y que de aparecer elemenetos de valor serían integrados en los contenidos del museo.
Quedan muy pocos edificios de antiguas cárceles intanctos. «Ojalá cuando abramos el suelo para meter la zapata de cimentación nos encontremos restos de esa antigua cárcel y qué duda cabe que la inegraríamos dentro de la propia musealiazción del edificio» explica Millán.
El proyecto llevará consigo una reordenación de los espacios públicos adyacentes con el aumento de superficie peatonal sin barreras arquitectónicas «eliminando tráfico rodado y lugares de aparcamiento. Esta superficie peatonal, tanto la exterior como la interior, será cubierta por toldos blancos, característicos de la tradición vernácula andaluza, como elementos de protección solar» según el proyecto publicado por el Ayuntamiento de Marchena.
DISTRIBUCIÓN DEL EDFICIO
El principal acceso al edificio, serán dos paños de vidrio en los axtremos del actual callejón tapiado, llamado callejón de la sangre porque alli tuvieron lugar asesinatos de 1936. El propio callejón quedará integrado como otro elementos patrimonial más vinculado a la memoria histórica y quedará rotulada como tal y será visible desde la calle aunque el museo esté cerrado.
En el patio principal del museo que está en la trasera de la casa palacio habrá una pequeña cafetería con sillas y mesas para descansar, en lo que sería el primer establecimiento hostlero dentro del Barrio de San Juan y estará cubierto por elementos vegetales naturales, como un emparrado tradicional para dar sombra.
La parte expositiva tendrá rango de Colección Museográfica que es lo que establece la ley para este tipo de exposiciones. El edificio tendrá dos partes bien diferencias, la antigua cárcel y la casa palacio anexa de forma que los elementos permanentes se mostrarán en la antigua cárcel y las exposiciones temporales y salas de conferencias estarán en la casa palacio junto a la sección dedicada a la etnografia y el flamenco que por su naturaleza es más proclive a cambios y a muestras temporales.
Colección Arqueológica Municipal en su antigua ubicación de La Milagrosa.
En la planta baja de la antigua cárcel se expondrá la colección arqueológica municipal de Marchena que había sido catalogada y ordenada por Acupamar y que fue retirada sin previo aviso del edificio de La Milagrosa. Por eso el espacio para arqueología se adaptará al tamaño de dicha colección, aunque se sabe de mosaicos y otros restos arqueológicos de interés, dignos de ser mostrados, que hasta el momento permanecen enterrados en sus lugares originales a la espera de tener un museo en el municipio para ser mostrados y que no tengan que acabar en los almacenes del museo provincial como venía sucediendo hasta ahora.
Pablo Millán destacó que el espacio para arqueología se irá ampliando conforme vayan apareciendo nuevas piezas de interés, y que el edificio contempla dicha posibilidad, aunque lo más importante es que el contenedor, el edificio, «cumpla con los estándaes que pide la Junta de Andalucía para una colección museográfica», además de seguridad y accesibilidad dijo Millán.
En la planta primera estará la colección escultórica del actual Museo Coullaut Valera.
Pablo Milán explicó que la colección de piezas de Lorenzo Coullaut Valera que hoy se muestran en el antiguo torreón de la Puerta de Morón, -un edificio poco idóneo para esto uso y falto de espacio- se mostrará en eledificio de la antigua cárcel, liberando así eltorreón almohade para otros usos culturales y turísticos.
Mientras, la Alcaldesa confirmó que la Puerta de Morón quedará como oficina de turismo, ganando espacio para colocar expositores de productos típicos y Merchandising de Marchena.
También señaló que en el museo se integrará la coleción de castañuelas propiedad de Jesús García Solano que recoge piezas de diversos países y épocas. El salón de actos estará tras la fachada de la Casa palacio y anexa estará la zona dedicada al flamenco. La planrta baja del edificio contempla un centro de transformación eléctrica por la alta demanda eléctrica de la zona. El patio central del Museo tendrá una pequeña cafetería y estará cubierto por elementos vegetales como unas parras de uva tradicionales.
La cubierta de la planta alta tendrá un gran lucernario para aprovechar la luz natural, elemento que convertiráa al edificio en bastante singular, según Millán. Desde la antigua ca´rcelse podrá pasar a la casa palacio a través de una pasarale que también hará las veces de fachada hacia el patio interior.
Además en la Casa Palacio habrá una sala de exposiciones temporales de pintura o fotografría, de hecho ya hay artistas que han presentado al Ayuntamiento sus proyectos para exponer, cuando se inaugure el edificio, confirmó la Alcaldesa.
Las dos plantas diáfanas de la antigua cárcel dividen el volumen horizontalmente dejando algunos ámbitos en doble altura para así poder hacer una mejor lectura de los recorridos del museo. Será un edificio completamente blanco revestido de cal, siguiendo la tradición local.
La antigua cárcel es una construcción del siglo XVI cerrada y abandonada desde hace décadas, junto con una vivienda anexa, para configurar un edificio. El espacio entre los dos edificios será jardín y plaza pública que dará accesos a ambos edificios «y genera por sí misma un gran sistema de espacios públicos, comunicando la plaza Miguel de Cervantes con la Plaza Ducal y la Plaza del Cardenal Spínola», entre otros.
El Museo de la Ciudad de Marchena no se limitará a la arqueología; su propuesta incluye la integración de diversas expresiones de la identidad local, desde el arte sacro hasta el flamenco, pasando por la fotografía y otros aspectos etnográficos y antropológicos. Esta diversidad temática refleja la rica historia y presente cultural de Marchena, ofreciendo a los visitantes una experiencia educativa.
La cárcel de Marchena se remonta al último tercio del siglo XVI o principios del XVII que ha sido objeto de varias reformas una de las de mayor envergadura tras el terremoto de Lisboa de 1755–, y contó incluso con una capilla propia de la que hoy no se conservan restos, capilla presidida por un lienzo de Cristo sostenido por ángeles que se ubica hoy en el despacho de Alcaldía.
En el siglo XX, la cárcel pierde su uso y se transforma en una nave industrial, «perdiéndose toda su distribución y materialidad interior, además de todos los objetos muebles de la capilla». Destaca la fachada principal, con una portada de fábrica mudéjar, adintelada y enmarcada por una cornisa con baquetones a modo de alfiz en la que hay «dos interesantes herrajes del siglo XVIII.
El inmueble anexo, actualmente unido físicamente a la antigua prisión, es un casón residencial de principios del siglo XX, con un patio central y un jardín posterior. Esta antigua casa y la cárcel configurarán un único edificio donde se ubicará el Museo Arqueológico.
En planta baja de la cárcel, se ubicará una sala para exposiciones temporales. En la primera y única altura, se configurará un espacio dedicado a la Época Moderna de Marchena. En el casón, en su planta baja, estarán las salas dedicadas a la Prehistoria e Historia Antigua; en la planta alta, irán las piezas de Época Medieval. El patio original se conservará en fisonomía para ser el atrio que articula toda la distribución en planta del nuevo museo.
Los muros de las fachadas principales se han cosnervado bien según Millán. «se ha mantenido perfectamente, la rejería está muy bien, la carpintería no tanto» aunque la trasera de la fachada principal presenta riesgo de colapso lo que añade mas dificultad al proyecto.
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