San Agustín, obispo de Hipona, nació en Tagaste (hoy Souk Ahras, Argelia), donde pasó su juventud, estudió en Madaura (M’daourouch, Argelia) y luego en Cartago (Túnez), donde se convirtió en maestro de retórica y se hizo seguidor del maniqueísmo. Desde Milán, regresó a Tagaste donde una crisis espiritual y la influencia de su madre Santa Mónica, lo llevó a abrazar el cristianismo. Finalmente, se estableció en Hipona (Annaba, Argelia), donde fue obispo, y esribió «Las Confesiones» y fundó el primer convento agustino.
Primer monasterio agustino en Annaba, Argelia reconstruido en el siglo XIX.
Desde que un grupo significativo de monjes agustinianos liderado por el abad Donato se estableció en la costa de España) en el año 569 d.C., huyendo de las invasiones de vándalos y luego mahometanos, los monjes agustinos trajeron a España textos, códices y la Regla de vida de San Agustín, y con el tiempo fomentaron la devoción al cristo de San Agustín, Santo Cricifijo, o virgen de la Correa, Gracia y Regla en sus conventos.
San Agustin, Marchena, Escuela de Ribera.
El Cristo de San Agustín de Granada es una talla del siglo XVI, atribuida al círculo de Diego de Siloé. Es especialmente venerada en la ciudad de Granada y tiene una gran devoción, especialmente durante la Semana Santa. La imagen reside en la Iglesia del Convento del Santo Ángel Custodio, aunque la hermandad tiene su sede canónica en la Iglesia de San Agustín.
En Sevilla la del Cristo de San Agustín fue una de las cofradías más antigua fundada en el siglo XIV,-imagen que sólo salía a la Cruz del Campo para hacer rogativas en los tiempos de grandes males- y fue el Cristo Crucificado en salir a las calles de Sevilla según Sánchez Herrero. Era la coradía de los veinticuatro y jurados de la ciudad. Su estación la realizaba a la Cruz del Campo con un solo “paso”, en el que la Virgen de Gracia iba arrodillada a los pies del Crucificado.
Una imagen para dos devociones: De la Correa Agustina a la Palma Mercedaria
Pedro Ponce de León el Viejo, en 1347, obtuvo el patronato de la capilla mayor del monasterio de San Agustín de Sevilla. A raíz de este patronato, todos los miembros de la familia Ponce de León fueron enterrados en esta capilla, convirtiéndose en su mausoleo familiar. El refectorio del monasterio fue construido bajo la dirección de Pedro Ponce de León y su esposa Beatriz de Lauria.
En 1443 Pedro Ponce de León, [I] conde de Arcos y señor de Marchena, manda donar las rentas de la finca Gamarra de Marchena al Monasterio de San Agustín de Sevilla con ocasión de fundar una capellanía perpetua en el testamento de su mujer, María de Ayala Guzmán, I condesa de Arcos. Estas rentas se estuvieron pagando hasta la desaparición del convento sevillano en el XIX.
En la capilla del Cristo de San Agustin se enterró en 1483 Enrique Ponze de León, hijo de Juan Ponze de León, conde de Arcos, y de Catalina González.
El 28 de agosto de 1535 asisten los dos cabildos catedral y municipal, a la función del Sto. Crucifijo de San Agustín, «en acción de gracias por la conquista de Túnez que dirije el
Emperador Carlos…” campaña militar a la que acudieron numerosos vecinos de Marchena y la propia familia de los Ponce de León.
Como parte de los actos conmemorativos del 375.º aniversario del milagro atribuido al Cristo de San Agustín durante la epidemia de 1649. La imagen será trasladada a la Catedral de Sevilla, donde estará expuesta al culto hasta el 20 de diciembre de 2024. Posteriormente, el día 21 de diciembre de 2024, el Cristo de San Agustín regresará a su templo de origen en una procesión extraordinaria, tras una misa estacional oficiada por el arzobispo.
En 1558 la orden de San Agustín obtuvo un breve pontificio para fundar un convento en Marchena y el ermitaño Luis Pérez recibió permiso para construir una ermita dedicada a la Virgen de Gracia en la Milagrosa que se levantó en 1566,y en 1590, Pérez donó la capilla a la Casa Grande de San Agustín de Sevilla.
En 1591 los agustinos de Sevilla llegaron a Marchena. En 1616 rl convento se traslada a las casas de las beatas de Antón Gil que sería el solar definitivo de San Agustin de Marchena.
San Agustín fue nombrado copatrono de Marchena por el ayuntamiento de la villa en el año 1638. Este nombramiento está documentado en el contexto del fortalecimiento de la presencia de la orden agustiniana en la localidad y de su creciente influencia religiosa y social.
En 1649/1653: se comenzó el nuevo templo agustino y en 1675 la iglesia estaba bastante avanzada participando el maestro mayor de la Catedral de Toledo, Bartolomé Zumbigo, en 1690 se inicia la construcción de la cubierta con técnicas típicamente madrileñasy se pagó con recursos de la hacienda ducal para completar la construcción.
El día de San Agustín, copatrón de Marchena, 29 de agosto de 1696, llegó al Convento del Sr. San Agustín de Marchena, el cuerpo y huesos «del señor D. Manuel Ponce de León, Duque de Arcos, Abeiro y Maqueda, siendo en el lugar su hijo el señor Duque D. Joaquín, habiéndolo sacado de la Capilla de nuestra Señora de los Remedios, Parroquia de San Ginés de Madrid donde primeramente estuvo».
La Casa de Arcos pagaba cada tres años a San Agustin de Sevilla diferentes montos en dinero efectivo y bienes en especie, como azúcar, para satisfacer las obligaciones financieras del patronato ejercido por los Ponce de León sobre el Convento de San Agustín.
En 1743 la Casa de Arco pagó el capitulo provincial de la orden que se hizo en el convento agustino de Córdoba y en 1757 el que se hizo en Sevilla y en 1760 el de Granada. Presidian dichos capitulos el propoi Duque o un representante que el enviara.
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