La meteorología espacial, principalmente las eyecciones de masa coronal del sol, afecta al magnetismo de la tierra y puede llegar a interrumpir -en caso de tormenta severa- las comunicaciones y las tecnologías basadas en satélites, así como al presentar riesgos para la infraestructura eléctrica y la aviación, aunque esto no sucede desde hace un siglo.
Desde abril de este año, el centro de nuestro Sistema Solar ha sido escenario de la actividad solar más intensa de las últimas décadas. Se estima que el máximo pico de actividad solar comience a finales de 2023 o a principios de 2024.
Aproximadamente cada 25 años nos golpea una tormenta solar fuerte y cada tres años
tormentas solares menos potentes. Sin embargo, la probabilidad de sufrir una tormenta solar con una magnitud similar a la de 1859 es tan solo del 0,7 %.
La tormenta solar de 1859, fue la más potente registrada en la historia. A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban hasta el norte de Colombia cuando habitualmente solo se ven cerca del polo norte. El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte.
Los cables del telégrafo, invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa como en Norteamérica.
La aparición de manchas solares, la actividad magnética y otros datos relacionados con estos fenómenos siguen un ciclo que dura once años. En el último ciclo 2008-2019 han explotado en la superficie del Sol unas 13 000 nubes de plasma y unas 21 000 llamaradas solares
La meteorología espacial puede afectar los satélites en órbita y las señales de comunicación que dependen de ellos. Las tormentas solares y las eyecciones de masa coronal pueden generar radiación y partículas energéticas que interfieren con las señales de los satélites, causando interrupciones en las comunicaciones por satélite, los sistemas de posicionamiento global (GPS) y las transmisiones de radio.
Las variaciones en el campo magnético de la Tierra causadas por la actividad solar pueden inducir corrientes eléctricas en las redes de distribución de energía eléctrica. Estas corrientes pueden dañar los transformadores y equipos eléctricos, lo que lleva a cortes de energía generalizados y costosos.
La meteorología espacial también puede afectar la aviación. Las tormentas solares pueden aumentar la radiación en altitudes de vuelo, lo que representa un riesgo para la salud de los tripulantes y pasajeros en vuelos transoceánicos de larga duración. Además, las comunicaciones y los sistemas de navegación basados en satélites pueden verse afectados, lo que requiere precauciones adicionales durante las tormentas solares intensas.
Los sistemas de navegación basados en satélites, como el GPS, son vulnerables a las perturbaciones causadas por la meteorología espacial. Durante las tormentas solares, las señales de los satélites pueden debilitarse o distorsionarse, lo que afecta la precisión y confiabilidad de la navegación terrestre, marítima y aérea.
Si bien el impacto directo en la salud humana es limitado, la meteorología espacial puede tener efectos en las personas que trabajan o residen en áreas polares o cerca de los polos magnéticos. Las auroras boreales y australes, que son el resultado de la interacción de partículas solares con la atmósfera de la Tierra, pueden causar perturbaciones en la ionosfera y afectar las comunicaciones de radio a alta latitud.
Ondas gravitacionales
Hoy se ha anunciado la detección, por primera vez, de un fondo de vibración del cosmos proveniente de la fusión de innumerables agujeros negros supermasivos. El descubrimiento lo han realizado diversos centros de detección de ondas gravitacionales que, conjuntamente, se agrupan en el consorcio llamado NANOGrav.
Las ondas gravitacionales son vibraciones del espacio(tiempo) generadas por objetos masivos que se mueven aceleradamente (como, por ejemplo, cuando parejas de agujeros negros o de estrellas de neutrones orbitan alrededor del centro de masas común). Estas ondas se propagan a través del espacio a la velocidad de la luz, como las ondas que deja un barco se mueven por la supercicie de un lago y cuando llegan a la Tierra son extremadamente débiles, de forma que su detección es muy compleja.
Aunque cuando miramos al cielo de noche podemos tener la impresión de que el espacio está vacío, la teoría de la relatividad de Albert Einstein indica que esta apariencia engaña. Según dicha teoría, el espacio-tiempo es como un tejido de cuatro dimensiones (tres de espacio y una de tiempo). Cuando una masa experimenta una aceleración en el tejido, crea oscilaciones que se propagan por él. Estas oscilaciones en el espacio-tiempo son las ondas gravitacionales.
Neutrinos procedentes del interior de la Vía Láctea
Una colaboración de científicos de IceCube, ha obtenido, por primera vez, pruebas sólidas de que la Vía Láctea es una fuente de emisión de neutrinos de alta energíañ que confirma predicciones teóricas que se hicieron hace más de 40 años.
Los neutrinos, unas partículas extremadamente ligeras y sin carga eléctrica, se generan en el Universo cuando los rayos cósmicos interactúan con el medio interestelar, esto es, con las nubes de gas y polvo que se hallan entre las estrellas. En estos mismos procesos también se emite radiación electromagnética muy energética, los llamados rayos gamma.
Los neutrinos, en cambio, al no tener carga, avanzan en línea recta y, además, tienen la ventaja de que prácticamente no interactúan con el medio interestelar. Los neutrinos son rastreadores de fuentes de rayos cósmicos.
You must be logged in to post a comment Login