Tres Asociaciones de Defensa del Patrimonio a la que se han sumado otras siete, han trasladado al Ayuntamiento de Marchena un escrito expresando la necesidad de actuar de manera urgente para evitar el peligro de derrumbe y el peligro de expolio en las ruinas de Santa Eulalia «en piezas de gran valor patrimonial».
Al mismo tiempo las asociaciones han iniciado una serie de contactos con la prensa para dar a conocer la situación de dicho bien patrimonial, apareciendo publicaciones a nivel nacional en medios como El País, en un artículo firmado por Enrique Bocanegra.
Las asociaciones Hispania Nostra, Acupamar y la Asociación de Amigos de Santa Eulalia firman este escrito en el que instan «a las instituciones públicas y privadas y también a la ciudadanía en general a evitar la desaparición material de lo que aún permanece en pie del que fuera el primer convento de la historia de Marchena, rescatar del olvido su historia, para que pueda ser divulgada y conocida y «elaborar un proyecto que ponga en valor toda la zona que rodea a este bien patrimonial dando los pasos necesarios para su declaración como Bien de Interés Cultural para que vecinos y visitantes puedan disfrutar del recinto histórico».
El escrito está firmado por Manuel Guisado Torres, presidente de la Asociación de Amigos del Convento de Santa Eulalia, José María Díaz Luque, presidente de la Asociación Cultural por el patrimonio de Marchena, Acupamar y Enrique Bocanegra delegado en Andalucía de la Asociación Hispania Nostra, colaborador de El País y director de la Casa Museo Velázquez de Sevilla, que ha impulsado el cambio de nombre del Aeropuerto de Sevilla, por Aeropuerto Diego Velázquez.
Además se han adherido al comunicado siete asociaciones patrimoniales de fuera de Marchena. La Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del patrimonio histórico Ben Baso, ADEPA, Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía, Asociación Amigos de Écija, Asociación Puerta del Agua de Aguilar de la Fronteras, la Asociación Cultural Torre Del Moral de Lucena, la Asociación los Dólmenes de Valencina-Guzmán, y la Asociación Cultural de Amigos de la Historia, Padre Flores de Alcalá de Guadaira.
La reciente publicación de una investigación sobre el hallazgo de un pedestal romano que se encuentra en una de las esquinas de sus muros de Santa Eulalia, demuestra la importancia de lo que todavía se encierra entre los restos del exconvento de Santa Eulalia «que pretendemos preservar. igualmente demuestra la importancia y urgencia de una actuación por parte de las administraciones para evitar la destrucción y desaparición de piezas que allí se encuentran y que son de enorme interés» expone el comunicado. De hecho se cree que el convento puede estar rodeado de un yacimiento romano al estar ubicado en un importante cruce de caminos del periodo romano, tal y como se expuso en las recientes jornadas, donde se presento el hallazgo del municipio romano de Marchena.
Santa Eulalia
En 2019 la Asociación Hispania Nostra incluyó este bien cultural en su lista roja de Patrimonio debido a su casi total ruina y gran deterioro. A partir de esta publicación un grupo de marcheneros comprometidos en la conservación patrimonial han elaborado una breve publicación para dar a conocer la importancia de este enclave y decidieron ponerse en contacto con la propiedad de los terrenos colindantes para buscar soluciones a la situación de ruina y abandono del exconvento. resultando estos contactos «totalmente infructuosos» según expresa el comunicado.
Fundado en 1420, durante más de 400 años el convento de Santa Eulalia ha sido un referente tanto de la orden que lo fundó los franciscanos Recoletos como el resto de ermitas y conventos de la zona. Una parte de la historia de Marchena se encierra entre estos muro incluso pudiendo fraguarse dentro de ellos. La invasión francesa y proceso desamortizador provocó la extracción de los monjes y la dispersión y enajenación de sus bienes.
En 1868 cuando se vende la finca que está junto al convento ya se habla de «las ruinas del convento de Santa Eulalia. Después de siglo y medio y a pesar del abandono del lugar aún permanece en pie una parte importante de sus muros aunque con graves problemas de desprendimientos»