A cada cerdo le llega su San Martín. Pasado el once de noviembre, el aire de nuestros pueblos se inunda de olor a pimentón y especias el alba de los dias de otoño apenas despunta, aroma familiar que despierta nuestra memoria ancestral.
Es día de matanza, quizás es uno de los últimos rituales auténticos que sobreviven en la campiña sevillana, donde la tradición se resiste a convertirse en mero recuerdo. Era el dia mas importante del año para muchas familias, cuando se reunían para asistir a un ritual ancestral. El nivel económico de la familia se medía según los cerdos que se mataban cada año, lo habitual era uno, pero podían ser dos y hasta tres por año.
Los puestos de chorizo y morcilla del «Abuelito» en el mercado de abastos de Marchena se encargan de recordarnos que este ritual sigue vivo y que sigue estando entre los productos más típicos y buscados en Marchena que se puede comprar en nuestro mercado de abastos. Y que no falte.
Carnicero en la Plaza de Abastos de Marchena.
Muchos de nosotros tenemos memorias ancestrales de esta tradición que por suerte ha quedado fijada y recogida en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucia, donde no solo se registran imágenes sino información del origen de este saber ancestral y popular, para recordar a las nuevas generaciones de donde venimos. Y es que el de matarife siempre fue un oficio demandado en Marchena.
La gastronomía asociada al cerdo en Andalucía es extensa y celebrada en todo el mundo. Productos emblemáticos como el jamón ibérico de bellota son verdaderos tesoros culinarios, elaborados con técnicas transmitidas de generación en generación.
No menos apetecibles están los Chorizos y morcillas, el Lomo en manteca, el adobo y los torreznos que servia para conservación la carne en grasa de cerdo durante meses cuando no habia frigorificos. La pringá Mezcla la carne, el chorizo y la morcilla cocinada en el caldo del puchero. Los Andrajos y gachas, cocina popular que aprovecha los restos de la matanza. Hasta las manitas de cerdo eran cocinadas a fuego lento en guisos especiados.
En el mercado de agbastos de Marchena no faltan los buenos carniceros y muchos otros productos, herederos de los oficios artesanales.
DE TRADICIÓN A EVENTO TURÍSTICO
Convertido en un atractivo gastronómico, varias localidades mantienen viva la tradición de la matanza del cerdo a través de festivales gastronómicos como El Real de la Jara que celebra anualmente el «Rito Gastronómico de la Matanza del Cerdo Ibérico», en marzo incluyendo elaboración tradicional de productos ibéricos, concurso de corte de jamón y actuaciones musicales en directo. Montellano celebra la II Feria de la Matanza y Productos Tradicionales, una iniciativa para poner en valor y promocionar los productos del cerdo.
Seña de identidad
Los romanos ya consideraba un manjar y se practicaba la salazón de jamones. Con la llegada de los musulmanes, el consumo de cerdo se redujo significativamente debido a restricciones religiosas, pero tras la Reconquista, se convirtió en símbolo de identidad cristiana y cultural.
Matanza en los montes de Málaga. IAPH.
La Sabiduría del Matarife
«A cada cerdo le llega su San Martín», murmura el matarife mientras afila cuidadosamente su cuchillo. El 11 de noviembre, día de San Martín de Tours, marcaba históricamente el inicio de la temporada de matanzas en muchas regiones. Este momento coincidía con el final de la época de engorde de los cerdos, que habían estado alimentándose de bellotas en las dehesas. Con décadas de experiencia, un buen matarife conoce cada paso de este ritual milenario. El oficio se está perdiendo pero ellos manteniendo la tradición como le enseñaron sus padres.
No es solo quien sacrifica al animal, sino un maestro de ceremonias que coordina una coreografía perfectamente sincronizada. Seis u ocho personas participan en el primer acto: sujetar al animal, atarlo con precisión, prepararlo para un sacrificio que debe ser rápido y certero.
El Arte del Despiece
A medida que avanza la mañana, el patio de la casa se convertía en un taller artesanal.El ritual sigue un orden ancestral: tras el sacrificio viene el pelado, que puede hacerse con agua hirviendo o, en su versión más moderna, con soplete de butano. Luego la limpieza meticulosa, el despiece cuidadoso. Cada parte tiene su destino, cada corte su técnica. Como reza el refrán: «Del cerdo, hasta los andares». Antaño mujeres y hombres teníann su papel definido pero hoy todo es más colaborativo.
Elaboración de morcillas.
La Alquimia de los Embutidos
El mapa de Andalucía se dibuja también con especias. En la Sierra de Huelva, el pimentón picante marca territorio. Por el Valle del Guadalquivir, el pimentón dulce domina el paisaje, mientras que en la Axarquía, el hinojo silvestre añade un toque único.
Pimentón. Fuente IAPH.
En un rincón del patio, sobre una mesa de madera desgastada por generaciones las mujeres preparan las mezclas para los embutidos. En cada familia, un antiguo papel guarda una receta manuscrita que vale más que el oro: la proporción exacta de especias para sus embutidos.
La calidad está en la carne magra y el tocino bien escogido. Este equilibrio entre carne y grasa es el corazón del chorizo, pero el verdadero carácter andaluz se encuentra en los ingredientes que lo acompañan. Por eso no hay dos chorizos iguales en todo el pueblo.
Elaborando chorizos. Foto IAPH.
El pimentón reina como el monarca indiscutible del chorizo. Veinticinco gramos por kilo de carne, mas o menos. Pero no es solo cantidad, es calidad. El pimentón tiene que ser nuevo, recién molido, con ese color que parece que sangra cuando lo tocas y si es de la Vera extremeña mejor, por cercania y por calidad y además tienen ese toque ahumado que no tienen los de Murcia.
Para la morcilla, el clavo y la pimienta son como un matrimonio. Un gramo de más o de menos, y ya no es lo mismo.
La elaboración es un arte preciso. La morcilla requiere su proporción exacta de grasa y sangre, el chorizo su punto justo de carne y pimentón. Las tripas, cuando se utilizan las naturales, deben lavarse con extremo cuidado. Todo se aprovecha, todo tiene su uso, desde los huesos que se conservarán en sal para echa´rselo al puchero hasta la última porción de carne.
Los ajos, frescos y machacados con determinación, son otro pilar fundamental. Seis dientes por kilo, mas o menos. El ajo no solo da sabor, conserva el embutido de forma natural, como lo hacían nuestros abuelos.
La matanza siempre acababa en fiesta, y aunque en Andalucia lo mas habitual era cantar sevillanas y fundangos, en otras regiones de España se han conservado cantes de matanza, como este «Son de Matanza» propio del folclore tradicional de los campos de Toledo, grabado por el el grupo Vigüela, originario de El Carpio de Tajo.
Usaron instrumentos habitules en la labor, como el mortero, usado para machacar los ajos, o la botella de anis,que no faltaba desde temprano en las matanzas, además de La zambomba, que se usaba desde octubre a diciembre época en que los campanilleros recorrían los pueblos y ciudades de Andalucia.
Imaginen por un momento las calles de Marchena a finales del siglo XVI. Entre el ir y venir de vecinos, un joven aprendiz de carpintero afina su gubia en el taller familiar. Sus manos, ya curtidas por la madera, aún no saben que están destinadas a definir el paisaje urbano de una de las ciudades más importantes del mundo: Sevilla.
El libro «Breve compendio de la Carpintería de lo blanco» (1633), escrito por Diego López de Arenas, es una obra fundamental en la historia de la carpintería.
Hoy, los carpinteros contemporáneos, arquitectos y amantes del diseño tienen en esta obra un recordatorio de que las soluciones más sofisticadas suelen nacer de las ideas más simples. Y para quienes pasean por Marchena o Sevilla, ciudades llenas de historias y detalles arquitectónicos que guardan el espíritu de López de Arenas, este libro es un homenaje al conocimiento práctico que levantó esos muros y techumbres que aún desafían el paso del tiempo.
Cuando el joven Diego López de Arenas llegó a Sevilla desde Marchena, se encontró con una ciudad que era el epicentro del comercio mundial. Sus calles bullían de comerciantes de todas las naciones, sus casas se alzaban orgullosas con sus patios y tirasoles, y los alarifes -los maestros constructores- eran los guardianes de un conocimiento técnico que se transmitía de generación en generación. Ese conocimiento, que López de Arenas acabaría dominando y plasmando en su famoso tratado, tenía sus raíces en la tradición constructiva de pueblos como Marchena
Diego López de Arenas, marchenero de nacimiento y maestro mayor de alarifes de Sevilla. ¿Pero qué hacía exactamente un maestro de alarifes? En la Sevilla del siglo XVI, estos maestros eran los arquitectos municipales de su tiempo. Supervisaban obras, resolvían conflictos constructivos y, lo más importante, decidían cómo debían ser las casas, palacios y edificios públicos que hoy admiramos como joyas históricas.
López de Arenas no se conformó con dominar el oficio: lo revolucionó. Su obra maestra, «Breve Compendio de la Carpintería de lo Blanco» (1633), se convirtió en el manual de referencia para construir las espectaculares armaduras de madera que todavía hoy podemos admirar en iglesias y palacios. Esas techumbres que nos hacen levantar la vista y contener el aliento en la iglesia de San Juan de Marchena o en numerosos edificios sevillanos llevan el sello de sus enseñanzas.
Un tratado que documenta técnicas y conocimientos de la carpintería de lo blanco, una tradición profundamente arraigada en el arte mudéjar. El arte mudéjar, desarrollado en la España cristiana medieval y renacentista, se caracteriza por la influencia de artesanos musulmanes que permanecieron en territorio cristiano tras la Reconquista. Estos artesanos aportaron técnicas y estilos islámicos a la arquitectura y artes decorativas cristianas, creando una fusión única.
Al documentar detalladamente métodos como el uso de cartabones, lazos y ensamblajes característicos de la carpintería mudéjar, López de Arenas contribuyó a la continuidad y evolución de esta tradición en la arquitectura española. Su tratado es una fuente invaluable para comprender cómo las técnicas musulmanas se integraron y adaptaron en el contexto cristiano, reflejando la riqueza cultural resultante de siglos de convivencia y mestizaje en la península ibérica.
Las «Inmobiliarias de Dios»: El poder tras los ladrillos de la Sevilla dorada
Mientras Diego López de Arenas aprendía los secretos de la carpintería en las calles de Marchena, las instituciones religiosas de Sevilla manejaban un imperio inmobiliario que hoy nos dejaría boquiabiertos. La Catedral y los principales hospitales (el del Amor de Dios, las Bubas, las Cinco Llagas, el Cardenal y el Espíritu Santo) eran los auténticos «caseros» de la ciudad más rica del mundo.
Imaginen esto: de los 1.700 documentos de propiedades estudiados en la investigación de María Núñez-González, todos pertenecían a estas instituciones religiosas. Casas, tiendas, mesones, corrales de vecinos… la Iglesia no solo guardaba almas, también guardaba las llaves de media ciudad.
¿Pero cómo funcionaba este peculiar negocio inmobiliario del siglo XVI? Con una precisión que sorprendería a cualquier agente inmobiliario actual. Cada propiedad era minuciosamente documentada en los llamados «apeos»: documentos notariales que describían hasta el último rincón de cada edificio, desde el patio hasta el último tirasol.
Y aquí es donde entra en escena nuestro paisano. Cuando Diego López de Arenas alcanzó el cargo de maestro mayor de alarifes en Sevilla, se convirtió en una pieza clave de este engranaje. Los alarifes eran los ojos técnicos de estas «inmobiliarias divinas», encargados de inspeccionar, valorar y supervisar este vasto patrimonio edificado.
La conexión con Marchena no termina ahí. Este sistema de gestión inmobiliaria no era exclusivo de Sevilla. Las instituciones religiosas de nuestra localidad seguían patrones similares. Muchas de las casas señoriales y edificios históricos que hoy admiramos en Marchena fueron en su día parte de este peculiar mercado inmobiliario sacro.
El poder de estas instituciones era tal que dictaban incluso cómo debían construirse los edificios. Los conocimientos técnicos que López de Arenas plasmó en su famoso tratado no solo reflejaban una tradición artesanal, sino también las exigencias de estos poderosos propietarios eclesiásticos.
La esperada secuela de Gladiator llega más de dos décadas después del clásico original, y todo apunta a que Ridley Scott ha logrado una obra digna de su predecesora. Con un elenco estelar encabezado por Paul Mescal, Pedro Pascal y Denzel Washington, Gladiator 2 explora la vida de Lucius, sobrino del emperador Cómodo, ahora un hombre que lucha por su destino en un Imperio Romano plagado de violencia y traición.
La trama se sitúa años después de los eventos del film original. Lucius, inspirado por el heroísmo de Máximus, se ve obligado a enfrentarse al despiadado sistema romano, ingresando a la arena como gladiador. En esta ocasión, las luchas no solo son físicas, sino profundamente emocionales, con un enfoque en las dinámicas de poder y el precio de la libertad. Pedro Pascal interpreta al general Marco Acacio, una figura clave en el desarrollo de Lucius, mientras que Denzel Washington da vida a un antiguo esclavo convertido en mentor.
Visualmente, Gladiator 2 eleva el nivel. Las secuencias de batalla son más crudas y espectaculares que en la primera entrega, con un enfoque en el realismo brutal que no escatima en detalles. La crítica ha señalado que esta entrega es «más grande, más violenta y más emocionalmente impactante», algo que puede colocarlo en la carrera por los premios Oscar, especialmente por las actuaciones destacadas de su elenco y la dirección magistral de Scott.
En cuanto a los aspectos técnicos, la fotografía y la música vuelven a transportar al espectador al mundo del antiguo Imperio Romano, combinando nostalgia con innovaciones narrativas y visuales. Con su estreno programado para el 15 de noviembre, esta épica promete no solo satisfacer a los fanáticos de la original, sino también conquistar a una nueva generación de espectadores.
La Bienal de Flamenco celebra el Día Internacional del Flamenco regalando un momento especial en el marco del 21 Festival de Cine de Sevilla. Este sábado, durante el anuncio del palmarés oficial, la cantaora onubense Sandra Carrasco interpretará dos temas de su espectáculo «Recordando a Marchena».
Este tributo, creado junto al guitarrista David de Arahal, revive el legado del célebre cantaor Pepe Marchena, con un enfoque que combina fidelidad histórica y reinterpretación artística. Desde su estreno en 2022, el espectáculo ha sido un éxito de crítica y público, destacando la delicadeza con la que Carrasco y De Arahal abordan el cante clásico y la tradición flamenca.
Sandra Carrasco cantará la ‘Milonga del Melón Sabrosa’, y seguidamente interpretará «Entre mis manos’, acompañada por Los Mellis de Huelva al compás». Ambas piezas son extractos de ‘Recordando a Marchena’, un espectáculo tributo a Pepe Marchena creado junto al guitarrista David de Arahal que, desde su estreno a finales de 2022, ha sido un éxito de crítica y público. El proyecto, que ha sido inmortalizado en un libro-disco grabado en directo, culminará su gira de más de dos años el próximo 11 de febrero en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
El espectáculo «Recordando a Marchena» de Sandra Carrasco y David de Arahal continuará su gira hasta febrero de 2025. Se estrenó en Sevilla a finales de 2022 y desde entonces ha recorrido diferentes ciudades y festivales. Ha tenido una exitosa presentación internacional en Le Poisson Rouge de Nueva York. Próximamente se presentará en eventos importantes como el Festival de Música y Danza de Granada y en el Gran Teatro de Huelva. La gira concluirá con una presentación final en Madrid en febrero de 2025
Contexto de Pepe Marchena en el cine
Pepe Marchena tuvo una estrecha relación con el cine, participando en películas como Paloma de mis amores (1935), María del Carmen (1935), La Dolores (1936) y Martingala (1940). Además, colaboró con grandes figuras como Concha Piquer, Lola Flores y Concha Velasco, dejando una huella importante en la cinematografía y el flamenco.
El Flamenco en la Gran Pantalla: La Huella de Pepe Marchena
En los albores del cine español, cuando el celuloide aún era una novedad y el sonido apenas comenzaba a acompañar a las imágenes, un cantaor de Marchena se atrevió a dar el salto a la gran pantalla. Pepe Marchena, el «Niño de Marchena», no solo conquistó los escenarios con su voz prodigiosa, sino que también dejó su impronta en el séptimo arte.Corría el año 1935 cuando Marchena debutó en «Paloma de mis amores», acompañado por la bailarina Ana María y el guitarrista Ramón Montoya.
Aquella primera incursión en el cine marcó el inicio de una relación que se extendería por dos décadas, entrelazando el flamenco con la narrativa cinematográfica de una manera única.La versatilidad de Marchena quedó patente en sus siguientes trabajos. En «María del Carmen», ambientada en la huerta murciana, su cante se fundió con los paisajes rurales, mientras que en «La Dolores» se atrevió con un papel dramático como el Sargento Rojas, junto a la gran Concha Piquer.Pero fue quizás «Martingala», en 1940, la que catapultó a Marchena como estrella de cine.
Compartiendo cartel con una jovencísima Lola Flores, la película arrasó en taquilla, demostrando que el flamenco podía ser un poderoso reclamo para el público cinematográfico.
No todo fueron éxitos, sin embargo. «Aires de Ronda», rodada en 1943, nunca llegó a estrenarse, quedando como una curiosidad en la filmografía del cantaor. A pesar de este tropiezo,
Marchena cerró su periplo cinematográfico por todo lo alto con «La reina mora» en 1955, una comedia en color que adaptaba la zarzuela de los hermanos Quintero.La presencia de Marchena en el cine no solo sirvió para amplificar su fama como cantaor, sino que también contribuyó a llevar el flamenco a nuevos públicos.
En una época en la que la «Ópera Flamenca» estaba en su apogeo, el cine se convirtió en un vehículo más para difundir este arte.Hoy, casi setenta años después de su última aparición en la gran pantalla, las películas de Pepe Marchena son un testimonio valioso de una época en la que el flamenco y el cine español caminaron de la mano. Su legado, tanto en el cante como en la pantalla, sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas que buscan fusionar tradición y modernidad.
Pepe Marchena y el cine
Paloma de mis amores (1935): Esta fue la primera película en la que participó Pepe Marchena. En ella, fue acompañado por la bailarina Ana María y el guitarrista Ramón Montoya. La película fue dirigida por Eduardo Roldán para Ediciones Cinearte
María del Carmen (1935): Su segunda película, dirigida por Marcel Gras y producida por HIAF. La trama se desarrollaba en un ambiente rural típico de la huerta murciana, donde Marchena tuvo destacadas intervenciones.
La Filmoteca de la Región de Murcia recuperó en 2019 3l largometraje, dirigido por Max Joly y Marcel Gras, rodada en Alcantarilla, Santomera y es una adaptación de la obra teatral de José Feliu y Codina. La pelicula fue restaurada en los Laboratorios Iskra de Madrid, por la Filmoteca Española y la Cinemateca Francesa, donde se conservaba el material original entregada por el director.
La Dolores (1940): En esta adaptación cinematográfica de la zarzuela homónima de Feliú y Codina, Marchena interpretó el papel del Sargento Rojas. La película fue dirigida por Florián Rey y protagonizada por Concha Piquer
Martingala (1940): Basada en una obra de Felipe Sassone y Antonio Quintero, esta película fue dirigida por Fernando Mignoni para los estudios CEA. Marchena compartió protagonismo con Lola Flores, María del Carmen y Rafael Arcos, entre otros. La película tuvo un notable éxito de taquilla
Aires de Ronda (1943): Esta película, sin embargo, no llegó a estrenarse
La reina mora (1955): Rodada en color (ferrania-color) en los estudios Chamartín para Cervantes Films, esta comedia se basaba en una zarzuela de los hermanos Quintero. Marchena compartió reparto con Antoñita Moreno, Miguel Ligero y Antonio Riquelme, entre otros
21:00 h:Concierto de Marchas Procesionales – Banda de Cornetas y Tambores María Stma. de la Palma (Marchena). Iglesia de los Gitanos Sevilla.
16 de noviembre
21:00 h:Carmen Souza. Festival de Jazz.
Descripción: La talentosa Carmen Souza deleitará al público con su música, prometiendo una velada llena de ritmo y melodías cautivadoras.
16 de noviembre, 20:00 h: El reconocido experto Manuel Reyes Torres nos sumergirá en el mundo del «Flamenco Universal» en una conferencia ilustrada. Biblioteca Municipal de Marchena. Entrada libre.
Descripción: La banda «Janis, Big Mike y la Holding» rendirá homenaje a la legendaria Janis Joplin, recreando fielmente su música y energía en una velada inolvidable.
20 de noviembre
Taller «¿Qué me estás contando?»
Horario: 17:00 h – 18:00 h
Lugar: Biblioteca Pública Municipal «José Fernando Alcaide Aguilar»
Descripción: Segunda sesión de narración oral a cargo de Ángeles Fernández, dentro de la Campaña de Animación a la Lectura para la conciliación de la vida familiar y laboral, por la Igualdad y contra la Violencia de Género.
22 de noviembre: Richard Ray Farrell Blues Band (21:00 h). Una oportunidad para disfrutar del blues en su máxima expresión con este guitarrista y cantante de renombre internacional.
23 de noviembre: Vericuetus Swing (21:00 h). Una banda que garantiza diversión y energía a través del swing, perfecto para una velada animada.
23 de noviembre. Concierto Tributo a Manolo García y El Último de la Fila
Hora: 20:30 h
Lugar: Sala Akasha
Descripción: Actuacion de la Banda García Tributo Banda.
23 de noviembre
5ª Jornada de Orientación 2024
Lugar: Marchena
Descripción: Clausura de la temporada de orientación con la quinta jornada del circuito provincial.
II Festival Romano de Marchena
Fecha: 23 y 24 de noviembre de 2024
Lugar: Marchena
Descripción: Marchena celebrará su segundo Festival Romano, con actividades que incluyen desfiles, recreaciones históricas, talleres y gastronomía típica de la época
27 de noviembre
Taller «¿Qué me estás contando?»
Horario: 17:00 h – 18:00 h
Lugar: Biblioteca Pública Municipal «José Fernando Alcaide Aguilar»
Descripción: Tercera sesión de narración oral a cargo de Ángeles Fernández, dentro de la Campaña de Animación a la Lectura para la conciliación de la vida familiar y laboral, por la Igualdad y contra la Violencia de Género.
Actividad: Club de lectura ‘Pilar Guerrero’. Fecha: Jueves, 28 de noviembre de 2024. Horario: 19:00 – 20:30
Descripción: Coloquio literario sobre «Querida hija» de Marianne Fredriksson, organizado por el Foro Social de Marchena en colaboración con la biblioteca, el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Marchena y el Centro de Documentación ‘María Zambrano’.
Lugar: Salón de actos de la Biblioteca Pública Municipal ‘José Fernando Alcaide Aguilar’
Acceso: Libre y gratuito.
29 de noviembre: Andalucía Big Band (21:00 h). Cerrando el festival, esta agrupación llevará a escena una experiencia inolvidable con arreglos clásicos y modernos.
El Sabor de la Marchena Flamenca
Fecha: 30 de noviembre de 2024
Hora: 11:00 h
Lugar: Plaza de los Melchores, Marchena
Descripción: «El Sabor de la Marchena Flamenca» ofrece una experiencia que fusiona el arte flamenco con la enología. Los asistentes podrán sumergirse en la rica tradición cultural y vinícola de la región, disfrutando de actuaciones flamencas y degustaciones de vinos de Jerez.
La Sala Carrera de Marchena se convertirá esta noche en un rincón de Cabo Verde gracias a la actuación de Carmen Souza en el festival de Jazz. Esta carismática cantante, conocida por su voz cálida y su estilo inconfundible, fusiona el jazz con los ritmos tradicionales de su tierra natal.
Carmen Souza es una cantante y compositora nacida en Lisboa, residente e Londres y de ascendencia en caboverdiana que ha cautivado al público internacional con su voz única y su estilo musical, que combina el jazz con elementos de la música tradicional de Cabo Verde. Nacida en la isla de Santiago, Souza comenzó su carrera musical a temprana edad, y desde entonces ha colaborado con músicos de renombre como Tito Puente y Gilberto Gil. Sus álbumes han recibido numerosos premios y reconocimientos, consolidando su posición como una de las artistas más importantes de la música mundial.
Todas las actuaciones son en la Sala Carrera, ubicada en la Calle Carrera, 3.
El programa de conciertos arrancará el 14 de noviembre a las 20:00 horas con una entrada gratuita al concierto didáctico de Dan Kaplan & The Krooked Tree, ideal para iniciarse en el mundo del jazz y disfrutar de una experiencia educativa y entretenida.
El 16 de noviembre a las 21:00 horas, la conocida artista Carmen Souza llenará la sala con su estilo único por solo 3 euros, ofreciendo un viaje sonoro que mezcla influencias del jazz y de la música tradicional.
La Richard Ray Farrell Blues Band tomará el relevo el 22 de noviembre, también a las 21:00 horas, para aquellos que disfrutan de la fusión entre el jazz y el blues, con un coste de 3 euros la entrada.
El 23 de noviembre, los ritmos de Vericuetos Swing prometen una noche vibrante, comenzando a las 20:00 horas y con entradas a 3 euros, invitando al público a sumergirse en el swing y la improvisación que caracterizan a este estilo.
El festival concluirá el 29 de noviembre a las 21:00 horas con la presentación de la Andalucía Big Band, un conjunto que seguramente cerrará el evento con una actuación de gran envergadura, también a un precio de entrada de 3 euros.
Las entradas para cada concierto pueden adquirirse en la Oficina de Turismo de Marchena. Este festival, organizado en colaboración con la Diputación de Sevilla y el Ayuntamiento de Marchena, es una oportunidad única para disfrutar de la riqueza y diversidad del jazz en un ambiente íntimo y accesible para todos los públicos.