Vida natural es una sección de Manuel Corral. Ambientalista y colaborador de Revista Saber Mas.
El río Corbones a su paso por el término de Marchena tuvo antaño un bosque galería muy bien conservado y con una importante biodiversidad.
Bosque de Sierra Morena.
Aunque el clima mediterráneo se caracteriza cada vez más por veranos prolongados y secos , batiendo récords anuales por ausencia de lluvias y altas temperaturas, existen reductos en Sierra Morena donde la humedad proporcionada por los cursos de agua y la densidad del bosque galería o de ribera configura un paisaje más parecido a los bosques atlántico-oceánicos con altos índices de evapotranspiración que al bosque mediterráneo.
Lechuza oculta.
Jabalí.
En estos bosques riparios podemos encontrar alisedas, fresnedas, alamedas, choperas así como una amplia variedad de matorrales o sotobosque asociados a estos ambientes más húmedos. Cuando las altas temperaturas se tornan agobiantes y peligrosas, gran parte de la vida del bosque se refugia en las densas sombras de estos árboles que como sierpe en perentoria huida acompañan a los cursos de agua en su discurrir; a veces sobre la superficie y otras bajo el lecho seco de ríos y arroyos.
Sotobosque de helechos.
Y como la benignidad del ambiente invita a la meditación y a prolijas reflexiones , me asaltan recuerdos de la secta filosófica creada por Antístenes y Diógenes de Sinope, allá en la Grecia Clásica: los cínicos.
Culebra bastarda.
Doctrina filosófica precursora del naturismo moderno cuyos estudiantes y seguidores preferían seguir las directrices de las leyes de la Naturaleza y no la de los hombres; que tomaron como modelo la vida equilibrada en contacto con la naturaleza como medio para la autosuficiencia y por ende para alcanzar la felicidad y el desarrollo espiritual ; que tomaron como ejemplo de ética el comportamiento de los animales. Creo que estos cínicos no estaban muy equivocados, sobre todo después de que la ciencia actual haya corroborado los beneficios para nuestro equilibrio físico-mental el contacto frecuente con la vida natural, los bosques y los animales. Por desgracia, con el paso de los siglos, el término cínico amplió sus acepción y adoptó un significado más peyorativo, tal y como hoy en día la usamos.
Palomas torcaces saciando su sed.
Selvas de Sierra Morena.
Los sírfidos son moscas que se disfrazan de insectos peligrosos como las avispas para ahuyentar a los depredadores.
José Rodríguez alimentando y dando de beber a un buitre leonado que estuvo a punto de morir de inanición.
Stanley Kubrick, uno de los directores más influyentes del cine mundial, llevó a la pantalla grande en 1968 una odisea espacial que trascendería más allá de su tiempo: «2001: Una Odisea del Espacio».
Un film que trataba de temas trascendentales como la evolución humana, la tecnología, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre, marcaría una pauta para futuras producciones de ciencia ficción y establecería una visión de futuro inquietantemente precisa.
La película es aclamada por sus efectos visuales revolucionarios y su realismo científico, sumado a un uso innovador del sonido y a la creación de una de las IA más emblemáticas en la historia del cine: HAL 9000 [3]. HAL, el asistente de conversación y control de la nave espacial Discovery One, se convierte en un personaje central al rebelarse contra la tripulación.
Este personaje de inteligencia artificial se convierte en un villano icónico al representar el miedo existencial de la humanidad a perder el control frente a las máquinas.
Además de HAL 9000, 2001: Una Odisea del Espacio también presentó otros conceptos futuristas. Muestra escenas de videoconferencias, algo que hoy es común gracias a las tecnologías de comunicación modernas.
Asimismo, se puede apreciar un tipo de asistente de conversación, una tecnología que es cada vez más prevalente hoy en día gracias a los avances en el campo de la inteligencia artificial, y que se utiliza para tareas que van desde las consultas de información básica hasta la generación de historias y libros completos.
En un plano más profundo, la película trata la relación entre el hombre y la máquina, mostrando cómo la creciente dependencia de la humanidad de la tecnología puede convertirse en una lucha por el control y la supervivencia. Este tema es especialmente relevante en la actualidad, en un mundo cada vez más controlado por algoritmos y datos. La película fue premonitoria al abordar las posibles consecuencias de dejar en manos de la inteligencia artificial decisiones de vida o muerte.
«2001: Una Odisea del Espacio» se mantiene en el tiempo como una película influyente y relevante. A pesar de que la inteligencia artificial actual aún no ha alcanzado el nivel de autonomía y conciencia de HAL 9000, los avances constantes en este campo sugieren que los dilemas éticos y filosóficos.
LA IA EN EL ARTE
La inteligencia artificial (IA) ha sido un tema recurrente tanto en la literatura como en el cine. En la literatura, uno de los primeros ejemplos de inteligencia artificial puede ser la figura del Golem de la tradición judía o el autómata fraudulento conocido como «El Turco» que jugaba al ajedrez.
Además, en «Frankenstein» de Mary Shelley, se aborda la idea de seres creados por humanos que demuestran algún nivel de inteligencia. Actualmente, la IA en la Literatura va desde la reinterpretación de clásicos literarios hasta la generación automática de textos y la ayuda en la corrección y traducción de obras literarias. Incluso, se han llegado a publicar libros generados por IA, demostrando el potencial de esta tecnología en la creación literaria lo cual esta creando problemas legales, y éticos.
En cuanto al cine, las primeras exploraciones de la inteligencia artificial en la pantalla grande llegaron de la mano del expresionismo alemán con películas como «El Golem» y «Metropolis», introduciendo reflexiones filosóficas sobre la IA.
En la década de 1930, el monstruo de Frankenstein se convirtió en un ejemplo prototípico de IA en el cine.
A lo largo del tiempo, películas icónicas como «2001: A Space Odyssey», «Blade Runner», y «The Terminator» han abordado el tema de la IA, ya sea a través de computadoras inteligentes, humanoides replicantes o robots con misiones específicas.
Valentín González Centeno nacido en Marchena miembro de la Real Sociedad de Medicina de Sevilla escribió en 1772 el tratado «Porqué la piedra imán es remedio para los dolores».
Una de las primeras obras sobre la aplicación de imanes con fines medicinales publicada en Sevilla en 1772 fue escrita por el marchenero Valentín Gonzalez Centeno que experimentó por sí mismo las virtudes medicinales de la piedra imán.
Valentín González Centeno Deshechaba la opinión de Vans Wieten que dice producir sus efectos medicinales atrayendo las partículas infinitesimales del hierro pero no habiendo tenido lugar en la reposición, quedaban como aisladas en el cuerpo.
También escribió otras obras desechando mitos sobre la menstruación, sobre enfermedades que pueden fingirse y sobre la leche materna, además creía que las enfermedades del alma o las que producen «la pasión de los ánimos» no podían curarse por medios físicos, sino «filosóficos».
Actualmente los efectos de la terapia del imán en el alivio del dolor más allá de la respuesta al placebo inespecífica no se han demostrado de manera adecuada. Una revisión sistemática de 2008 de la magnetoterapia para todas las indicaciones no encontró pruebas de alivio del dolor.
Desde que Faraday en 1832 publicó la primera imagen de las líneas de flujo alrededor de un magneto se ha descubierto que no solo los metales tienen propiedad magnética, también los compuestos orgánicos. El primer material orgánico no metálico con propiedades ferromagnéticas descubierto en 1991, fue la nitrofenil. Dentro de las células humanas se sabe que el biomagnetismo es un hecho que pueden ayudar a detectar encimas, proteínas, y virus y se pueden usar en el tratamiento de algunas enfermedades.
Actualmente las terapias alternativas de biomagnestismo piensan que los imanes ayudan a equilibrar el PH de la sangre humana contribuyendo a alcalinizar el organismo humano, lo que contribuiría, según ésta teoría a la desaparición de bacterias, parásitos, etc.
No obstante la ciencia estima actualmente que los imanes no tienen poder curativo sobre el cuerpo humano. Un informe estadounidense de la Fundación Nacional para la Ciencia señaló que la terapia del imán no tiene «nada científico».