La inauguración de la Real Feria de Écija será el 10 de septiembre a las 22:00 horas con el encendido del alumbrado, los himnos y un pasacalles interpretado por el Ateneo Musical de Écija, que posteriormente actuará en la caseta municipal. La novedad este día es la inclusión, también en la inauguración, de fuegos artificiales en conmemoración del 750 aniversario.
Habrá, de nuevo, dos días del niño: el miércoles con atracciones al 50% y el domingo, día en el que se rebajará un euro en el precio de las atracciones. En total, el Real de la Feria contará con 28 casetas, incluidas las casetas guardería, la caseta municipal, y la caseta sin alcohol para menores.
El concierto estrella lo ofrecerá la cantante Merche el sábado de feria, a las 23.00 horas en la caseta municipal. Tras ella, actuará Rockopop. El miércoles será el ecijano Miguel Carrasco el que ofrezca su repertorio fresco y aflamencado, tras la actuación de los coros del CPA de Mayores y “Sartén de Andalucía” . El jueves, se desarrollará el festival “Écija Canta” con artistas ecijanos y, posteriormente, Salvador García “Pitu” subirá al escenario. El cantante de Puerto Real se dio a conocer en el programa de Canal Sur “Yo soy del Sur”.
El viernes de feria se ofrecerá un festival de rock andaluz con los grupos Triana y Alameda. En cuanto al sábado, como decíamos Merche y Rockopop serán los reyes del escenario, mientras que la tarde se llenará con el primer Certamen de Baile por Sevillanas “Ciudad de Écija”.
Ya el domingo, se llevará a cabo la final del certamen de sevillanas y se culminará con un concierto de copla a cargo de Marisol Bizcocho.
Espectáculo Ecuestre.
La plaza de toros de Écija acogerá el sábado una gran corrida de toros mixta en la que veremos a los diestros “El Cid”, Curro Díaz y al novillero ecijano Ortiz Montes, que debutará con picadores en el coso de pinichi. Todos lidiarán astados y novillos de Villamarta. Será a partir de las siete de la tarde del sábado. El domingo, por su parte, se llevará a cabo un espectáculo ecuestre solidario a beneficio del Economato Social Virgen del Valle. Una cita muy interesante que ya el año pasado fue muy bien acogida por el público. Este año, como novedad, tendrá carácter solidario y todo lo que se recaude de las entradas (donativo de 2 euros para mayores de 10 años) irá destinado a esta buena causa.
Cuentan las malas lenguas—y algún marchenero con acceso a documentos ultra secretos—que allá por los años 70, un hombre de Marchena, con su americana de tergal y su bigote bien recortado, asistió a una reunión clandestina en un rascacielos de Nueva York.
La cosa era seria: en aquella sala de altos vuelos se iba a decidir el futuro del mundo. Banqueros, políticos, magnates del turismo… todos reunidos, cigarros en mano, discutiendo sobre cómo vender hasta el último rincón del planeta a las masas ansiosas de experiencias exóticas.
Pero entonces, se levantó el marchenero. Miró a los presentes, carraspeó con autoridad y soltó la frase que cambiaría el curso de la historia:
“The best promotion is no promotion”.
Se hizo un silencio sepulcral. Alguien dejó caer su habano. Otro se quitó las gafas con manos temblorosas. Un ejecutivo japonés murmuró “sugoi”.
El marchenero, sabio y visionario, sabía lo que estaba por venir. Intuía que un día la gente pagaría 5 euros por un café en Sevilla, que en Osuna se pediría cita para tomarse un simple montaito y que en la Giralda habría más turistas que en la cabalgata de los Reyes Magos. Y él, que había probado el café de pucherete de su abuela a 10 pesetas, se estremeció ante semejante distopía.
Así que decidió salvar a su pueblo de semejante destino. Y lo logró.
El legado del marchenero iluminado
Desde aquel día, el dogma sagrado de “no hacer nada por el turismo” se convirtió en la estrategia oficial de Marchena. No se abren las iglesias. Si el turista quiere ver arte, que se busque la vida. Si vienes un fin de semana cualquiera no hay rutas turísticas organizadas. Que cada cual se pierda por el barrio de San Juan como buenamente pueda. No se invierte en promoción. Si el pueblo es bonito, que la gente lo descubra sola.
No hay merchandising cutre. Ni imanes, ni camisetas de “I ❤️ Marchena”. Aquí lo más parecido a un souvenir es una barra de pan calentita de la tahona. No hay turistas en manada. Aquí, si alguien te pregunta en inglés, lo más probable es que sea un Erasmus despistado de Carmona. Un barrio monumental como San Juan, dejado a su suerte, lo que ofrece un genuino ambiente medieval con baches, calles sucias y esa sensación de abandono que recuerda a la España de los años 50.Por eso Marchena se ha salido voluntariamente de todas las rutas y consrocios promocionales que existen o existirán. Por eso cuando vienen proyectos de hoteles o de rutas o de empresas turisticas la respuesta es siempre la misma. No nos interesa. Debe haber una ordenanza que prohiba a los vecinos de Marchena subir un video de las cosas bonitas de su pueblo a las redes, no ovaya a ser que alguien se entera y venga.
¿Por qué esta estrategia es un éxito?
Porque en un mundo saturado de turismo masivo, donde hay que pedir cita previa hasta para tomar un café en Osuna, Marchena ofrece lo que nadie más puede ofrecer: la sensación de estar en un lugar que aún no ha sido descubierto por el turismo.
Es la última frontera de la autenticidad. La bella durmiente de Andalucía. La única villa en la que el turista puede sentirse un aventurero, en lugar de un simple consumidor de experiencias organizadas.
El futuro está escrito… en un cajón olvidado
Los más conspiranoicos dicen que aquel documento con la frase “The best promotion is no promotion” todavía existe, guardado en un polvoriento cajón de alguna multinacional neoyorquina. Y que un día, cuando el turismo masivo colapse el planeta, los altos mandos lo desempolvarán y dirán:
—“Maldita sea, ¡los marcheneros ya lo sabían!”. Y por eso acuñaron aquella frase promocional. Marchena la Bella Desconocida.
Y mientras en Venecia los turistas se ahogan en góndolas de plástico y en Sevilla se paga 8 euros por una tapa de ensaladilla, Marchena seguirá igual: tranquila, desconocida y sin hordas de turistas molestos. En un sorprendente giro del destino, Marchena ha sido catalogada como el pueblo perfecto para una escapada de fin de semana por el diario El Español. Y no es de extrañar. Porque aquí, en el corazón de la campiña sevillana, hemos sido testigos de la estrategia de marketing más revolucionaria de todos los tiempos: la anti-promoción turística.
Mientras otras localidades se deshacen en campañas publicitarias, estrategias de posicionamiento SEO, rutas organizadas y eventos multitudinarios, en Marchena se ha optado por una táctica magistral: no hacer absolutamente nada. ¿El resultado? Un lugar tan auténtico y puro que hasta el más avezado turista se siente un descubridor del Nuevo Mundo al poner un pie en sus calles.
Porque aquí, querido lector, se juega al turismo en otra liga.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Marchena ha vivido un fin de semana histórico con su peregrinación extraordinaria a la Aldea del Rocío, donde la mayoría de las Hermandades de Gloria y Penitencia de Marchena han estado presentes con sus hermanos mayores y juntas de gobierno, reafirmando la unidad y el fervor religioso de la localidad.
Santa Misa con el Simpecado de la Hermandad
Uno de los momentos más esperados de la peregrinación fue la Santa Misa, el sábado a las 19:00 horas en la Capilla Mayor del Santuario de la Virgen del Rocío. En un acontecimiento histórico para la Hermandad, el Simpecado de Marchena presidió la celebración, un símbolo fundamental del peregrinaje rociero. La eucaristía fue oficiada por el Rvdo. P. D. Manuel Chaparro Vera, director espiritual de la Hermandad.
Rosario Público y Convivencia Fraternal
Tras la misa, los peregrinos participaron en un solemne Rosario Público por las calles de la aldea, un momento de recogimiento y oración que unió a las hermandades de Marchena en su amor por la Virgen del Rocío.
Posteriormente, la jornada concluiyó con una convivencia fraternal en la Casa Hermandad de Pilas, donde los asistentes compartieron un momento de hermandad llevando cada uno su canasto con comida, mientras que la Hermandad se encarga de proporcionar las bebidas.
Un Altar Extraordinario para la Peregrinación
Con motivo de esta peregrinación especial, la Hermandad ha preparado un altar extraordinario como homenaje a la Santísima Virgen del Rocío. Presidido por el Simpecado de Marchena, este espacio sagrado ha sido diseñado con gran devoción, incorporando elementos simbólicos como el Pastorcito Divino, flores en tonos rojizos y blancos, candelabros iluminando el altar y una colgadura con las letras A y M en honor a la Virgen.
En el altar también se encuentran el Libro de Reglas de la Hermandad y la Biblia, recordando la importancia de la fe en el caminar de los hermanos rocieros. Además, se ha querido reflejar el mensaje del Papa Francisco en este Año Jubilar, destacando el sentido de la peregrinación como un camino de esperanza y encuentro con Dios.
El próximo sábado 25 de enero a las 17:00 h, la Escuela de Saetas Señor de la Humildad celebrará la presentación de su XXXVI Curso, un evento ya consolidado en la tradición musical y devocional de Marchena. La sede canónica de la Hermandad de la Humildad, ubicada en la calle Santa Clara 18, acogerá este acto en el que se informará a los alumnos y alumnas sobre la distribución de las clases, horarios y días establecidos para el curso.
Como en ediciones anteriores, la escuela invita a todas las personas interesadas en conocer y aprender la Saeta Marchenera a asistir a esta jornada informativa o a contactar con algún miembro de la escuela. Si fuese necesario, se organizarán grupos por niveles y horarios para garantizar que todos los alumnos puedan participar y aprender los distintos estilos de Saetas Marcheneras.
Además, en las próximas semanas, la Escuela de Saetas anunciará el nombre del Saetero/a Decano de la Semana Santa 2025, quien será homenajeado durante los cultos del Quinario al Señor de la Humildad y Paciencia.
Caazapá, conocida como la «Cuna de Franciscanos», celebró el 10 de enero de 2025 su 418º aniversario de fundación, realizada por el franciscano nacido en Marchena Fray Luis de Bolaños en 1607. La ciudad conmemora este hito con diversas actividades culturales y religiosas que resaltan su rica herencia histórica.
Serenata a Caazapá
Como es tradición, se llevó a cabo la «Serenata a Caazapá», un evento que reúne a artistas locales, nacionales e internacionales. La serenata se realizó en las inmediaciones de la Parroquia San Pablo, un emblemático templo que próximamente será elevado a la categoría de catedral de la recientemente creada Diócesis de Caazapá.
Festival Ykua Bolaños 2025
Además, se anunció la próxima edición del Festival Ykua Bolaños, programada para el 25 de enero de 2025. Este festival es reconocido como uno de los más grandes del país y contará con la participación de destacados artistas, incluyendo al grupo argentino Los Rancheros, el mexicano Paco Barrón y Carlos Montalvo, exvocalista de Los Ángeles Azules.
Fray Luis de Bolaños, nacido en Marchena alrededor de 1550, fue un fraile franciscano que desempeñó un papel fundamental en la evangelización y fundación de ciudades en América del Sur durante el siglo XVI. Su labor se centró principalmente en las regiones que hoy corresponden a Paraguay y Argentina, donde estableció varias reducciones: asentamientos destinados a congregar y evangelizar a las poblaciones indígenas, especialmente a los guaraníes.
Lingüista y Educador
Comprendiendo la importancia de la comunicación efectiva, Fray Luis de Bolaños se convirtió en un experto en la lengua guaraní. Desarrolló la primera gramática y diccionario de este idioma, herramientas fundamentales para la labor misionera. Además, tradujo al guaraní el Catecismo Limense, aprobado en 1583, facilitando la enseñanza de la doctrina cristiana. Esta traducción fue adoptada oficialmente en el Sínodo de Asunción de 1603.
Ciudades fundadas por Fray Luis de Bolaños. Altos (Paraguay): Fundada alrededor de 1580, esta reducción fue una de las primeras en asentarse en la región, contribuyendo a la sedentarización de los guaraníes. Ypané (Paraguay): Establecida en la misma época, Ypané se convirtió en un centro importante para la difusión del cristianismo y la cultura europea entre los indígenas. Guarambaré (Paraguay): Otra reducción significativa que facilitó la integración de los guaraníes en el sistema colonial español.
Atirá (Paraguay): Fundada con el objetivo de evangelizar y educar a la población indígena en las enseñanzas cristianas. Tobatí (Paraguay): Esta reducción jugó un papel crucial en la organización social y religiosa de los guaraníes. Itá (Paraguay): Establecida para promover la vida comunitaria y la adopción de prácticas agrícolas entre los indígenas. Yaguarón (Paraguay): Fundada entre 1585 y 1587, Yaguarón se destacó por su desarrollo cultural y religioso bajo la guía de los franciscanos. Caazapá (Paraguay): Fundada en 1607, esta reducción se convirtió en una de las más importantes de la región, siendo un centro de evangelización y educación. Yuty (Paraguay): Establecida en 1611, esta reducción continuó la labor de integración y evangelización de los pueblos indígenas. Itatí (Argentina): Fundada en la actual provincia de Corrientes, esta reducción es conocida por su devoción mariana y su influencia en la región. Baradero (Argentina): Establecida en 1615 en la provincia de Buenos Aires, es una de las ciudades más antiguas de Argentina y refleja la labor misionera de Bolaños. San Salvador de Jujuy (Argentina): Aunque la fundación de Jujuy se atribuye a Francisco de Argañarás y Murguía en 1593, Bolaños tuvo influencia en la región a través de su labor misionera.
Marchena, cuna de ilustres figuras, ha dejado una huella indeleble en la historia de América a través de tres de sus hijos más destacados: Fray Luis de Bolaños, Francisco de Mesa y Martín Ruiz de Marchena.
Fray Luis de Bolaños: El Apóstol del Paraguay
Nacido en Marchena alrededor de 1550, Fray Luis de Bolaños ingresó joven en la Orden Franciscana. En 1575, arribó a Asunción, Paraguay, donde dedicó más de cinco décadas a la evangelización de los guaraníes. Pionero en la creación de reducciones, asentamientos que promovían la vida comunitaria y la enseñanza de oficios, fundó ciudades como Caazapá en 1607. Además, desarrolló la primera gramática y diccionario en guaraní, facilitando la comunicación y educación entre los indígenas.
Francisco de Mesa: Artillero de Hernán Cortés
Francisco de Mesa, también oriundo de Marchena, se unió a la expedición de Hernán Cortés en 1518. Reconocido por su habilidad en artillería, jugó un papel crucial en la Conquista de México, especialmente durante el sitio de Tenochtitlán. Su valentía quedó patente al descender al cráter del volcán Popocatépetl para obtener azufre necesario para la fabricación de pólvora. Por sus servicios, recibió la encomienda de Iguala, donde se estableció con su familia hasta su fallecimiento en 1534.
Martín Ruiz de Marchena
Martín Ruiz de Marchena destacó en la administración colonial española en América del Sur. Participó en la conquista de Cartagena de Indias en 1533 y posteriormente ocupó cargos de relevancia en el Virreinato del Perú. Fue nombrado Alcalde de Quito en 1576, contribuyendo significativamente al desarrollo y organización de las ciudades bajo su jurisdicción.
Estos tres marcheneros ejemplifican la influencia de nuestra localidad en la configuración histórica y cultural del continente americano, dejando un legado que perdura en las regiones donde ejercieron su labor.
Para profundizar en la historia de estos personajes, puedes consultar los siguientes enlaces:
El reconocido periodista Rafael Cortegana, originario de Marchena, ha sido nombrado director de 101 Media, consolidando su destacada trayectoria en el ámbito de la comunicación.
Cortegana inició su carrera en medios locales como RTV Marchena, ampliando su experiencia en Radio Morón y Radio Sevilla de la Cadena SER. Posteriormente, asumió la dirección nacional de Radiolé en Madrid, bajo el Grupo PRISA. En 2015, se incorporó a 101 TV Málaga como director, y en 2021 se unió al proyecto de expansión de 101 Media, desempeñándose como director de contenidos de Andalucía y director de 101 TV Sevilla.
101 Media es un grupo de comunicación que engloba diversos canales de televisión local en Andalucía, incluyendo 101 TV Málaga, 101 TV Sevilla y 101 TV Cádiz. La empresa se ha destacado por su crecimiento y posicionamiento en diferentes zonas geográficas, ofreciendo contenidos propios adaptados a cada región.
Con este nombramiento, Rafael Cortegana liderará la estrategia de expansión y consolidación de 101 Media, fortaleciendo su presencia en el panorama audiovisual andaluz y nacional.
Hasta su reciente nombramiento como director de 101 Media, Rafael Cortegana desempeñaba el cargo de director de contenidos de Andalucía y director de 101 TV Sevilla. En estas funciones, lideraba la estrategia de contenidos para la región andaluza y dirigía las operaciones de 101 TV en Sevilla, contribuyendo significativamente al crecimiento y consolidación de la cadena en el ámbito audiovisual andaluz.
Marchena guarda entre sus calles y murallas el eco de una época en la que Al-Ándalus florecía como uno de los epicentros del saber y la cultura en Europa. Pasear por su recinto amurallado es recorrer siglos de historia que aún laten en cada piedra y en cada arco. Pero el viaje no se detiene ahí porque al llegar al corazón del pueblo la experiencia continúa en los fogones de sus restaurantes donde aún resuenan los sabores de la cocina andalusí una gastronomía que dejó una profunda huella en la tradición culinaria de Andalucía y que hoy sigue despertando la curiosidad de visitantes y expertos.
La cocina andalusí fue un universo de contrastes donde el dulce y el salado se combinaban en armonía donde las especias traídas de Oriente aportaban una profundidad inigualable a cada plato y donde la mesa se convertía en un reflejo de la riqueza cultural de la época. El uso de ingredientes como el cordero, el pollo el pescado, los garbanzos, las berenjenas, los frutos secos y las hierbas aromáticas definían una cocina vibrante y sofisticada. El trigo en forma de pan o sémola era la base de muchos platos y el aceite de oliva elemento esencial en la dieta mediterránea se usaba en frituras y guisos que todavía hoy nos resultan familiares.
Casa Carrillo, Marchena
Marchena, situada en la Campiña Sevillana, posee un rico legado histórico que se remonta a la época de Al-Ándalus. Durante el dominio musulmán, la localidad era conocida como Marssen’ah y desempeñó un papel significativo en la estructura defensiva y administrativa de la región.
El trazado urbano de Marchena se consolidó en este periodo, destacando la construcción de un recinto amurallado que protegía la medina y la alcazaba, centro neurálgico de la vida política y militar. Aunque con el tiempo algunas estructuras han desaparecido, aún se conservan vestigios de estas fortificaciones, como el emblemático Arco de la Rosa, antigua Puerta de Sevilla, que ofrece una visión del esplendor arquitectónico de la época.
Las alcachofas eran conocidas y consumidas en Al-Ándalus, y su presencia en la gastronomía de la época está documentada en diversos recetarios medievales. El término «alcachofa» proviene del árabe «al-kharshûf», lo que refleja su introducción en la península ibérica a través de la cultura islámica.
En el «Manuscrito Anónimo de Al-Ándalus» del siglo XIII, se describen preparaciones que incluyen alcachofas, destacando su versatilidad en la cocina andalusí. Una receta notable es la de alcachofas rellenas de carne de cordero, donde las alcachofas se vacían y se rellenan con una mezcla de carne especiada, para luego ser cocinadas al horno.
Alcachofas de Casa Carrillo, Marchena
Las espinacas estaban presentes en la gastronomía andalusí y aparecen en varios recetarios medievales. Esta verdura fue introducida en Al-Ándalus por los árabes, quienes la trajeron desde Persia, donde ya era ampliamente cultivada y valorada por sus propiedades nutritivas. Su popularidad en la cocina islámica se debió a su versatilidad y a su capacidad para combinarse con otros ingredientes habituales en la dieta andalusí como garbanzos, almendras, pasas, queso fresco y especias.
En el «Manuscrito Anónimo de Al-Ándalus» (siglo XIII), una de las fuentes más importantes de la cocina andalusí, se mencionan guisos de espinacas con especias y frutos secos, así como su uso en sopas y tortillas. También se hace referencia a esta verdura en el «Kitāb al-Ṭabīj» de Ibn Razīn al-Tuyibí, otro recetario del siglo XIII que recopila recetas típicas del periodo islámico en la península ibérica.
Los platos que podemos encontrar en los recetarios andalusíes muestran esta riqueza con especialidades como la almoronía un guiso de berenjenas con cebolla ajo y especias. La harisa eran unas gachas de trigo con carne el cuscús heredado de los bereberes y elaborado con sémola de trigo. Guisos aromatizados con frutas como la tuffâhiyya donde la carne se mezcla con manzanas miel y canela.
Los postres eran una auténtica delicia con recetas basadas en almendras miel y harina como los maqruta o los atayef dulces que aún pueden encontrarse en muchas zonas del Magreb y que en su día también fueron consumidos en las cortes andalusíes.
En la actualidad gracias a la labor de investigadores y gastrónomos muchos de estos platos han sido recuperados y pueden disfrutarse en restaurantes que han sabido adaptar estos sabores a los tiempos modernos. Marchena ofrece a sus visitantes la posibilidad de revivir esta experiencia combinando un recorrido por su imponente muralla con una parada gastronómica en alguno de los establecimientos del centro donde los ecos de la cocina de Al-Ándalus siguen vivos en cada bocado. La experiencia no solo es un viaje en el tiempo sino una reivindicación de un patrimonio culinario que ha influido enormemente en la gastronomía andaluza actual.
Para los interesados en profundizar más en esta tradición culinaria existen varios recetarios andalusíes que han llegado hasta nosotros destacando el Manuscrito Anónimo de Al-Ándalus del siglo XIII el Kitāb al-Ṭabīj de Ibn Razīn al-Tuyibí y el Libro de cocina de Sent Soví que aunque de origen catalán incluye influencias andalusíes. Algunos de estos textos pueden consultarse online a través de plataformas como la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes o en ediciones modernas como la de Fernando Rueda García que presentará en la Real Academia de Nobles Artes de Antequera su libro La cocina andalusí según dos recetarios almohades el próximo 15 de enero.
Marchena invita a todos aquellos que buscan una experiencia única a recorrer su historia a través de sus murallas y a degustar los sabores que un día fueron protagonistas en los palacios de Al-Ándalus porque en cada rincón de esta tierra aún resuenan los ecos de un pasado que sigue vivo en su cultura en sus tradiciones y por supuesto en su cocina.
Ambiente Andalusi en Casa Carrillo Marchena
Sabores de Al-Ándalus en Casa Carrillo
Marchena invita a un viaje en el tiempo donde la historia y la gastronomía se fusionan en una experiencia única. Recorrer su muralla medieval es sumergirse en el esplendor de Al-Ándalus, un pasado que aún resuena en las calles empedradas y en los aromas que emanan de los fogones de sus restaurantes. Al finalizar el paseo, la mejor forma de completar esta inmersión cultural es sentarse a la mesa y degustar los sabores que, siglos después, siguen definiendo la identidad culinaria de la región.
Uno de los templos gastronómicos donde se puede revivir esta herencia es Casa Carrillo, un restaurante que rescata platos del recetario andalusí con propuestas como la berenjena con miel y la alboronía, guisos que fueron protagonistas en las mesas de la Andalucía musulmana y que han perdurado en el tiempo adaptándose al gusto contemporáneo.
Casa Carrillo esta junto al torreón de la Puerta de Moron
La berenjena con miel, un plato de origen andalusí, combina la suavidad y textura de la berenjena frita con el dulzor de la miel, un maridaje de sabores que refleja la predilección de la cocina de Al-Ándalus por los contrastes. Este plato, que ha sobrevivido al paso del tiempo, se sigue consumiendo en Andalucía y es un imprescindible para quienes buscan degustar auténticos sabores históricos.
Por otro lado, la alboronía es un guiso de hortalizas que se considera el precursor del actual pisto. Elaborado con berenjena, calabaza, pimientos, cebolla y tomate, y aderezado con especias como el comino y el cilantro, este plato tiene raíces que se remontan a los recetarios almohades y es una muestra del legado que la cocina andalusí dejó en la gastronomía española.
La Muralla de Marchena hace de muro medianero dentro del Club Pepe Machena, de Casa Carrillo
La tradición culinaria de Al-Ándalus se caracterizaba por el uso de especias, frutos secos y combinaciones agridulces. Los recetarios históricos que han llegado hasta nosotros, como el Manuscrito Anónimo de Al-Ándalus del siglo XIII o el Kitāb al-Ṭabīj de Ibn Razīn al-Tuyibí, revelan platos que siguen vigentes en la cocina andaluza actual. Estos textos pueden consultarse en plataformas como la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, permitiendo conocer en profundidad las técnicas y los ingredientes que marcaron la época.
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