El estípite fue utilizado por primera vez en España por Jerónimo Balbás al diseñar el retablo mayor del Sagrario en Sevilla en el año 1709. Este elemento, característico del barroco y más tarde del estilo churrigueresco, se convirtió en un sello distintivo de la estética nueva y revolucionaria que Balbás introdujo y difundió tanto en Andalucía como en la Nueva España. En su diseño, empleó motivos geométricos y el estípite como soporte y articulación de la estructura, manteniendo la esencia del arte barroco.
Jerónimo de Balbás, reconocido por ser el inventor del estípite, marcó un antes y un después en la estética de la época barroca tanto en Andalucía como en Nueva España. Instalado en Sevilla desde 1705, Balbás fue el creador del retablo mayor del Sagrario en 1709, cuyo diseño innovador se convertiría en fuente de inspiración para el retablo de la capilla de los Reyes.
El estípite, columna de sección trapezoidal que se ensancha hacia la base, se convirtió en un elemento distintivo de la arquitectura y retablos barrocos, especialmente en México, donde Balbás llevó este estilo a su máxima expresión en la catedral de México. Su contribución al arte sacro trascendió fronteras, integrando los motivos geométricos y el dinamismo visual característico del barroco en una nueva interpretación que revolucionó la estética del arte religioso del siglo XVIII.
Esta fusión de innovación y tradición hizo de Balbás una figura clave en el desarrollo del barroco en el Nuevo Mundo, dejando un legado que aún hoy podemos apreciar y que representa un capítulo fundamental en la historia del arte sacro.
El estípite es un elemento arquitectónico y decorativo típico del barroco hispanoamericano, especialmente del churrigueresco mexicano, que se caracteriza por su forma de pirámide invertida o tronco de cono. Jerónimo Balbás, su inventor, lo introdujo en el retablo del Altar Mayor de la Catedral de Sevilla y posteriormente en el Altar Mayor de la Catedral de México, marcando un estilo distintivo que se esparciría a lo largo de América Latina.
Juan de Valencia fue un destacado ensamblador de su tiempo, reconocido por su habilidad en la creación de sillerías para coros eclesiásticos. Se le adjudicó la realización de la sillería de la Iglesia de San Juan Bautista en Marchena tras ganar un concurso de ideas al que se presentaron hasta cinco de los mejores ensambladores del momento. La sillería que diseñó, compuesta por 43 sillas —29 altas y 14 bajas—, fue elaborada en maderas nobles como la caoba y el cedro, mientras que la imaginería asociada se trabajó en madera de ciprés. Este proyecto, realizado entre los años 1711 y 1717, refleja la calidad artesanal y la importancia que tenía el trabajo de ensamblaje en el arte sacro de la época.
En Marchena encontramos una joya particular de este patrimonio barroco es la sillería del coro de la Iglesia de San Juan Bautista. Ejecutada entre 1711 y 1717, esta obra de arte, trazada por Jerónimo Balbás y ejecutada por Juan de Valencia, se sitúa entre dos grandes órganos que datan de 1765 y 1802, revelando una etapa de vanguardia estética en la Andalucía de la época.
Este conjunto barroco, compuesto por 43 sillas de caoba y cedro, ostenta una iconografía rica donde destaca la Inmaculada Concepción, representada en la silla central. Esta figura, la única policromada de la sillería, encarna un pasaje del Apocalipsis de San Juan y resplandece con símbolos de pureza y vanidad terrenal representados por azucenas y tulipanes, respectivamente.
Una anécdota fascinante es que Balbás dejó realizadas dos sillas de mayor calidad que el resto, las cuales flanquean la principal. Estas sillas, junto con un facistol diseñado por Balbás y realizado por Felipe Fernández del Castillo en 1735, y una reja ornamentada por Cristóbal de los Ríos alrededor de 1732, conforman un conjunto que no solo destaca por su belleza sino también por su significado histórico y espiritual.
Los ángeles que descubren cortinas entre las sillas dan paso a una representación casi teatral de los santos, un rasgo distintivo del barroco. Además, las sillas inferiores presentan tondos con representaciones de santas, ampliando la riqueza iconográfica del coro.
Curiosamente, el coro y su facistol se integran en un conjunto más amplio que incluye las yeserías de Alonso Moreno y un órgano neoclásico de 1802, que en su momento se adelantó a los órganos de toda Europa. Este hecho subraya la importancia de Marchena en el pasado y la necesidad imperiosa de preservar tal patrimonio.
Jerónimo de Balbás, reconocido por ser el inventor del estípite, marcó un antes y un después en la estética de la época barroca tanto en Andalucía como en Nueva España. Instalado en Sevilla desde 1705, Balbás fue el creador del retablo mayor del Sagrario en 1709, cuyo diseño innovador se convertiría en fuente de inspiración para el retablo de la capilla de los Reyes.
El estípite, columna de sección trapezoidal que se ensancha hacia la base, se convirtió en un elemento distintivo de la arquitectura y retablos barrocos, especialmente en México, donde Balbás llevó este estilo a su máxima expresión en la catedral de México. Su contribución al arte sacro trascendió fronteras, integrando los motivos geométricos y el dinamismo visual característico del barroco en una nueva interpretación que revolucionó la estética del arte religioso del siglo XVIII.
National Geographic ha vuelto a fijarse en Andalucía y, esta vez, lo ha hecho con el paladar bien abierto. En su último reportaje sobre los pueblos de la provincia de Sevilla donde mejor se come, la prestigiosa publicación internacional destaca con orgullo la riqueza culinaria de Marchena, subrayando su legado repostero y su recetario tradicional como emblemas vivos de la Campiña sevillana.
«Forjada buena parte de la leyenda de los dulces andaluces en los obradores de los conventos, Marchena no se queda atrás en lo que a sacar pecho por su repostería conventual se refiere», señala el artículo, que pone el foco en el Convento de la Purísima Concepción, donde las hermanas clarisas trabajan con delicadeza entre almendras y empiñonadas, conservando recetas centenarias que convierten cada bocado en una experiencia espiritual.
National Geographic invita además a no abandonar Marchena sin probar el esponjoso bizcocho marchenero ni sin hacerse con los tradicionales molletes de la panadería Hermanos Reina Corpas, donde también brillan con luz propia las tortas de manteca, manjares con sabor a infancia y pueblo. Para abrir boca, el reportaje sugiere dos platos fundamentales de la gastronomía marchenera: el cocido marchenero, con su mezcla reconfortante de habichuelas y garbanzos, y el ajo molinero, una versión invernal del gazpacho, servido caliente con naranja y pimiento, que rezuma identidad local por cada poro.
La Marchena que se degusta también se conoce, y prueba de ello es el creciente interés por descubrir su historia. Así lo confirma la ruta Marchena Secreta, una experiencia cultural que combina la riqueza patrimonial con una narración envolvente y que se ha convertido en una actividad imprescindible esta Semana Santa. “Los visitantes de la ruta de Marchena Secreta afirman que la ruta es excepcional y así lo corroboran, dándonos un 9 sobre 10 de nota media”, señalan sus responsables, que animan a quienes reciben visitas en estos días festivos a regalar una experiencia inolvidable.
Más de cuatrocientas personas han disfrutado ya de esta ruta en el último año, consolidándola como una de las propuestas culturales más valoradas de la Campiña sevillana. Un recorrido que, al igual que su cocina, permite saborear Marchena con los cinco sentidos.
La Puerta Dorada de Jerusalén, por donde dijo el profeta Elías que entraría el Mesías, y que quedó cerrada desde 1541 por orden de Solimán el Magnífico, y luego los árabes situaron su cementerio islámico delante, y naturalmente pasar por alli supone profanarlo. Segun la leyenda en esta puerta fue el encuentro de los padres de la Virgen María, Ana y Joaquín única que permitía el acceso directo al Monte del Templo.
Es la entrada más antigua de las murallas que rodean la Ciudad Vieja de Jerusalén y fue construida en el siglo VII durante los Omeya. Conocida como Puerta de la Misericordia o Puerta de la Vida Eterna se dice que una puerta anterior en la misma ubicación era utilizada con fines rituales y según la tradición judía, es la que utilizaría el futuro Mesías.
Jerusalén era la meta de al menos tres peregrinaciones anuales para los judíos de la época de Jesús. Y el camino desde el oasis de Jericó bordeaba el monte de los Olivos para enfilar directamente la puerta oriental de la muralla, la puerta Dorada por la que entró Jesús el Nazareno como estaba predicho.
Jesús era un judío de nombre original Yeshúa o Yoshúa, que quiere decir salvación en Hebreo.
Seguía la tradición de los Fariseos que se oponían a los Saduceos, eran más humildes, y tenían libertad de estudiar y predicar las Escrituras por sí mismos e iban de pueblo en pueblo predicando y enseñando, alcanzando gran popularidad. Joel Benhabib historiador e investigador experto en religiones explica que dentro de esta línea de los Fariseos, Jesús como todos los judíos de su tiempo estuvo influído por Hilel y Shamai, los dos principales maestros y muy populares en tiempos de Jesús. Jesús también tuvo influencia de los Esenios.
EL LUGAR DONDE EL SEÑOR LLORÓ
En el camino del huerto de los olivos hasta la puerta dorada de Jerusalén está la capilla Dominus Flevit donde Jesús se detuvo el Domingo de Ramos a llorar por el destino de la ciudad profetizando su destrucción por los romanos en el año 70. Esta escena fue retratada por Enrique Simonet en 1892 tras visitar la ciudad de Jerusalén. El cuadro se conserva en el Museo del Prado.
El Sanedrín era la gran corte rabínica que operaba en el templo de Jerusalén, encargados de los impuestos y velar por sus intereses y de influir en el poder político. En tiempos de Jesús, eran los saduceos los que controlaban el templo. Colaboraban con los romanos generando el odio del pueblo israelí que preferían seguir a los Fariseos. Los zelotes eran judíos partidarios de azuzar la violencia y de la revuelta contra Roma.
Los esenios eran sacerdotes del templo que oponiéndose a la corrupción del mismo y a los saduceos y antes a los macabeos huyeron al desierto del Qumrám buscando la pureza.
En Lucas 19:41, cuando Jesús se acerca a Jerusalén, mira la ciudad y llora por ella (un evento conocido como Flevit super illam «Lloró sobre ella» en latín), prediciendo el sufrimiento que le espera a la ciudad.
Los evangelios continúan relatando cómo Jesús entró en Jerusalén, y cómo las personas allí colocaron sus capas frente a él y también depositaron pequeñas ramas de árboles. La gente cantó parte del Salmo 118: Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor.
La Puerta de la Misericordia o Puerta Dorada fue por donde Jesús entró a Jerusalén, y une el monte de los olivos donde rezó Jesús con el templo de Jerusalén. En 1541 fue tapiada por el Rey turco Solimán para evitar que por ella entrase el Mesías de los judíos, tal y como afirmaba la tradición hebrea. Además colocaron junto a la puerta un cementerio porque también es algo prohibido e impuro para los sacerdotes judíos.
El primo de Jesús, y su precursor y para otros maestro de Jesús, fue Juan, hijo del maestro del templo Zacarías, muerto por Herodes por criticarlo. Juan predicaba en el desierto y llamaba a la gente a arrepentirse de sus malas acciones y al bautismo como señal de renacimiento. Aún queda en el Medio Oriente un grupo de seguidores y discípulos de Juan el Bautista, que practican la religión de los mandeos o mandeistas. En el pueblo judío Jesús es sucesor de Juan y los seguidores de uno siguen al otro.
Los mandeistas siguen a Juan el Bautista hasta el dia de hoy.
Muchos investigadores creen que Juan fue educado en el desierto -que para los judíos simboliza la conexión con Dios- por los Esenios y han visto en Juan el Bautista muchas enseñanzas o prácticas que le recuerdan las enseñanzas de los Esenios como el bautismo o el tipo de alimentos que tomaban.
Los Esenios vivían una vida simple, disciplinada en el rezo y la meditación, trabajaban la Tierra desde muy temprano en la mañana, eran vegetarianos y su código de vida era la práctica de la humildad, la compasión, la tolerancia y sobre todo el Amor al prójimo.Vivian en comunidades ya fuera en ciudades, pueblos o en el desierto. Cualquier persona interesada en lograr su evolución espiritual era aceptada en la Fraternidad después de un periodo de prueba que duraba dos años. Al entrar donaban todas sus pertenencias las cuales pasaban a ser compartidas por todos, incluyendo a los pobres y necesitados. Por esta razón, tenían propiedades en las ciudades y pueblos de toda el área.
En la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén viven y rezan miembros de seis comunidades cristianas: griegos ortodoxos, católicos, armenios, coptos, sirios ortodoxos y etíopes. Tienen diferentes horarios de oración y la distribución del espacio dentro de la iglesia está perfectamente definida.
Las llaves de la iglesia, consagrada en el año 335 d.C., las comparten dos familias musulmanas. Una guarda la llave ancestral, la otra abre la puerta. Continuamente hay disputas entre las diferentes comu-nidades religiosas de la basílica. Monjes y sacerdotes llegan a veces a las manos por cada metro cuadrado del templo.
SEPARACIÓN DEL JUDAISMO Y CRISTIANISMO
Todos los seguidores de Jesus, que eran judíos se expanden por el imperio romano tras su muerte, pero se dan cuenta que tras el levantamiento de los judíos contra los romanos, el imperio romano perseguía a los judíos con el objetivo de exterminarlos más de cien años después. Pablo decide recibir a los no judíos dentro del movimiento de los seguidores de Jesús y alrededor de 150 años después de muerto Jesús deciden empezar a llamarse cristianos y no judíos para esquivar la persecución romana.
Marchena acogerá este Domingo de Ramos a las 13:00 horas una de sus procesiones más singulares y solemnes: la conocida Procesión de los Huesos, organizada por la Hermandad de la Santa Caridad, que este año conmemora su 375 aniversario fundacional.
La comitiva partirá desde la Parroquia Matriz de San Juan Bautista, y recorrerá un itinerario cargado de simbolismo y recogimiento, transitando por las calles Padre Marchena, San Francisco, Rojas Marcos, San Sebastián, Obispo Salvador Barrera, Miguel Mañara, Plaza de San Sebastián y regresando finalmente al templo parroquial.
Esta procesión, de tono austero y profundamente piadoso, mantiene el espíritu fundacional de la Hermandad de la Caridad, dedicada desde el siglo XVII a las obras de misericordia, especialmente al entierro digno de los pobres y olvidados. El cortejo, en el que destaca el uso de un túmulo funerario cubierto con paño de terciopelo negro y bordados dorados, es acompañado por hermanos de riguroso luto y sacerdotes revestidos con ornamentos de difuntos.
La Hermandad celebra este año tres siglos y tres cuartos de historia viva, reafirmando su compromiso con las raíces espirituales y asistenciales que la vieron nacer en pleno Barroco, y que aún hoy siguen siendo testimonio de fe, caridad y memoria.
La Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, popularmente conocida como “La Borriquita” presenta este año un nuevo itinerario aprobado en Cabildo el pasado mes de Enero.
Dicho recorrido establece la salida desde el Convento de San Agustín, pasando por Pasaje Sergio Rodríguez Herrera, Calle Sevilla, Calle Cruz, Cantillo Madre de Dios, Calle Méndez Núñez, Pasaje, Calle San Pedro, Cantillos, Calle San Sebastián, Calle Obispo Salvador Barrera, Calle Santa Clara, Calle Sevilla y nuevamente el Pasaje Sergio Rodríguez Herrera, finalizando en el Convento de San Agustín. El año pasado la hermandad se propuso pasar por la calle La Mina y San Andrés pero no pudo hacerlo por la lluvia, quedando este año dichas calles eliminadas del recorrido.
Este cambio supone la eliminación del paso de la cofradía por la Plaza del Padre Alvarado, conocida como “El Pololo”, una de las zonas tradicionales del recorrido en años anteriores. La hermandad ha señalado que la modificación responde a un análisis detallado sobre la organización y desarrollo de la estación de penitencia, con la intención de mejorar el tránsito de la procesión y favorecer su esplendor en los próximos años.
EL DULCE NOMBRE VOLVERÁ A PASAR POR SAN JUAN
La hermandad del Dulce Nombre volverá a realizar estación de penitencia al Santísimo de la Iglesia de San Juan, pasando justo antes que la Veracruz. Un recorrido ya aprobado el año pasado pero que no se llevó a efecto porque la lluvia lo impidió.
El nuevo recorrido aprobado pasa por Calle Orgaz, Santa Clara, Niño de Marchena, San Sebastián, Gudiel, Rincón de la Virgen, San Andrés, Carrera, Siete Revueltas, Plaza de la Cárcel y Cristóbal de Morales, y entrada de los nazarenos en San Juan para pasar ante el Santísimo, coninuando por Padre Marchena, San Francisco, San Pedro, Santa Clara, ‘El Cura’, y callejón de Miguel de Mañara y entrada.
La Hermandad del Dulce Nombre de Jesús de Marchena scará a un total de 665 integrantes en su Estación de Penitencia de este 2025. Así lo ha anunciado la propia corporación, que ha hecho pública la composición detallada del cortejo procesional.
Según los datos facilitados, participarán 412 nazarenos, a los que se suman 33 acompañantes de paso, 94 miembros del cuerpo de capataces y costaleros, 26 integrantes de la Guardia Romana, 79 músicos pertenecientes a la agrupación musical que acompaña al misterio, y 21 personas del cuerpo litúrgico.
La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, órgano consultivo adscrito a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha acordado por unanimidad solicitar la reformulación del proyecto de reurbanización previsto en la calle Arco de la Rosa de Marchena. La decisión responde a que la propuesta arquitectónica presentada no se considera suficientemente justificada ni supone una mejora respecto al estado actual del entorno, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC).
La intervención proyectada se sitúa dentro del recinto amurallado de Marchena, declarado BIC por Decreto de 22 de abril de 1949, y dentro del Conjunto Histórico de Marchena, delimitado por Decreto 56/2010. Ambos espacios gozan de una alta protección patrimonial, por lo que cualquier actuación urbanística requiere, con carácter previo a otras licencias, la autorización de la Delegación Territorial de Cultura, en virtud del artículo 33.3 de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía (LPHA) y la Resolución de 15 de julio de 2008 de la Dirección General de Bienes Culturales.
El dictamen de la Comisión se emite al amparo del artículo 100.1.a) de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía —modificada recientemente por el Decreto-Ley 3/2024, de 6 de febrero— que regula las funciones de este órgano.
Según recoge el informe, se requiere la presentación de un nuevo proyecto que revise la propuesta arquitectónica para dicha calle, al no haberse acreditado adecuadamente que la actuación prevista represente una mejora efectiva para el entorno monumental.
No obstante, la Comisión no pone objeciones a las obras de mejora en la red de saneamiento. Sin embargo, debido al aumento de la afección al subsuelo derivada del proyecto, será obligatoria la realización de una excavación arqueológica extensiva, conforme al artículo 3.a) del Decreto 168/2003, que regula el Reglamento de Actividades Arqueológicas de Andalucía.
La resolución deja claro que estas exigencias se dictan sin perjuicio del cumplimiento de cuantas normativas urbanísticas o sectoriales resulten aplicables, cuya verificación corresponde al Ayuntamiento de Marchena.
Este requerimiento supone un freno temporal a los planes municipales de intervención en uno de los entornos patrimoniales más singulares del municipio, donde se encuentra el histórico Arco de la Rosa, antigua puerta de entrada a la ciudad medieval.
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