Connect with us
Banner

Historia

El cerro de la matanza, el monte de Málaga donde el señor de Marchena perdió 1550 hombres

Published

on

Don Rodrigo Ponce de León tuvo su peor derrota en la batalla de la Axarquía, en el llamado cerro de la matanza de los montes de Málaga donde el Señor de Marchena perdió tres hermanos y 1550 hombres el viernes, 21 de Marzo de 1.483.

Don Rodrigo había hecho huir a los musulmanes y salvado la vida del Rey Fernando el Católico en el cerco de Vélez Málaga, y luego se dirigió a la capital para reunirse con el grueso del ejército cuando fue sorprendido por sus enemigos en inferioridad de condiciones, de noche, lloviendo y en terreno abrupto cuasando una matanza entre sus ejércitos.

Tres mil caballeros y mil peones de Don Rodrigo partieron de Antequera a los montes malagueños haciendo unas campañas rápidas para tomar cautivos. Los musulmanes encendieron las almenaras en las cumbres para dar aviso de reunirse y plantarles cara acorralando y diezmando a los marcheneros  en el valle del arroyo Jaboneros, cerca de Málaga.

«Al ir cerrando la noche, destemplada y revuelta como pocas del mes de marzo, vieron cubiertas de morisma las montañas, y encendidas alrededor de más de diez mil hogueras, que acrecentaban el horror y el espanto…oían zumbar las rocas y peñascos que bajaban rodando desde las cumbres de los montes”.

Las tropas de Don Rodrigo no tuvieron más escapatoria que subir a los picos para «morir matando» llegando agotados a las proximidades de la Fuente de la reina, donde ya los musulmanes habían ocupado las mejores zonas causando una matanza entre los vecinos de Marchena, Arcos y otros municipios de los Duques de Arcos.

Cuesta de la matanza le pusieron por nombre en aquel día dcuando las tropas de Don Rodrigo perdieron 1.550 hombres, 800 caballos, tres hermanos y sus banderas.

Advertisement
8 Comments

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Arte

Investigación: “Lucas y Miguel Ruiz Gijón: dos maestros de escuela en la Sevilla del siglo XVII”

Published

on

El trabajo de Francisco Javier Gutiérrez Núñez, titulado “Lucas y Miguel Ruiz Gijón: dos maestros de escuela en la Sevilla del siglo XVII”, se presentó en las XX Jornadas de Historia y Patrimonio de ASCIL, dedicadas a la educación en la provincia de Sevilla. El estudio reconstruye la trayectoria familiar y profesional de Lucas y Miguel Ruiz Gijón, padre y hermano del escultor Francisco Antonio Ruiz Gijón, aportando nuevos datos sobre su origen, nivel socioeconómico y actividad docente.

El autor revisa críticamente el lugar de nacimiento de Lucas, tradicionalmente situado en Calzada de Calatrava (Ciudad Real), y propone como hipótesis más verosímil la localidad de Aldea del Rey, también en Ciudad Real. Lucas emigró a Andalucía, se estableció primero en Utrera, donde contrajo matrimonio en 1645 y nacieron sus cinco hijos, y hacia 1660 se trasladó a Sevilla, fijando su residencia en la collación de San Lorenzo y después en la de Santa María (parroquia del Sagrario). En los protocolos notariales sevillanos se documentan obligaciones de enseñanza en las que Lucas se compromete a enseñar a leer, escribir y contar a varios niños, muchos de ellos hijos de pequeños comerciantes vinculados al comercio americano.

Su hijo Miguel Ruiz Gijón continuó la labor docente del padre, regentando una escuela tasada en 1.000 reales y disponiendo de un lote de libros valorado en 200 reales, según el inventario previo a su segundo matrimonio en 1681. Vivió también en la collación de Santa María, donde se casó y bautizó a sus hijos. A su muerte, en 1687, su primogénito Lucas Marcelino, con solo 15 años, marchó como mercader a Nueva España, abriendo la incógnita de si algunas obras de su tío escultor pudieron llegar al virreinato a través de esta rama de la familia Ruiz Gijón.

Francisco Javier Gutiérrez Núñez. Investigador

1.- Lucas Ruiz Gijón, hijo de Juan Ruiz de Pedroche

La celebración de las XX Jornadas de la ASCIL dedicadas a la “La Educación en la provincia de Sevilla a lo largo de la historia” (Villamanrique de la Condesa, 29 de marzo de 2025), creemos que merecía rescatar del “olvido” a dos maestros de escuela, como fueron Lucas y Miguel Ruiz Gijón, padre y hermano del afamado escultor Francisco Antonio. Nuestra investigación se planteó como objetivos completar la nómina de miembros de la familia, así como aportar cierta información sobre el nivel socioeconómico de ambos. Vid. Cuadro nº 1.

Además hemos detectado una contradicción en torno al supuesto lugar de nacimiento de Lucas, a la que él mismo en cierta manera contribuyó. La historiografía durante las últimas décadas venía aseverando que había nacido en la localidad de Calzada de Calatrava, provincia de Ciudad Real, sin embargo existen hasta tres posibilidades:

En la partida de su matrimonio celebrado en Utrera el 24 de diciembre de 1645, se cita que era natural de Almagro (Ciudad Real), e hijo Juan Ruiz Gijón y María Díaz.

Un par de años después, en la carta de dote de su mujer, fechada el 14 de diciembre de 1647, él mismo declaró que era natural de Aldea del Rey (Ciudad Real), e hijo de Juan Ruiz de Pedroche y María Díaz, que según él aún vivían y eran vecinos de la citada localidad, que como él mismo indicó, pertenecía a la jurisdicción de la villa de Almagro y al arzobispado de Toledo.

Pasadas ya dos décadas, en su testamento fechado el 1 de abril de 1668, afirmaba ser natural de Calzada de Calatrava, y que sus padres eran Juan Ruiz Gijón y María Rivera, también naturales de la misma localidad. Hemos consultado dicho documento y se lee Rivera y no Trueba como se ha venido diciendo. Vid. Cuadro nº 2.

Almagro era la cabecera de la comarca, con un pasado vinculado a la Orden de Calatrava. A sólo 25 kilómetros de ella se localizaba Aldea del Rey y Calzada de Calatrava, municipios a su vez que se distancian entre sí tan sólo por 7 kilómetros. Además en el término de Aldea del Rey se halla la impresionante fortaleza de Calatrava la Nueva.

Como se aprecia en los documentos de 1647 y 1668, las discrepancias surgen en torno a la localidad de nacimiento, en el segundo apellido de su padre y en el primero de su madre. El “baile” en los apellidos era habitual en la Edad Moderna, al no haber una regla fija para su uso, su padre bien pudo ser “Ruiz de Pedroche Gijón” y su madre “Rivera Díaz” o “Díaz Rivera”. Lo cierto es que el apellido Pedroche puede ser un apellido de origen toponímico procedente de dicha localidad del norte de la actual provincia cordobesa o incluso de la cercana Villanueva de Córdoba, donde residía una familia “Ruiz de Pedroche” ya a inicios del siglo XVI. Por tanto no es extraño que una parte de ella emigrara a fines de dicho siglo o inicios del siguiente al colindante Campo de Calatrava y en concreto a Aldea del Rey, situada a 114 y 135 kilómetros de las citadas localidades cordobesas.

De las tres posibilidades la que parece tener más verosimilitud creemos que es la de Aldea del Rey. La partida matrimonial dada en Utrera en 1645 no la escribió él y pudo haber una confusión, asentándose el nombre del partido jurisdiccional y no el de la localidad real de su nacimiento. En cambio en la dote de 1647 él mismo declaró por primera vez ser natural de Aldea del Rey, mientras que su testamento de 1668, ya con una enfermedad avanzada y sin estar en sus plenas facultades o bien pudo confundirse o comunicarle alguno de sus hijos el lugar de su nacimiento de forma errónea al propio escribano.

Parte de los libros sacramentales de la parroquia de San Jorge de Aldea del Rey pueden consultarse en la web “Family Search”, aunque muchos de ellos están en malas condiciones. En nuestro “rastreo” hemos localizado:

El entierro de Juan Ruiz de Pedroche, acontecido el 16 de noviembre de 1628, posiblemente el abuelo de Lucas Ruiz Gijón y de igual nombre que su padre (aún vivo en 1647). Por su alma se celebraron un total de 46 misas.

Entre los bautismos encontramos el de Ana hija de Juan Ruiz de Pedroche y Juana Muñoz, fechado el 20 de noviembre de 1647. No sabemos si este “Juan” es el padre de Lucas, que contrajo un segundo matrimonio, o un homónimo suyo.

Con respecto al apellido Gijón, rastreando los matrimonios de dicha parroquia entre 1628 y 1660, hemos hallado los de Eugenio y Jorge Gijón en 1632 y 1635, así como el nacimiento de una hija de éste último, Ana (20 de diciembre de 1647).

2.- De Ciudad Real a Utrera

Lo cierto es que Lucas Ruiz Gijón emigró desde una de estas tres localidades para asentarse en la localidad de Utrera, donde contrajo matrimonio el domingo 24 de diciembre de 1645 con María de las Nieves. La publicación de la partida sacramental la ha realizado recientemente Mena García (2021), desmontando la idea tradicional de que el enlace tuvo lugar en 1647. Además ha permitido revelar el nombre de sus padres Domingo Vázquez y Sebastiana de Coria.

El documento de la carta de recepción de la dote de su mujer María de las Nieves, se otorgó dos años después de celebrado el matrimonio, en concreto el 14 de diciembre de 1647, ante Pedro de Vargas, escribano de Utrera. La referencia de este documento la proporcionó el propio Lucas en su testamento de 1668, lo cual permitió a Bernales Ballesteros recogerla como referencia en el curso de sus investigaciones sobre su hijo, pero que nunca consultó. Hemos podido localizarlo y consultarlo, y en él consta que su padre, Domingo Vázquez, zapatero de obra prima, fue el que costeó su dote por valor de 3.297 reales. En dicha fecha su madre ya había fallecido.

En la dote se detalla su ajuar compuesto por almohadas, colchones, sábanas, cojines, toallas y enaguas. En cuanto a su ropa llevaba una almilla de damasco verde con su guarnición de oro valorada en 163 reales. Para el dormitorio principal contaba con un espejo y un peinador, así como con una cama de borne con sus barandillas de nogal y clavos de bronce, complementada con una colgadura de cama de lienzo y red blanca (154 y 66 reales). Seis eran los cuadros que aportaba, cuatro grandes de diferentes devociones y otros dos pequeños (96 y 16 reales). También llevó un pequeño juego de joyas, unos zarcillos de plata, una gargantilla de oro, unas perlas, un doblete de oro y un rosario de cristal con una cruz de plata (170 reales). En el total de dichos 3.297 reales de vellón se contabilizó el pago de 1.100 en metálico (100 ducados), de los cuáles 440 debían destinarse a la compra de un vestido.

En Utrera nacieron sus cinco hijos: Juan Carlos (1646), Miguel (1649), María (1652), Francisco Antonio (1653) y Pedro Tomás (1658). El cura de la iglesia mayor de Santa María de la Mesa que bautizó a Francisco Antonio, un 13 de septiembre de 1653, fue Alonso de Coria, y existen muchas probabilidades de que fuera pariente de su madre María de las Nieves, recordemos que era hija de Sebastiana de Coria. Apellido que estaba asentado en Utrera ya al menos desde el siglo anterior, tal es el caso de Catalina de Coria Maldonado, casada con Francisco Álvarez Bohorquez, que fueron los fundadores del convento de la Purísima Concepción, de Utrera, que por devoción de ella fue entregada a las religiosas carmelitas.

Otro miembro destacado de esta familia sería el fraile carmelita Diego Martínez de Coria Maldonado, natural de Utrera y fallecido en 1603. De él se conocen tres obras, el Manuel de Beatas (1591 y 1592), Dilucidario y demostración de las chronicas y antigüedad del sacro orden de la siempre virgen sancta Maria del Monte Carmelo (Córdoba 1593 y 1598) y Vida de san Franco de Sena, carmelita (Barcelona 1613 y 1623).

3.- De Utrera a Sevilla

La historiografía a partir de la obra de Bernales Ballesteros venía recogiendo que los Ruiz Gijón dejaron Utrera hacia el año 1660, y que se afincaron en la collación del Sagrario de Sevilla, posiblemente en la calle del Aceite y luego en de las Gradas. Sin embargo recientemente Cañizares Japón ha descubierto que antes de asentarse en dicha colación, lo inicialmente vivieron en San Lorenzo, en cuya parroquia estuvo la familia empadronada en los años de 1660 y en 1661, en concreto en la casa nº 1 de la plaza del mismo nombre: “Padron del año 1661: que toca al Cuartel de ariva desta Parroquia de señor san lorenço – casa 1 – Lucas Ruiz Gijon – Doña María de las nieves – Joan Ruiz Carlos – Miguel Gijon de nieves – Franco antt.º Gijon” y seis personas más”.

Es curioso como a Miguel, le adjudican como segundo apellido “De Nieves”, a pesar que debía ser el de Vázquez o Coria. Y efectivamente Lucas Ruiz Gijón cuando se compromete con Diego González el 28 de septiembre de 1661 a enseñar a leer y escribir a su sobrino, afirmó ser vecino de la Plaza de San Lorenzo.

El más conocido de todos sus hijos sería Francisco Antonio, afamado y reconocido escultor, autor del Santísimo Cristo de la Expiración (Sevilla), más conocido como “El Cachorro” (1682). En 1669 entró en el taller de Andrés Cansino, que falleció al año siguiente de 1670, contrayendo matrimonio con su viuda Teresa de León. De la faceta artística de Francisco Antonio, así como de sus hermanos Juan Carlos y Pedro Tomás, que serían pintores, ya existe una extensa bibliografía que da cuenta de la trayectoria de los tres.

Francisco Antonio contó con numerosos aprendices, e incluso se ha especulado que tuvo un círculo de seguidores caso de Bartolomé García de Santiago, José Naranjo o su propio hermano Miguel. Sin embargo hasta el momento no ha aparecido ningún documento que confirme la faceta escultórica de este último, posiblemente porque siguió los pasos profesionales del cabeza de familia.

Apenas se tienen datos de Lucas y de Miguel, padre e hijo, ambos maestros de escuela. Como novedad aportamos el dato que creemos inédito que uno de los hijos de Miguel, homónimo de su abuelo, Lucas Ruiz Gijón, terminó emigrando como “mercader” a Nueva España hacia el año 1686, donde contrajo matrimonio en 1692.

4.- Lucas Ruiz Gijón.

4.1.- Dos obligaciones de enseñar: 1661 y 1662

La enseñanza, tal como se ha concebido hasta hoy, apunta Aguilar Piñal, “se imparte en tres niveles complementarios: uno de iniciación, otro de formación general y otro de especialización”. Las escuelas de primera enseñanza que ofrecían una educación elemental y de alfabetización, presentaron una gran casuística a lo largo de la Edad Moderna. Algunos Cabildos costeaban sus locales y el salario de los maestros, aunque también existían maestros particulares “que enseñaban en sus propias viviendas, donde acogían a un número reducido de alumnos”. Es necesario diferenciarlas y distinguirlas de los colegios de segunda enseñanza, también llamados Colegios Menores o Escuelas de Gramática, preparatorios para los estudios superiores (Universidad).

En los Protocolos Notariales de Sevilla hemos localizado dos documentos relacionados con la actividad profesional de Lucas Ruiz Gijón, cabeza de la familia. El primero de ellos se fecha el 28 de septiembre de 1661, en el cual aparece como vecino de la Plaza de San Lorenzo. Como maestro escuela llegó a un acuerdo con Diego González, vecino en la calle de la Sierpe, para enseñar a su sobrino Juan Fernández de 9 años de edad, “a leer, escribir y contar las cinco reglas llanas”, en el plazo de año y medio. Se comprometía a alimentarlo, pues estaría alojado en su casa y compañía. Al final de dicho tiempo, debía saber escribir “de memoria” y contar, a cambio de recibir 1.500 reales, en tres pagos iguales. El primero de dichos pagos se realizó al firmar el compromiso de enseñanza, el plazo del segundo se fijaba para la fecha en la cual el pupilo supiera escribir «veinte renglones» y el tercero y último al finalizar el año y medio. Si al término del tiempo no supiera aún leer y escribir, el maestro debía asumir el coste de continuar con su enseñanza, pero con otro maestro. También se recogían ciertas cláusulas de excepción, en caso que el alumno huyera o falleciera se cancelaría el compromiso.

El 16 de octubre de 1662, Lucas Ruiz Gijón firmó otra obligación similar, con el mercader Francisco García de los Santos, vecinos ambos de la collación de Santa María, para enseñar a leer, escribir y contar a sus dos hijos, Pedro Brito García de Rivera y Juan Tomás García de Rivera, de 7 y 9 años respectivamente, a cambio de mil reales de vellón en dos pagos. Las novedades con respecto a la anterior obligación es que no se cita que fueran alumnos “internos”, y que el plazo para enseñarles se marcaba era el de la partida de los primeros galeones que salieran de España. Debieron ser los de la flota del general Bañuelos Sandoval partió de la península, lo hizo en noviembre de 1664, con destino a Tierra Firme. Esto nos hace pensar que los pequeños García de Rivera tenían como destino embarcar en dicha flota.

En la obligación de septiembre de 1661 actuaron como testigos Sebastián López Murillo y Alonso García Hidalgo. Del primero hemos averiguado que fue Veinticuatro de Sevilla hasta el año de 1659 y del segundo que fue organista de la Santa Catedral de Sevilla. En la obligación de octubre de 1662, los testigos fueron dos escribanos, Gerónimo de Arce y Pedro de Gálvez, sin duda debían trabajar al servicio de Ambrosio Díaz, escribano principal del oficio 19 al frente del cual estuvo entre 1654 y 1671. Gálvez tomó su relevo entre 1671 y 1682.

Del análisis de otras obligaciones similares, llegamos a la conclusión que el coste de contar un “alumno interno” en casa, ascendía aproximadamente a casi mil reales cada año. Por ejemplo Agustín López de Morales, vecino de la calle Aire, se obligaba a enseñar a leer y escribir a Baltasar Esteban de 12 años, en el plazo de 30 meses, que empezaban a correr desde 1 de enero de este año de 1677. Morales se comprometía a tenerlo en su casa, sustentarlo y darle ropa limpia, a cambio de 3.000 reales de vellón, con la condición que la cama se la diera su padrino Marcos Álvarez (maestro barbero y cirujano), y la ropa corriera a costa de su padre, así como el «darle papel, tinta y cañones».

Lucas Ruiz Gijón debía contar con un local que le serviría de aula para dar clase a un grupo de veinte a treinta niños de entre 6 a 10 / 12 años, edades estas últimas en la que sus padres o tutores solían concertar el aprendizaje de un oficio con otro maestro. El absentismo escolar debía de ser alto, y por tanto los ingresos de un maestro debían de ser irregulares y fluctuantes. Por eso creemos que recurrían a estas obligaciones de enseñanza personalizadas como una fuente de ingresos complementaria. Al estar afincado en una collación como la de Santa María de gran actividad económica por estar cercano al puerto, Lucas debió de enseñar a muchos hijos de tenderos y comerciantes al por menor, que no perdían la esperanza que sus hijos tuvieran un futuro prometedor en el continente americano, como podemos comprobar en la obligación de enseñanza de los hermanos Rivera.

Un caso muy distinto es el de la obligación de Francisco Antonio de Paz Esquivel, vecino Omnium Sanctorum, que no afirmaba ser maestro, pero sí se concertó con Miguel Gerónimo Lozano vecino en San Gil, para enseñar a leer y escribir a su hija doña Isabel en el plazo de tres años, a cambio de 150 reales de vellón pagados en dos veces, 100 al principio y 50 al final del periodo.

 

4.2.- De San Lorenzo a Santa María

El paso por la collación de San Lorenzo fue efímero, pues la familia Ruiz Gijón pronto pasó a residir en la de Santa María, en concreto en la calle Génova (hoy integrada como parte de la Avenida de la Constitución), que iba del Arquillo del Ayuntamiento hasta el cruce con las actuales calles Alemanes y García de Vinuesa. Una calle de gran bullicio, tránsito y actividad, en la cual ya en la segunda mitad del siglo XVII, abundaban numerosos establecimientos de imprenta, librerías y encuadernaciones. Lucas entabló amistad en ella con su vecino Juan Gómez de Blas, impresor en activo en Sevilla entre 1633 y 1667, cuya importancia para la historia del libro sevillano en el siglo XVII radica como apunta Peñalver Gómez, en el hecho que fue el impresor más destacado del segundo tercio del siglo, copando cerca de un 40 por ciento de la producción de este período.

La familia Ruiz Gijón vivía en una casa que el impresor había recibido en arrendamiento de la Catedral de Sevilla, y por tanto posiblemente en régimen de subarriendo:

“Yten declaro que yo e la dicha doña Magdalena del Castillo y Solis tenemos en arrendamiento de por vidas dos pares de casas que son en esta ciudad en la calle de Génova, las unas en que al presente vivimos y las otras en que al presente vive Lucas Ruiz Gijón que están asesorías a ellas y lindan con una calleja sin salida en la dicha calle de Génova cuya propiedad es de la fábrica de la Santa Iglesia metropolitana desta ciudad (…)”.

Gómez de Blas en su testamento de 25 de abril de 1667, lo nombró su albacea, junto a su mujer y a fray Juan de Pinto. Le entregó una memoria detallada con las deudas a su favor y en contra, para que acometiese la liquidación de dichas cuentas.

Tras su muerte los Ruiz Gijón pasaron a vivir a la colindante calle de las Gradas de la misma collación. Casi al año de fallecer su amigo lo haría Lucas, quien formalizó su testamento el 1 de abril de 1668, ante Pedro Gregorio Dávila, y en cuyo encabezamiento se presentaba como “maestro del arte de enseñar a leer, escribir y contar”. No pudo firmarlo debido a la gravedad de su enfermedad, falleciendo al poco tiempo, el día 4, siendo enterrado en su parroquia del Sagrario.

Todo lo relativo a su entierro lo delegó en sus albaceas, su hijo mayor Juan Carlos y a su mujer María de las Nieves. Designó como sus herederos a sus cuatro hijos: Juan Luis Carlos de 21 años, Miguel Gijón de las Nieves de 19, Francisco Antonio de 15 y Pedro Tomás Gijón de 10. A Juan Carlos no le asignaba apellido y a los otros tres los citaba sólo como Gijón, obviando el primero de Ruiz. En el documento también citaba algunas pequeñas deudas a pagar, caso del sastre Jacinto de León y de una “cuentecilla” con Tomás Sánchez, mercader de sedas en la Alcaicería, a cambio de la cual estaba enseñando a dos niños. Por último citaba la deuda con otros dos mercaderes, caso del compadre de Jacinto de León y de Juan Serrano de Castro. Aunque no recordaba el nombre del compadre de León, decía de él que tenía tienda “junto a los gorreros” y al que le debía dos pesos y dos reales, mientras que con Serrano tenía contraída una deuda de 128 reales de vellón.

Sin duda Lucas enseñó a leer y escribir a sus cuatro hijos. En el apéndice puede verse su propia firma fechada en 1662, así como las de sus hijos Francisco Antonio de 1677/1678 y de Miguel de 1681, a los que les inculcó un curioso y original colofón a modo de madeja para terminarla. Vid. fig. 1, 2, 3 y 4. En el caso de Juan Carlos incluso se conserva la carta de profesión que hizo de Agustina de San Pedro, al ingresar en el monasterio de Santa Paula en 1685. Como apunta Rosario Marchena la elaboró “con una letra primorosa y combinando la tinta negra con abundantes mayúsculas rojas”, que denota la enseñanza de su padre.

A excepción de Francisco Antonio, sus otros hermanos siguieron durante bastante tiempo vinculados a la parroquia del Sagrario. Miguel se casó dos veces en dicha parroquia (1670 y 1681) y en ella bautizó a sus cuatro hijos. Juan Carlos también se casó en la misma parroquia, el 29 de marzo de 1672, con Isabel Hernández, y lo mismo hizo Pedro Antonio con Ana Teresa de Ámbar Moxica, el 2 de septiembre de 1680. En ella bautizaron a sus cuatro hijos, Juan Manuel (1681), María Lorenza (1682), Francisco (1684) y Antonio Nicolás (1686).

5.- Miguel Ruiz Gijón (1649-1683)

5.1.- Su primer matrimonio: Francisca de Soto Carrasquilla.

Miguel era el segundo de los hermanos Ruiz Gijón, nacido en Utrera en el año 1649. Se casó en dos ocasiones, en primeras nupcias Francisca de Soto o Sotomayors, hija de Francisco de Soto y Dª María de Carrasquilla. El matrimonio se celebró el 15 de enero de 1670, y su velación el 20 de marzo, en la parroquia del Sagrario de Sevilla, como ya vimos. Tuvo al menos tres hijos bautizados todos en la dicha parroquia, Lucas Marcelino (1672), María Josefa (1676) y Teresa Manuela (1677).

Lucas Marcelino fue bautizado el 3 de marzo de 1672, siendo su padrino Melchor Gutiérrez, sacristán de la parroquia del Sagrario. María Josefa fue bautizada el 18 de enero de 1676 y Teresa Manuela el 14 de noviembre de 1677, siendo sus padrinos Marcos Aguado y D. Ignacio Gómez de Villalobos, respectivamente. De este último conocemos que en 1695 aportó yeso a la obra de la iglesia del hospital de los Venerables Sacerdotes.

Francisca de Soto falleció el 29 de mayo de 1681, otorgando de forma previa una declaración de pobreza ante el escribano José López Albarrán. Al ser hermana de José Francisco de Soto, Sacristán mayor de dicha parroquia, se le perdonaron los derechos de entierro. Se celebraron por ella dos misas (de Ánimas y del Santo Cristo). Miguel ya viudo se quedaba a cargo de la crianza de los tres pequeños, contando sólo con la ayuda de su madre María de las Nieves y de su suegra María de Carrasquilla, que sin duda ya serían de avanzada edad. Esto motivaría que a los pocos meses contrajera un segundo matrimonio el 7 de septiembre de dicho año con Andrea de Godoy.

5.2.- Su segundo matrimonio: Andrea Godoy Carrillo

Ambos tramitaron el expediente matrimonial de testigos ante el Arzobispado el 27 de agosto de dicho año de 1681. Ella declaró ser natural de Córdoba e hija de D. Pedro de Godoy y Dª María Carrillo, y que con tan sólo seis años pasó a vivir con su madre a Sevilla. Hacía ya 27 años que había llegado a la ciudad hispalense, siendo vecina durante todo ese tiempo también de la collación de Santa María (Sagrario).

Los testigos fueron tres, el primero de ellos Pedro de Buiza vecino en calle de Génova, confirmó la declaración de Miguel y que su primera esposa falleció siendo enterrada en la iglesia de su parroquia del Sagrario. También compareció Dª María de Leal, esposa de Francisco Fernández de la Vega, vecina en la calle de la Botica de las Aguas, que afirmó conocer a los futuros contrayentes, y que sabía que Andrea hacía 26 años que residía en Sevilla, por tener amistad con ella. La última en declarar fue Dª María Carrasquilla, su primera suegra, ya viuda y que vivía en el cuarto del Sacristán mayor de la parroquia del Sagrario (con su hijo), y que dijo conocer a Andrea desde hacía ya 7 años. De los tres testigos, sólo Buiza firmó.

El matrimonio se celebró el 7 de septiembre de 1681, y la velación el 24 de septiembre de 1682. Como testigos comparecieron José Francisco de Soto y Pedro de Buiza. Ese mismo 7 de septiembre, Miguel registró su capital de bienes, el 7 de septiembre de 1681 ante notario, declararon ser “maestro de enseñar a leer y escribir”, vecino de la calle Génova. El global del mismo ascendió a 10.000 reales, pero lo más interesante de dicho inventario de bienes, es que recoge dos referencias a su actividad profesional. El valor de la escuela que regentaba se tasaba en mil reales y un lote de libros pequeños y grandes, que imaginamos serían las cartillas de lectura, valorado en doscientos. Pensamos que debió de heredar todo el material de la clase de su padre, siendo la sociología de sus alumnos muy similar también, como vimos anteriormente.

En lo que podríamos entender era la estancia principal de su casa tendría cuatro sillones tapizados con vaqueta de moscovia, con agallones dorados nuevos, valoradas en 352 reales de vellón. Posiblemente en ella tendría un espejo grande decorado con una imagen de la Magdalena y un escaparate grande de pino y centro, valoradas ambas piezas en total en 600 reales. Entre los objetos más curiosos con los que contaba debemos citar un arpa “armada con sus cuerdas y su templador” tasada en 150 reales.

En lo que sería el dormitorio principal sin duda tendría la cama de nogal bronceada que se cita en el inventario con un valor de 600 reales de vellón, así como un peinador de “estopillas con soles y puntas” (100). Además de la ropa de diario se cita algunas piezas que por su superior tasación llaman la atención y que sin duda la utilizaría en ciertas festividades, tal es el caso de un conjunto de vestido de tafetán y sus complementos de su primera esposa, apreciados en 564 reales, así como una ropilla, calzón, mangas de brocato y dos sombreros que serían de él, apreciados en 342.

En distintas estancias de la casa contaba con varios lienzos que decoraban su casa, quizás alguno o algunos de ellos fuera regalo de sus hermanos pintores, caso de Ntra. Sra. de la Granada (150 reales), Nuestra Señora de la Antigua (100), el Tránsito de San José (100), Ntra. Sra. de la Encarnación (50), un Jesús Nazareno (77 reales), un San Francisco (25), así como varias láminas de diferentes devociones con sus molduras doradas (220), tres lienzos de distintas devociones (18) y seis países pequeños (20). Quizás de su hermano Francisco Antonio fuera un niño Jesús con un San Juan y “una hechura del Santísimo Cristo”.

Los acontecimientos familiares se sucedieron en pocos meses. Miguel Ruiz Gijón y Andrea de Godoy, el 19 de abril de 1683 bautizaron a su hijo Fernando Nicolás, siendo su padrino el riojano Pedro Sánchez Riscos, vecino de la misma collación. De él conocemos que era natural de Lumbreras de Cameros (La Rioja) y que estuvo casado con Ildefonsa María Merino de Pedrajas. Fue mercader de paños y Cargador a Indias, hermano de la Santa Caridad, así como Ministro Titular y Depositario de pruebas de pretendientes del Santo Oficio. Mediante la compañía que tenía establecida con Francisco Sánchez Riscos, posiblemente su hermano, envió mercancías con destino a Nueva España en las flotas de 1675 y 1678.

A los pocos meses, Miguel Ruiz Gijón fallecería sin dejar testamento el 20 de diciembre, siendo enterrado en la parroquia del Sagrario al ser vecino de la calle Génova. Quizás la posible mediación de los Sánchez Riscos pueda explicar el por qué su hijo Lucas Marcelino, huérfano y con sólo 15 años se marchase a Nueva España, en busca de un futuro mejor.

Emigró como “mercader” a Nueva España, debiendo embarcar en la flota del general Fernández Santillán que partió el 1 de julio y que llegó a Veracruz el 17 de septiembre de 1687. Ya en territorio novohispano se casó el 11 de mayo de 1692 en La Puebla de Zaragoza, con Francisca de la Parra Hinestrosa. (vid. fig. 5) ¿Alguna de las esculturas de su tío terminarían gracias a él en el Virreinato novohispano?

 

6.- Apéndice.

6.1.- Cuatros

Cuadro 1.- Genealogía Ruiz Gijón.

Cuadro 2.- Resumen de los posibles lugares de nacimiento de Lucas Ruiz Gijón.

5.2.- Documental.

Documento 1.-

Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Protocolos de Utrera.

Legajo 20892. Año 1647. Fol. 782 r.- 784 v.

Carta otorgada por Lucas Ruiz Gijón de haber recibido la dote de María

de las Nieves, hija de Domingo Vázquez.

Acijado = De color de acije. Almilla =  Especie de jubón, con mangas o sin ellas, ajustado al cuerpo. Rengue = Tela transparente y fina, especie de gasa. Sempiterna = Tela de lana, basta y muy tupida, que se usaba para vestidos. Tesoro de los Diccionarios Históricos de la Lengua Española. https://www.rae.es/tdhle/  (consulta en línea 21 de marzo de 2025).
  Reales

de vellón

[Fol. 782 r.]

 

Primeramente una media cama de borne con sus barandillas de nogal y clavos de bronce en ciento y cincuenta y cuatro reales.

Ytem dos colchones rellenos de lana en en diez ducados ambos.

 

[Fol. 782 v.]

 

Más dos sábanas de crea con puntas y encajes de pita en ciento y veinte reales ambas.

Más dos sábanas de crea llanas en setenta y dos reales ambas.

Unas artes de ruan con puntas y barañuelas de hijo de pita en tres ducados.

Cuatro almohadas y de crea bordadas con pinos de hilo azul y açixado en tres ducados.

Tres toallas la una de ruan con barañuelas y puntas de hijo portugués y las otras dos de crea llanas en tres ducados y medio todo.

Cuatro servilletas de lino nuevas en diez y seis reales.

Otras cuatro servilletas de estopa a dos reales que son ocho reales.

Una tabla de manteles de lino en dos ducados.

Otra tabla de manteles de estopa de dos varas y media en ducado y medio.

Otra tabla de manteles de estopa del mismo género en ducado y medio.

Unas enaguas de lienzo de crea en veinte y cuatro reales.

Otras enaguas a medio traer en un ducado.

Ytem tres camisas de mujer labradas en seis ducados todas.

Un peinador en un ducado.

Dos almohadas de crea y dos cojinicos de ruán llenos de lana en veinte reales.

Ytem una colgadura de cama de lienzo y red blanca en seis ducados.

 

[Fol. 783 r.] 

 

Una balona y vueltas de rengue de donas con sus puntas. Y camisa y calzones de Gante y calcetas de hilo. Y cuatro pañuelos de Bretaña en ciento y veinte y siete reales.

Un baúl negro de baqueta en cien reales.

Dos sillas de descanso negras nuevas en siete ducados. 77.

Cuatro cuadros grandes de diferentes imágenes en noventa y seis reales.

Dos cuadros pequeños en diez y seis reales.

Un bufete pequeño en veinte y cuatro reales.

Cuatro cojines de tripillas nuevos. Los dos a ducados y los otros a siete reales cada uno que monta todo treinta y seis reales.

Una estera de junquillo en siete reales.

Una canasta blanca y raída en dos reales.

Una gargantilla de oro en cuarenta reales.

Diez adarmes de perlas y un doblete de oro con nueve piedras blancas en ciento y ocho reales todo.

Un Rosario de cristal con una cruz de plata en diez y seis reales.

 

[Fol. 783 v.]

 

Unos sarcillos de plata sobredorados con tres perlas cada uno en medio ducado.

Un espejo mediano de cristal en cuatro reales.

Un candelero orneado en cinco reales.

Un cofrecito y una canastilla en cuatro reales.

Un dedal de plata que pesó dos reales y medio.

Un paño colorado de cama grande en seis ducados.

Una saya de jergueta de condoncillo nuevamente ducados.

Unas enaguas de damisela con su guarnición de oro en ciento y cincuenta reales.

Una almilla de damasco verde con su guarnición de oro en ciento y sesenta y tres reales.

Un habito de picotillo de seda en cien reales.

Una almilla de camello en veinte reales.

Un serenero que tiene vara y media de tafetán en quince reales.

Un corpiño de pasadillo encarnado con su galón de oro en once reales.

Un manto de anascote viejo en dos ducados.

Unas enaguas de sempiterna azul en dos ducados.

Una mantellina de bayeta blanca en veinte reales.

 

 

[Fol. 784 r.]

Una balona blandina en dos ducados.

Más cuarenta ducados en dinero para comprar un vestido. Y un aderezo de espada y daga.

Más sesenta ducados en dinero.

 

 

154

 

110

 

 

 

120

72

33

33

 

38

16

8

22

16

16

24

11

66

11

20

66

 

 

 

 

127

100

77

96

16

24

 

36

7

2

40

 

 

108

16

 

 

 

5.5

4

5

4

2,5

66

77

150

163

100

20

15

11

22

22

20

 

 

 

22

440

660

  3.297

 

 

Documento 2.-

Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Protocolos de Sevilla.

Oficio 16. Año 1681. Libro 2º. Legajo 10.281. Folios 224-227. Fecha: 07/09/1681.

Capital de Miguel Ruiz Gijón, maestro de enseñar a leer y escribir, vecino en la calle Génova.

  Reales

 de vellón

 
[Fol. 224 r.]

 

Primeramente una cama de nogal todo bronceada nueva con todos sus aderezos.

Ytem cuatro sillones de baqueta de moscobia con agallones dorados nuevos en trescientos y cincuenta y dos.

Un espejo grande con una imagen de la Magdalena pintada con la moldura y de peral en trescientos reales.

Más otro espejo pequeño en cincuenta reales.

Un escaparate grande de pino y cedro en trescientos reales.

Un bufete con su cajón de cedro en treinta reales.

Más otros dos pequeños de cedro en veinte reales.

Más una mesa ordinaria para comer en seis reales.

 

[Fol. 224 v.]

 

Más seis silletas de enea con un taburete en diez y seis reales.

Más dos arcas de pino en veinte reales.

Más otra arca de pino grande con diez y seis reales.

Más un cofre tumbado de pino forrado en cuarenta y cuatro reales.

Más un arpa armada con sus cuerdas y su templador en ciento y cincuenta reales.

Más un pipote mediano con sus horquillos en treinta y tres reales.

Más unas celosías que sirven en el balcón en doscientos reales.

Más el valor de la escuela con todo lo necesario en ella mil reales.

Más un lienzo del señor arcángel San Miguel de dos varas y media de largo y vara y media de ancho en cien reales.

Más un lienzo de Jesús Nazareno de medio cuerpo de tres varas de largo y una de ancho en setenta y siete reales.

Más otro lienzo de la imagen de Nuestra Señora de la Antigua de dos varas de largo y vara y tercia de ancho en cien reales.

Más otros dos lienzos de la Encarnación y el Tránsito del señor San José de vara y tercia de largo y de ancho ambos en cien reales.

Más otros dos lienzos de diferentes devociones nuevos de a vara y tercia todos en ciento y cincuenta reales.

Más una lámina de tafetán de la vida de Ntro. Padre San Francisco con su guarnición de tarco en veinte y cinco reales.

Más seis láminas pequeñas de diferentes devociones con sus molduras doradas en doscientos reales.

Más una de Nuestra Señora de la Granada con su moldura dorada en ciento y cincuenta reales.

Más un niño y un San Juan y una hechura del Santísimo Cristo en treinta y tres.

 

[Fol. 225 r.]

 

Más siete láminas pequeñas doradas en veinte reales.

Más tres lienzos de a vara y tercia de diferentes devociones de mediados en diez y ocho reales.

Más seis países pequeños en veinte reales.

Más cinco láminas de Jesús de María de letra empasta en treinta y tres reales.

Más dos pares de corredores y su estera de junco en cuarenta y dos.

Más media docena de cojines en setenta y dos reales.

Mas dos colchones cameros en ciento y treinta y dos reales.

Más cuatro colchones de mediados en ciento y cincuenta y cuatro reales.

Más una colchita de angaripola en veinte y cuatro reales.

Más un paño de cama encarnado de bayeta en treinta y seis reales.

Más un cobertor blanco de mediado en doce reales.

Más otro cobertorcito en doce reales.

Más otro paño de cama colorado en veinte reales.

Más una mantilla blanca de bayeta en veinte y dos reales.

Más dos sobremesas de bufetes en diez y seis reales.

Más un rodapiés bordado en diez y ocho reales.

Más otra mantilla de bayeta en seis reales.

Más un justacon de barragán en treinta y siete reales.

Más enaguas y ropilla de túnica en sesenta reales.

 

[Fol. 225 v.]

 

Más otra túnica pequeña en veinte reales.

Más unos mangosos de tafetán sencillo en doce reales.

Más unos calzones de (…) con guarnición de (…) cincuenta reales.

Más una ropilla y calzón y mangas de brocato, dos sombreros nuevos en trescientos y cuarenta y dos reales.

Más una linterna de felpa en trescientos reales.

Más otra linterna de tafetán de la niña mayor en treinta y tres reales.

Más otra angarina de cristal en treinta y tres reales.

Más otra angarina de cristal en treinta y tres reales.

Más una angarina y tapapiés de tafetán choreado de la niña en treinta y seis reales.

Más una basquiña de tafetán doble de la niña mayor en setenta y dos reales.

Más una linterna de brocato de color de la niña mayor en cuarenta y ocho reales.

Más unas enaguas de sarga nuevas en veinte y dos reales.

Más una saya de olan de Holanda nueva en treinta y seis reales.

Más otras enaguas de sarga encarnada en treinta y tres reales.

Más cinco varas de olan de Holanda en pieza en treinta reales.

Más unos calzones de tafetán encarnado con encajes y puntas y en cincuenta y cinco reales.

Más un manto atafetanado en cuarenta y cuatro reales.

Más un tapapiés de raso verde con los cabezones blancos en ciento cincuenta reales.

Más un manto nuevo atafetanado en ciento y cincuenta reales.

 

[Fol. 226 r.]

 

Tres mangotes de tafetán más tres pares de medias todo en sesenta y seis reales.

Más un hilan con puntas finas en diez y ocho reales.

Mas un bolsón de reliquias en veinticuatro reales

Más un abanillo de raso, con las varillas de marfil en veinte y cuatro reales.

Más dos sábanas de bramante nuevas en sesenta reales.

Mas dos pares de almohadas en diez y seis reales.

Más una tabla de manteles por estrenar alemanisca en treinta y tres reales.

Más otra toalla de manteles de mediados en veinte y dos reales.

Más un coleto de vestir en treinta reales.

Más servilletas y manteles para el servicio de la mesa en doce reales.

Más cuatro camisones de hombre en ciento treinta y dos reales.

Más tres pares de calzones a medio traer en veinte y seis reales.

Más tres camisas de la niña mayor dos nuevas y una ayuda en cincuenta reales.

Más, de la otra niña dos camisas nuevas y unas enaguas blancas en treinta y tres reales.

Más unas enaguas blancas de beatilla con tres andanas de soles en cuarenta y cuatro reales.

Más ocho xuiras de Indias en treinta y dos reales.

Más un peinador de estopillas con soles y puntas en cien reales.

 

[Fol. 226 v.]

Más un corpiño de raso carmesí en doce reales.

Más unas fundas de holandillas encarnadas en doce reales.

Más una faxa de seda en doce reales.

Más un bateyta y una (…) doce reales.

Más una caja de cuchillos finos en veinticuatro reales.

Más de la vela que sirve en el patio en treinta reales.

Más losas de Génova, fuentes y porcelanas y platos y vidrios y barros de Indias y posillos todo fino en trescientos reales.

Más tres tinajas y lebrillos verdes en veinticuatro reales.

Más un velón de azófar en veinte y cuatro reales.

Más de trastos de cocina en cien reales.

Más una copa de madenamadera con su sarteneja en cincuenta reales.

Más dos esteras grandes de esparto en veinte reales.

Más de un salero y doce cucharas y una bernegal y dos tenedores todo de plata que pesaron treinta y cinco onzas que va con reales cuatrocientos y veinte.

Más unos zarcillos de oro de cinco pendientes apreciados en veinte pesos que hacen reales de vellón doscientos cuarenta.

Más otros dos pares de zarcillos de filigrana dorados con sus perlas en ochenta y ocho reales.

Más, treinta cuerpos de libros chicos y grandes apreciados en doscientos reales.

Más de un vestido de tafetán doble nuevo, calzón, ropilla y mangas y con encajes y armador de brocato de color y angarina de tafetán doble nueva pagando todas las hechuras en quinientos y sesenta y cuatro reales de vellón.

Más del vestido del niño calzón y mangas de tafetán doble y ropilla de bayeta y hechuras en ochenta reales.

Más de una capa larga de bayeta de cinco varas en sesenta y un reales de vellón.

 

[Fol. 227 r.]

Más otra capa de bayeta nueva de tres varas en cuarenta y cinco reales de vellón.

Más de espada y daga con puños de plata y hojas en ciento y doce reales.

 

 

 

600

 

352

 

300

50

300

30

20

6

 

 

 

16

20

16

44

150

33

200

1.000

 

100

 

77

 

100

 

100

 

150

 

25

 

200

 

150

33

 

 

 

20

 

18

20

33

42

72

132

144

24

36

12

12

20

22

16

18

6

37

60

 

 

 

20

12

50

 

342

300

33

33

33

36

72

48

22

36

33

30

150

44

150

150

 

 

 

66

18

24

24

60

16

33

22

30

12

132

26

50

33

44

32

100

 

 

12

12

12

12

24

30

 

300

24

24

100

50

20

 

420

 

240

 

88

200

 

 

540

 

80

61

 

 

45

112

9616

 

 

 

Continue Reading

Actualidad

Las “tarjetas de visita”, los ‘selfies’ del siglo XIX: auge y huella en Marchena

Published

on

Mucho antes de que Instagram llenara de retratos las pantallas del móvil, los salones burgueses del XIX ya conocieron su propia explosión de imágenes personales. Eran las tarjetas de visita, pequeñas fotografías pegadas sobre cartulina que, entre 1858 y 1875, inundaron los álbumes familiares europeos y españoles. Hoy, el historiador marchenero Oliver Tovar Urbina reconstruye cómo aquel fenómeno global aterrizó también en la Campiña sevillana en su libro Historia de la fotografía en Marchena.

El nuevo libro de Óliver Tovar sobre la historia de la fotografía en Marchena no se limita al fenómeno de las “tarjetas de visita”. A partir de documentación y fondos gráficos, el autor reconstruye trayectorias biográficas, técnicas y editoriales que conectan Sevilla con Marchena: del reporterismo gráfico y la prensa ilustrada a los grandes archivos comerciales de postales.

Estas tarjetas se entregaban en mano durante las visitas de cortesía, se enviaban por correo o se dejaban en la bandeja de la entrada como prueba de haber estado en la casa, siguiendo la estricta etiqueta social de la época. Al mismo tiempo, las familias formaban con ellas álbumes domésticos que se hojeaban en el salón cuando llegaban visitas, a modo de catálogo visual de parientes, amistades y relaciones. Además de fijar la memoria familiar —bodas, primeras comuniones, retratos infantiles o militares—, las tarjetas de visita permitieron coleccionar imágenes de reyes, políticos, artistas o toreros, anticipando el consumo masivo de “famosos” y el uso de la fotografía como herramienta de identidad y prestigio social.

Las tarjetas de visita —pequeños retratos pegados a cartulina— fueron el primer fenómeno de fotografía de masas en Europa. Se popularizaron a partir de 1858 gracias a un ingenio técnico del fotógrafo André Adolphe-Eugène Disdéri, que en 1854 patentó en París una cámara con varias lentes capaz de obtener ocho negativos por placa, abaratando el retrato de estudio y desatando una auténtica cardomanía. En España, como en el resto del continente, los salones y álbumes familiares se llenaron de estos retratos de formato estándar (aprox. 6×9 cm en soporte de cartón), coleccionados e intercambiados como hoy se comparten selfies. 

Gracias al colodión húmedo y a los positivos en papel de albúmina pegados sobre cartulina, se pudieron tirar copias en serie a bajo coste. La fórmula funcionó tan bien que la prensa de la época habló de cardomanía: una fiebre coleccionista que se extendió por Francia, Gran Bretaña y, muy pronto, por España.

En nuestro país, la Biblioteca Regional de Madrid sitúa la primera gran oleada de tarjetas de visita entre 1858 y 1865, protagonizada por los pioneros del retrato en la Corte y documentada recientemente en la exposición y catálogo Un retrato romántico. La carte de visite.

Desde esos gabinetes madrileños, el formato se difundió por la geografía peninsular, hasta ser desplazado ya en la década de 1870 por cartulinas mayores como la cabinet card. El investigador Félix del Valle Gastaminza ha mostrado cómo estas pequeñas fotografías se convirtieron en un objeto de consumo masivo, destinado al intercambio, al álbum familiar y a la construcción de la propia imagen social.

En Marchena, la llegada y difusión de ese nuevo consumo visual se rastrea en fondos familiares y en la actividad de fotógrafos itinerantes y estudios locales de finales del XIX y primeras décadas del XX, un proceso que el marchenero Óliver Tovar Urbina contextualiza y documenta en su libro La historia de la fotografía en Marchena (2025), presentado el 12 de junio de 2025 en la Biblioteca Pública Municipal. La obra traza una cronología de prácticas, soportes y autores que conectan la villa con las modas técnicas y comerciales del momento en Andalucía. 

El libro de Oliver Tovar recoge ese marco general y lo aterriza en Marchena. A partir de colecciones privadas —como las de José Camacho Troyano o Juan Coullaut Valera— y de fondos familiares hoy muy dispersos, el autor sigue el rastro de las primeras cartes de visite conservadas en la localidad. Entre ellas destaca la delicada tarjeta de Ana María Mendiguatia de Morales y Montero de Espinosa, fechada hacia 1885 y con un tamaño de 55×90 mm, que resume a la perfección el estándar del género: una niña en pie, cuidadosamente vestida, apoyada en una silla y enmarcada en un cartoncillo negro con márgenes muy marcados. Esta y otras piezas permiten observar cómo la burguesía marchenera asumió rápidamente el nuevo lenguaje fotográfico.

Tovar muestra que estas tarjetas funcionaban como auténticos “memes” decimonónicos. Las familias encargaban series de retratos que luego se intercambiaban entre parientes, se enviaban por correo o se lucían en los álbumes de los zaguanes y comedores. En ellos, la visita podía hojear páginas enteras de caras conocidas, igual que hoy se recorre un perfil en redes sociales. Había fotos solemnes de primera comunión, jóvenes con sus mejores trajes de moda, militares de uniforme o niñas y niños disfrazados, todos ellos capturados en el mismo tipo de encuadre frontal, pensados para circular y ser vistos.

El trabajo de Tovar enlaza además estas primeras tarjetas con la evolución posterior de la imagen fotográfica en Marchena. A partir de los estudios sevillanos que retrataron a marcheneros —figuras como Plácido Cembrano Rodríguez, José Castellano Grandell, Juan Arenas Cansino o Manuel Medina, bien documentadas en la historiografía de Miguel Ángel Yáñez Polo sobre la fotografía sevillana— el autor reconstruye una red de fotógrafos, talleres y comercios que abastecieron de retratos y vistas urbanas a la clientela local desde finales del XIX hasta bien entrado el siglo XX. Las cartes de visite dan así paso a las tarjetas postales ilustradas, a las panorámicas de la plaza y la Puerta de Morón y, más tarde, al fotoperiodismo de bodas, procesiones y festejos.

El libro insiste en que estas pequeñas cartulinas no fueron solo un capricho de moda. Permitieron a amplios sectores de la población fijar por primera vez su propia imagen y la de sus seres queridos. En términos de historia social, cada tarjeta abre una ventana a la estructura familiar, la forma de vestir, los objetos y decorados de estudio que la rodean.

Para la investigación genealógica, constituyen un archivo de rostros que a veces es la única huella visual de personas nacidas hace siglo y medio. Y, desde la historia cultural, revelan cómo se construye la respetabilidad, la feminidad o la masculinidad de época mediante gestos, poses y accesorios.

En Marchena, las tarjetas de visita fijaron para siempre a médicos, comerciantes, labradores acomodados, religiosas, niños y niñas de familias obreras que ahorraban para un único retrato. Hoy reaparecen en las páginas de Historia de la fotografía en Marchena (Sevilla) como piezas de un gran puzle visual. Gracias a la labor de recolección y análisis de Oliver Tovar, esa antigua cardomanía se convierte también en memoria compartida: el álbum colectivo de un pueblo que empezó a mirarse a sí mismo cuando la fotografía dejó de ser un lujo y se convirtió, por primera vez, en un gesto cotidiano.

Retratos, prensa ilustrada y archivos comerciales de Sevilla y Marchena

El volumen incorpora perfiles de fotógrafos clave y nuevos datos para la historia de la fotografía en Marchena como los de ¡ Cecilio Sánchez del Pando ( reportero sevillano, colaboró con revistas como Revista Bética, El Liberal, La Hormiga de Oro, La Unión Ilustrada, Nuevo Mundo o Heraldo, y cubrió la guerra de África, el Desastre de Annual (1921) y la contienda de 1936, empleando cámaras Ernemann y flash de magnesio.

Eduardo Rodríguez Cabezas “Dubois”  figura como retratista e innovador que dio el salto a la prensa gráfica en Sevilla y Madrid (Mundo Gráfico, Nuevo Mundo), con traslado a Madrid en 1905 y labor intelectual y docente en torno a la fotografía.

En el ámbito del retrato escénico, Plácido Cembrano Rodríguez, vinculado al Teatro del Duque y la zarzuela, fue pionero en iluminación artificial y nocturnas con luz reflejada; tras los ensayos abiertos por Ramón Fuentes (1895), su carrera concluye con su fallecimiento en 1940.

José Castellano Grandell es presentado como maestro del retrato en Sevilla: formación con Kaulak (Madrid, ca. 1906), estudio en calle Rioja, predilección por el virado sepia y un archivo de miles de negativos con un control minucioso de luces y sombras.

El libro mira también a los grandes editores de postales. Lucien (L.) Roisin, con campañas sevillanas entre 1925 y 1929, publicó álbumes de la metrópoli (1928) y de la Exposición Iberoamericana (1929), con series en monocromo y color (sepia, azul, verde, rojo-cobre) y copias coloreadas a mano.

Asimismo, documenta el fondo Loty de Antonio Passaporte (4.8): placas de cristal 10×15 cm (1927–1936) hoy conservadas en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, con registros de la Puerta de Sevilla (Arco de la Rosa) y la Puerta del Palacio Ducal de Marchena, entre otros.

En la sección dedicada a vínculos locales, Tovar identifica fotógrafos sevillanos que retrataron a marcheneros, como Manuel Fernández Aveño y Manuel Olarte, y recupera la figura de José Codes fotógrafo activo en Marchena, del que aporta la partida de bautismo y referencias a su actividad.

En conjunto, el trabajo ofrece una historia prosopográfica y técnica: biografías de autores conectados con Sevilla y Marchena, evolución de procesos y equipos (magnesio, nocturnas, virados), la función de la prensa ilustrada y el papel de los archivos comerciales (Roisin, Loty/Passaporte), además de un catálogo de autores que trabajaron en la villa o retrataron a sus vecinos.

Fuentes consultadas

  • Oliver Tovar Urbina, Historia de la fotografía en Marchena (Sevilla), editorial Oliver Tovar Urbina, 184 págs., 265×210 mm, ISBN 978-84-09-17843-8.Todos Tus Libros+2Todos Tus Libros+2

  • Catálogo de la exposición Un retrato romántico. La carte de visite, Biblioteca Regional de Madrid.Comunidad de Madrid+1

  • Félix del Valle Gastaminza, “La carte de visite: el objeto y su contexto”, Instituto de Estudios Riojanos / UCM.Eprints UCM+2Producción Científica UCM+2

  • Estudios sobre la carte de visite y la patente de Disdéri en el Getty Museum, Camera Museum y síntesis enciclopédicas recientes

Continue Reading

Historia

San Diego, el santo que pasó por la ermita de Santa Eulalia de Marchena

Published

on

El cuerpo ‘incorrupto’ de San Diego de Alcalá se expone cada 13 de noviembre en la Catedral de Alcalá de Henares.
 San Diego dio nombre a la ciudad homónima de California, en Estados Unidos, después de pasar por Santa Eulalia de Marchena procedente de su San Nicolás del Puerto natal y poner rumbo a las Islas Canarias y luego Francia y Roma.
En San Nicolás del Puerto se celebra cada 13 de noviembre la festividad y romería de San Diego de Alcalá.
El talento de San Diego de Alcalá fue descubierto en Santa Eulalia de Marchena por uno de los fundadores del convento marchenero y que en el futuro sería conocido como unos de los apóstoles de Canarias: Fray Juan de Santorcaz que sería su maestro y mentor.
En Marchena San Diego hacía una vida simple y ascética trabajando el huerto y rezando como solían hacer los frailes de dicho convento. Diego también pedía limosna por los pueblos de Sevilla, Córdoba y Cádiz para dárselo a los pobres.
Los dos frailes de Santa Eulalia viajaron como evangelizadores al convento de Betancuria en Canarias en 1441 donde está enterrado Juan de Santorcaz en cuya tumba se encontraron algunos manuscritos del propio fraile junto a libros de filosofía de Ramón LLul.
San Diego era, según Jose de Vera y Clavijo, lego y guardián del convento de Betancuria hasta donde llegó cargando una pesada cruz nada más desembarcar procedente de Marchena. Diego volvió a Andalucía en 1449.
San Diego fue tan famoso que Lope de Vega le dedicó un soneto “La verde yedra al tronco asida”, y el drama “San Diego de Alcalá”. Tenía fama de curar a los enfermos después de muerto.
A su muerte los Reyes Catolicos recibieron como regalo el corazón de Santorcaz que luego Felipe II coloca en El Escorial como reliquia. También el cuerpo de San Diego acabó en El Escorial.
Felipe II, mandó llevar al Escorial sus restos después de que el  príncipe Carlos, cayó por las escalreas del palacio en 1562 y se golpeó en la cabeza. Cuando el santo reposó junto al lecho del príncipe, este sanó. Este milagro motivó su rápida canonización.
El milagro más famoso es el de las rosas. Fray Diego robaba comida de los conventos donde pasaba  para dárselos a los pobres, pero fue descubierto. El dijo que llevaba flores bajo la túnica, y al abrirla, así fue, llevaba un ramo de rosas. En Roma con motivo del año jubilar de 1450 se declaró una peste y él se dedicó a cuidar y curar enfermos. La orden franciscana llevó su nombre a California y México donde es muy venerado.

Continue Reading

Hermandades

La ruta de la Inmaculada por iglesias capillas y calles de Marchena

Published

on

El 9 de octubre de 1617,  el papa Paulo V aceptaba finalmente la proclamación de su Inmaculada Concepción defendida por los franciscanos. En Sevilla, este éxito alcanzado en Roma fue atribuido a las gestiones llevadas a cabo allí por el doctor Bernardo de Toro y el arcediano de la localidad de Carmona Mateo Vázquez de Leca.
El 19 de junio de 1616 se hizo en Sevilla el juramento de sangre y el 30 de junio de ese mismo año (1616) los sacerdotes de la Hermandad de San Pedro Ad Vincula de Marchena hicieron el voto de la Concepción. En septiembre de 1616 se juró el mismo voto en San Juan de Marchena con asistencia del Duque y los caballeros de Marchena que fue recordado con la Magna Mariana de hace dos años.

SANTA MARIA Y SAN JUAN
Para Santa Maria Pedro de Mena talló una gran Inmaculada por encargo del Duque, que presidía las grandes fiestas de diciembre a las que era obligado asistir los miembros del Cabildo, los jueces, los militares, el clero y el pueblo que trabajaba directamente para el Duque, incluyendo las hermandades allí establecidas como la Sacramental, Santa Cruz o la Soledad.

En torno diciembre de 1688 se conservan  dos cartas autógrafas del escultor Pedro de Mena y Medrano a Antonio de Fuentes explicando que el estado de su salud le impidió trabajar en la imagen de la Concepción encargada para Marchena y dice que el duque querría verla en Madrid pues por su arte será mucho mejor que la que hizo para la Iglesia de Córdoba; habla también de su situación y cuestión de fondos.
En los últimos años de su vida el Duque de Arcos le encarga la gran Inmaculada de dos metros de alto que se conserva en San Juan, para la iglesia de Santa Maria sobre la que se conservan dos cartas manuscritas, una del propio escultor y otra de su viuda después de muerto el maestro. Por lo tanto, la obra realizada para Marchena es su última escultura.
Imagen relacionada
Una vez muerto el artista su viuda Catalina de Vitoria y Ulquiza, envía una carta al Duque de Arcos en la que asegura que éste dijo que estaba terminada la imagen de la Concepción que por encargo del Duque de Arcos hizo para la iglesia de Santa María de la Mota de Marchena y que lo que faltaba lo podían hacer sus oficiales o discípulos. Carta fechada en Málaga eñ 23 de noviembre de 1688.
«Desde tiempo Inmemorial» según Diego de Becerril Vicario de la villa de Marchena en 1525 » había costumbre de decir una misa votiva todos los miércoles de cada semana a la Limpia Concepción de Nuestra Señora en la Iglesia día de la Mota». El Arzobispo de Sevilla «bajo cierta pena obligaba a los curas, clérigos y capellanes a que asistieran a dicha misa acompañados de «la devoción todo el pueblo». Además, Marchena fue uno de los primeros lugares en jurar el voto Concepcionista en septiembre de 1616, como se recordó con la Magna Mariana de 2016.

La crónica jesuita del año 1635 dice que «La fiesta de la Puriª Concepción de Nª Sª es fiesta propia dela Casa de Arcos. Y ello es así; porque es como distintivo de esta Casa de tiempos muy antiguos. Celebran con gran solemnidad este tiernísimo misterio. Pues en aquellos Pleytos antiguos, los Señores de Arcos fueron los primeros, o de los primeros que la defendieron, y celebraron en todas las Ciudades, Villas y lugares de sus vastos estados» fiesta que ya se hacia en 1448.   Desde 1525, cada miércoles en la Iglesia de Santa María de la Mota estaba instituida una misa votiva de la Concepción, asistida por todos los curas, clérigos y capellanes.
ANTIGUO AYUNTAMIENTO DE MARCHENA

El ritual de toma de posesión y Juramento del Asistente o Alcalde de Marchena incluía una defensa del dogma de la Inmaculada que además desde tiempo del Duque de Cádiz era una de las devociones principales de Marchena acrecentada por los jesuítas de Marchena y llevada a América.
Dos regidores salían del edificio del Cabildo y cruzaban la plaza Ducal hasta llegar al extremo puesto donde estaba el Palacio del Duque. Allí recogían al Asistente y lo llevaban al Cabildo. En el Cabildo se realizaba la toma de posesión del cargo en un juramento que incluía la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción.  A continuación el Asistente saliente le entregaba la vara de justicia y le dejaba su asiento.
SAN MIGUEL
Cada siete de Diciembre víspera de la Inmaculada en San Miguel se presentan la Virgen de las Lágrimas presidiendo el altar mayor vestida con los colores de la Inmaculada, celeste y blanco y los hermanos de Jesús Nazareno leen en voz alta, tras la misa del triduo de la Inmaculada, los pasajes de las letrillas de Miguel del Cid, siglo XVII, en defensa del dogma de la Inmaculada Concepción, que dicen «Para dar luz inmortal siendo voz alba del día, sois concebida María sin pecado original».

La Hermandad de Jesús Nazareno como filial de la Hermandad del Silencio de Sevilla tiene por escrito en sus reglas la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción, que la hermandad de San Antonio Abad simboliza con un cirio y una espada, que indica que están dispuestos a defender con su sangre este dogma.
INMACULADA DE PUERTA OSUNA
El oratorio público de la Inmaculada Concepción de Marchena estaba ubicado en la puerta de Osuna desde 1640 cuando fue  aprobado por  licencia por D. Gaspar de Borja y Velasco. 
La licencia fue prorrogada por Fray Pedro de Tapia en 1654 y luego por  el visitador Ambrosio Ignacio Spínola y Guzmán el 25 de agosto 1675.
Estos datos aparecen en el Estudio de los Oratorios domésticos y Capillas privadas en los siglos XVII y XVIII  del Arzobispado de Sevilla,  de Rosalía María Vinuesa Herrera.

Continue Reading

Historia

Cuando la dehesa de Montepalacio estaba llena de lobos que espantaban al ganado

Published

on

En 1749 el administrador de las rentas del X duque de Arcos, Francisco Ponce de León, ordena sucesivas campañas de limpieza del monte bajo de Montepalacio, propiedad de dicho Duque para limpiar la zona de lobos que tanto daño hacían al ganado.

Son tantas las plantas que formaban el monte bajo, principalmente lentisco, arrayanes, acebuches y tarajes, que «impiden que  fructifique el monte,  y lo hace incapaz de producir y pasto para los ganados pero que se produce grandísimo perjuicio para los ganadores ganaderos y pastores».

El mayor perjuicio para el ganado venía de «criarse en estas espesuras y entre su maleza, abundancia de lobos que tanto les perjudica»  expresaron varios testigos.

Se ordena limpiar y desguazar las espesuras del Monte bajo para ayudar al terreno a producir hierbas y pastos «para los ganados mayores y menores con el beneficio de esta labor a semejanza de algunos sitios que en dicho monte llaman «las abiertas» donde no hay monte bajo, cuyo terreno es como labrantío, y pueden pastar ganados mayores y menores, sin los daños que les ocasiona los muchos lobos que la espesura tiene». 

Se expresa además los sitios donde había lobos y que conviene limpiar, como  La Marquesa, Acebuchal, El Puntal lo que llaman El Coto, y la linde del Charcón según el documento información hecha a petición de Hermenegildo Díaz de Ceballos, administrador de las rentas del [X] duque de Arcos, [Francisco Ponce de León], sobre la limpieza y desmonte del lugar llamado «Montepalacio», ubicado en Marchena (Sevilla), propiedad de dicho duque 1749-11-11 Marchena (Sevilla) / 1825-2-22.

Las ordenanzas de la villa de Marchena de 1525 dejaban claro que nadie podía sacar leña de encina ni alcornoque del «Monte de Palacio» ni del resto de montes del Concejo «so pena de 1000 maravedíes por cada carga» y si fuera esclavo cien azotes públicos por cada vez y a la tercera, destierro perpetuo. 

Si  un guarda de Montepalacio veía cortar o sacar madera a alguien y no lo avisaba a la Justicia tenían que pagar el doble del valor de la madera siendo además privados de su oficio. Si alguna persona avisaba al Concejo (Ayuntamiento) de algún daño causado a Montepalacio se le daba «la misma parte que el mayordomo había de tener de maravedíes».

Ningún vecino de la villa de Marchena ni de fuera de ella podía «quitar ni coger casca ni cortitzo alguno de Montepalacio ni de los Montes del Concejo so pena de 600 maravedíes».

Si alguien cortaba de Montepalacio madera de encina o de alcornoque para carreta, noria o molino «sea obligado a dar cuenta de dónde la trajo y cuando la cortó y si no la diere que pague  conforme a las ordenanzas y que luego vaya con él, un maestro de oficio y uno del Cabildo para que vea de dónde y cómo se corta y no se corte más de lo que jurare que es menester». 

También manda que la zona del Chaparral y de la Fuente de la Arena «se guarde que no la coman ningún ganado desde San Miguel a Todos los Santos bajo pena de 600 maravedíes, un tercio para la cámara, un tercio para el Concejo y un tercio para el para el que denuncia».

Solo a partir del día de Todos los Santos los vecinos de Marchena, -no los de otros pueblos cercanos- podían entrar a coger bellota de los montes públicos entre ellos Montepalacio. 

Situada en el término municipal de Paradas, en Montepalacio hoy encontramos alcornoques y pinos. Abundan lagartos, culebras y aves como la abubilla, que conviven con el erizo común, el conejo, la liebre, la gineta y el zorro.

En el alcornocal de la Mocheta», los alcornoques alcanzan un diámetro de hasta 4,30 metros, con edades estimadas de 400 años. Este paraje está recogido en el catálogo de árboles y arboledas singulares de Andalucía.

Continue Reading

Historia

De Lisboa a la Falla Averroes: ayer y hoy de la amenaza sísmica en el sur de España

Published

on

A las 9:30 horas del 1 de noviembre de 1755 se produjo un terremoto de gran virulencia cuyo epicentro se encontraba en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa. En la actualidad se calcula que pudo alcanzar un 9 en la escala de Richter. Fue por lo tanto el peor terremoto de la historia de la península ibérica. 
Teniendo en cuenta que estamos en un límite de placas activo, es habitual que ocurran terremotos en Andalucía siendo el sureste de la Península la zona más afectada, en especial las provincias de Granada, Málaga y Almería.
«Todo el Sur de España es una zona activa sísmicamente hablando porque está sometida a una compresión donde toda Andalucía se acerca al norte de Africa y esto produce una lenta pero inexorable elevación del terreno y eso de algún modo afecta a todas las fallas de la zona», indica Juan Vicente Casado del Instituto Geográfico Nacional.
Principales fallas activas en el Mar de Alborán.  
Históricamente han ocurrido grandes terremotos al norte del mar de Alborán como el terremoto de 1522 con 1.000 víctimas mortales o el de 1680 que produjo 70 muertos y la destrucción del 20% de las casas de Málaga. En los últimos 100 años se han detectado multitud de terremotos superficiales principalmente al noroeste de la falla de Carboneras (FC) y en la zona de Alhucemas y falla de Al Idrisi. como por ejemplo el terremoto de M6,2 en 2004 que causó 600 víctimas en Marruecos y el terremoto de M6,3 en 2016 un poco más al norte. 
Modelo de propagación del tsunami y áreas del litoral que se verían afectadas. /ICM-CSIC
FALLA DE AVERROES/CSIC
El (CSIC), ha advertido recientemente de la potencial peligrosidad de la Falla de Averroes frente a las costas de Málaga, Granada y Almería. Esta gran grieta, con dos tramos, uno de ellos de 16 kilómetros de largo, activa desde finales del Mioceno hace cinco millones de años, que generaría olas de seis metros de altura y tardarían en llegar a la costa entre 21 y 35 minutos, según el CSIC. 
“Estas olas gigantes pueden representar una amenaza para las poblaciones costeras, dañar infraestructuras marinas y terrestres, y provocar una crisis económica y medioambiental. Estos resultados resultarán vitales para mejorar las medidas de planificación encaminadas a la mitigación del impacto de un posible tsunami”, explica el geólogo del ICM Ferran Estrada.
Terremotos en los últimos 30 días.
Toda Andalucía presenta intensidades esperadas sísmicas superiores o iguales al grado VI en la escala de Intensidad EMS-98, lo que implica el obligado cumplimiento de la Norma de Construcción Sismorresistente Española (NCSE-02).
En Marchena hubo terremoto de magnitud 1.8 en Junio de 2021 según informa el Instituto Geográfico Nacional, dentro de una cadena de pequeños temblores apenas imperceptibles en los términos de Marchena y La Puebla de Cazalla y la Sierra sur.
Mapa de peligrosidad sísmica del Instituto Geográfico Nacional.
Mapa sísmico de España. 
En Marzo de 2021 fue la última cadena de pequeños sismos el mayor de ellos, de magnitud 3,1 en el municipio de Villanueva de San Juan (Sevilla), sin daños. 
«La Sierra Sur de Sevilla Es una zona donde habitualmente hay muchos terremotos pero nunca ha superado magnitud cinco. Una pequeña falla o fractura geológica puede producirlos. Por la tectónica regional de la zona, la explicación más plausible se puede deber a una falla pequeña, pero no se sabe con seguridad. No hay ninguna falla activa identificada en la zona capaz de producir terremotos. Al ser pequeños no hace falta que sea una gran falla, puede ser una falla pequeña difícil de identificar» explica Casado.
La falla Azores Gibraltar originó el Terremoto de Lisboa que dió inicio a la sismología moderna. 
Hace pocos meses, el CSIC, Centro Superior de Investigaciones Científicas detectó una  nueva falla en el Mar de Alborán, al sur de la provincia de Málaga. «La mayoría de los terremotos ocurren en fallas y estas fallas se pueden identificar cuando hay un terremoto grande, y si se ha visto visualmente.
EL TERRMOTO DE LISBOA, EL PEOR DE LA HISTORIA SE ORIGINÓ EN LA FALLA AZORES GIBRALTAR
El seismo de Lisboa dió inicio a la sismología moderna y fue seguido por un tsunami y un incendio que causaron la destrucción casi total de la capital portuguesa y la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas. En España afectó a las costas de Huelva y Cádiz y las ondas sísmicas se dejaron sentir en lugares tan alejados como Finlandia, o Barbados al otro lado del Atlántico. Los sismólogos estiman que la magnitud del terremoto de Lisboa habría sido de entre un 8,5 a 9,5 en la escala de magnitud de momento, con su epicentro en algún lugar desconocido en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa.  El terremoto fue sucedido por un tsunami y un incendio que causaron la casi destrucción total de las zonas bajas de Lisboa
Interior Convento do Carmo
La iglesia do Carmo de Lisboa permanece semidestruída desde el día del terremoto.
La hipótesis más aceptada es que el epicentro se situó en la zona de fractura Azores-Gibraltar, donde choca la placa africana y la euroasiática, conclusión extraída de testimonios contemporáneos recogidos por orden del Marqués de Pombal dejó claro que un círculo de 300 km de radio bajó unos 30 m durante el terremoto a causa del choque de las placas.
En Marchena San Miguel y San Sebastián tuvieron que ser reconstruídas. 
En España los daños, aunque en menor medida que Lisboa, también fueron cuantiosos y varios años después todavía se estaban presupuestando y ejecutando obras en distintas casas y edificios públicos, como prueba una Real Orden de Carlos III de 1771 que
ordenaba la construcción en la villa de Rota (Cádiz) de un malecón y un muelle nuevos destruidos a consecuencia del terremoto [12]. Incluso tuvo una influencia directa en la economía del país pues, por ejemplo, los gastos que ocasionó repercutieron en un aumento de los arrendamientos de las viviendas que tenía el Cabildo de Sevilla.
En San Juan Bautista se separó la torre, se abrieron dos de sus paredes maestras y algunos arcos. En Santa María cayeron elementos de la torre que quedó próxima a derruirse. Hubo que reconstruir las iglesias de San Miguel y San Sebastián.
En el Convento de Capuchinos, San Agustin y Franciscanos hubo daños en el tejado de la Iglesia, en San Francisco cayó la vivienda de los coristas con otras cinco celdas, se dañó la Iglesia y se  abrieron algunas paredes. En Santo Domingo hubo daños en el Claustro y en la Capilla del Rosario. En esta iglesia de Santo Domingo el terremoto tuvo lugar mientras se celebraba misa pero nadie resultó muerto. En cuanto a las viviendas fue necesario destruir muchas y componer otras.  Además al día del terremoto se repitieron otros fenómenos. «En los días siguientes se observaron varios fenómenos lucientes del Oeste al Sur, y se repitió el terremoto el 8 a la misma hora, aunque levemente».
EFECTOS EN SEVILLA
En la encuadernación de un protocolo de ese año el escribano Antonio de Madariaga anotó: «Año del terremoto formidable y universal del día de Todos los Santos, 1º de noviembre». En Sevilla afectó a gran parte del caserío de la ciudad, pero solo causó nueve muertes. La Giralda sufrió pocos daños, aunque la fuerza del movimiento de la tierra provocó que las campanas tocaran solas.
Intensidad del terremoto de Lisboa en varias regiones del Atlántico. 
El monumento a la Virgen del Triunfo, o también Virgen del Patrocinio, se levantó en agradecimiento por la suerte que tuvo Sevilla durante el terremoto del 1º de noviembre de 1755, en Lisboa. Situado junto al Archivo General de Indias. Construido en 1757, obra de José Tomás Zambrano.

Continue Reading

ACTUALIDAD

Actualidad8 horas ago

De Marchena a París: El Flamenco como puente para el aprendizaje de idioma y cultura hispana

Dos marcheneros, Daniel Martínez Suárez y el bailaor Miguel Ángel Suárez Pérez, llevan el proyecto educativo «Arte y Compás» al...

Actualidad9 horas ago

La carretera Marchena Fuentes, cortada por acumulación de barro tras las intensas lluvias

La borrasca Claudia, a su paso por la provincia entre los días 15 y 16, ha provocado incidencias en distintas...

Actualidad18 horas ago

Akasha organiza dos noches de música en directo con ‘Flip Flop Rocking Band’ y ‘Repartiendo Estopa’

El fin de semana del 22 y 29 de noviembre de 2025, la localidad de Marchena vibrará al ritmo del...

Actualidad18 horas ago

La Macanita llenará de duende el Teatro de Osuna en honor al 600 aniversario del Pueblo Gitano

El próximo domingo 23 de noviembre, el Teatro Municipal Álvarez Quintero de Osuna se vestirá de arte y sentimiento con...

Actualidad18 horas ago

Osuna acoge el estreno de la película de Pilar Távora en el marco del 600 aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a la Península

La Casa de la Cultura de Osuna fue escenario el martes 17 de noviembre del emotivo estreno del docudrama “La...

Actualidad18 horas ago

Manu Sánchez, protagonista de las VIII Jornadas de Emprendimiento de La Puebla de Cazalla el 11 de diciembre

El próximo 11 de diciembre a las 16:30 horas, la Hacienda El Jardal de La Puebla de Cazalla acogerá una...

Actualidad18 horas ago

Puente Genil encenderá su alumbrado navideño el 21 de noviembre y estrenará más de dos millones de luces

Puente Genil (Córdoba) inaugurará la Navidad 2025-2026 el viernes 21 de noviembre, con el encendido oficial de su alumbrado extraordinario,...

Actualidad18 horas ago

Écija celebra el Festival Barroco del 27 al 30 de noviembre con historia, arte y experiencias sensoriales en el Palacio de Benamejí

Del 27 al 30 de noviembre de 2025, la ciudad de Écija se transforma en epicentro del arte y la...

Actualidad18 horas ago

Jerónimo Díaz expone “Mi Cuñao También Pinta” en Morón: una defensa del arte hecho al aire libre y sin artificios

El Espacio Santa Clara de Morón de la Frontera acoge hasta el próximo 11 de enero de 2026 la exposición...

Actualidad19 horas ago

Crónica de una noche de swing bajo la lluvia: la Guadaíra Big Band en la Sala Carrera

A pesar de la lluvia persistente y del mal tiempo, la Guadaíra Big Band logró llenar la Sala Carrera. Desde...

Actualidad19 horas ago

Fuentes de Andalucía reúne a más de 220 cofrades en el IV Congreso de Hermandades Nazarenas Singulares y cede el testigo a Sanlúcar la Mayor para 2026

Fuentes de Andalucía (Sevilla) acogió el pasado sábado 15 de noviembre el IV Congreso de Hermandades Nazarenas Singulares, una cita...

Actualidad19 horas ago

Presentado en Paradas el poemario “Refugio inmune”, segundo libro de la autora local Manuela Reina

El pasado viernes 14 de noviembre, el Aula Municipal de Cultura “La Comarcal” de Paradas acogió la presentación de “Refugio...

Actualidad19 horas ago

Turadh presenta “Cantad, hermosas”, un homenaje escénico a las poetisas de antaño en Paradas

Un homenaje a las mujeres poetas podrá verse en Paradas el Viernes 21 de noviembre a las 19:30 h. en...

Actualidad19 horas ago

CCOO alerta de más de un centenar de empleos en riesgo en los centros de menores de Sevilla

El Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO de Sevilla ha denunciado este martes que más de un centenar de puestos...

Actualidad20 horas ago

El Área Sanitaria Sur de Sevilla vacuna a casi 1.500 usuarios en un solo día dentro de la campaña sin cita

El Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla ha activado 21 puntos de vacunación sin cita previa frente a la...

Actualidad20 horas ago

Últimos días para visitar la exposición “Sagrada observancia” en el Museo de Osuna

La Hermandad de la Humildad y Paciencia recuerda que aún es posible visitar la exposición “Sagrada observancia. XXV aniversario de...

Actualidad20 horas ago

Paradas acogerá la presentación de Inocentes, réquiem literario por las víctimas del crimen de Los Galindos

El Aula Municipal de Cultura La Comarcal de Paradas (Sevilla) acogerá el jueves 4 de diciembre de 2025 la presentación...

Actualidad1 día ago

Marchena se vuelca con el 25N con un mes de actividades bajo el lema “Ciudad libre de violencia, 2025”

El Área de Igualdad del Ayuntamiento de Marchena ha diseñado para este mes de noviembre un amplio programa de actos...

Actualidad3 días ago

Las “tarjetas de visita”, los ‘selfies’ del siglo XIX: auge y huella en Marchena

Mucho antes de que Instagram llenara de retratos las pantallas del móvil, los salones burgueses del XIX ya conocieron su...

Actualidad4 días ago

Jornada intensa para los bomberos de Marchena con un coche calcinado en la A-92, caída de árboles y una explosión en vivienda rural

Los bomberos de Marchena tuvieron en la tarde y noche de ayer una jornada de intervenciones encadenadas, que incluyeron el...

Agenda Andalucia Arahal Arte Carmona Carnaval cine Cuaresma cultura Cádiz deportes Ecija el tiempo España Feria Flamenco Fuentes de Andalucía Gastronomía Hermandades Historia Investigación Jesús Nazareno Junta de Andalucia Libros Marchena Morón música Navidad obras Opinión Osuna Paradas patrimonio Policia Local Portada Renfe Salud Semana Santa Sevilla sucesos Tren Turismo Utrera Veracruz viajes

noviembre 2025
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930

LO MAS LEIDO

error: Content is protected !!