Si te gusta el turismo rural, y las zonas de  baño en lagos y rios, la Sierra de Ronda, ofrece dos de las cuevas más impresionantes de Andalucía: la Cueva del Gato y la Cueva de los Murciélagos.
Situadas a pocos kilómetros de la histórica ciudad de Ronda, estas cavidades forman parte del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, un paraíso natural declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

La Cueva del Gato, con su lago exterior que permite el baño, está catalogada como Monumento Natural, y es la boca sur del Sistema Hundidero-Gato, un complejo espeleológico de origen cárstico con más de 10 kilómetros de extensión. Desde su entrada, el río Gaduares salta en forma de cascada hasta fundirse con el río Guadiaro, formando una laguna de aguas turquesa que invita a un refrescante baño.

La Cueva del Gato está ubicada junto al río Guadiaro, cuyas aguas cristalinas invitan a darse un refrescante baño. Hay varias pozas naturales donde se puede nadar y relajarse. Es un lugar perfecto para disfrutar en los calurosos días de verano.

La Cueva del Gato no está abierta al público en general y su acceso requiere permisos especiales. Esta regulación se debe a la dificultad de la cueva y a los riesgos inherentes a su exploración. Solo se permite la entrada a espeleólogos cualificados y grupos que cuenten con la autorización de la Consejería competente en materia de medio ambiente.

La Cueva del Gato es uno de los parajes más emblemáticos de la Serranía de Ronda, situada en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, a unos 4 kilómetros de la localidad de Benaoján, en la provincia de Málaga, Andalucía. Este enclave natural ofrece una variedad de actividades para los amantes de la naturaleza y la aventura.

El entorno de la Cueva del Gato es ideal para realizar rutas de senderismo. Existen varios senderos que permiten disfrutar del paisaje kárstico, la vegetación mediterránea y la fauna local. Uno de los más recomendados es el sendero que conecta Benaoján con la cueva, de dificultad media y con una duración aproximada de una hora y media.

Además de Benaoján, puedes aprovechar para visitar otros pueblos cercanos como Montejaque, Ronda o Jimera de Líbar. Cada uno de estos pueblos tiene su propio encanto y ofrece una rica gastronomía local, patrimonio histórico y cultural.

Cueva de la Pileta: Un Tesoro Prehistórico en la Sierra de Ronda

La Cueva de la Pileta, situada en Benaoján, es un impresionante yacimiento arqueológico que alberga algunas de las pinturas rupestres más significativas de la península ibérica. Este monumento nacional, declarado en 1924, ofrece una mirada fascinante a la vida de los grupos humanos que habitaron la región durante el Paleolítico Superior.

La cueva fue descubierta en 1905 por José Bullón Lobato, un agricultor que buscaba guano (abono natural) en una sima de la que salían murciélagos cada noche. En su interior encontró pinturas rupestres, restos cerámicos y huesos, quedando maravillado por su descubrimiento.

Qué Ver en la Cueva de la Pileta

Pinturas Rupestres: La cueva es famosa por sus pinturas de animales, incluyendo cabras, caballos y un pez que da nombre a una de sus salas. Estas obras de arte, que datan de hace más de 25,000 años, son un testimonio del talento y la creatividad de los hombres prehistóricos.
Galerías y Formaciones: La cueva cuenta con varias galerías que alcanzan hasta 15 metros de altura. La nave central, con 60 metros de recorrido, es especialmente impresionante, mostrando formaciones geológicas esculpidas por el agua a lo largo de los siglos.

El chamán es una muestra de la existencia de rituales religiosos hace 25.000 años.

La figura estilizada del pez, que alcanza casi un metro y medio de longitud, podría estar asociada a creencias y ritos destinados a asegurar el éxito en la caza y la fertilidad de los animales. Los grupos humanos del Paleolítico Superior dependían de la caza para su subsistencia, por lo que la realización de ceremonias mágicas antes de las expediciones de caza era una práctica común.

Restos Arqueológicos: Además de las pinturas, se han encontrado restos de cerámica y otros utensilios que indican la ocupación humana a lo largo de miles de años, así como restos humanos que sugieren que la cueva también fue utilizada como lugar de enterramiento.

Para aprovechar al máximo esta aventura subterránea, te recomendamos alojarte en alguno de los encantadores pueblos blancos de la Sierra de Ronda, como Montejaque o Benaoján. Aquí podrás degustar la exquisita gastronomía local, basada en productos de la tierra como el jamón, los quesos y los vinos. No te pierdas una visita al Museo del Bandolero en Ronda, que te sumergirá en la apasionante historia del bandolerismo andaluz, estrechamente ligado a estas cuevas.

Para visitar la cueva, es necesario hacer una reserva previa. Las entradas se pueden adquirir en el Ecomuseo de Zuheros o a través de contactos locales. Se recomienda llamar con antelación.

Horarios y Tarifas: La cueva está abierta durante todo el año, y las tarifas son de 10 € para adultos y 6 € para niños de 5 a 10 años. La temperatura interior es constante, alrededor de 15 ºC, por lo que es recomendable llevar ropa adecuada. Desde el aparcamiento, hay que subir 101 escalones para llegar a la entrada de la cueva, lo que puede ser un desafío para algunas personas.

Muy cerca de la cueva, está Benaoján pueblo blanco ideal para pasear, disfrutar de su arquitectura y degustar la gastronomía local.

 Además de la visita a la cueva, puedes encontrar diversas opciones de alojamiento y museos interesantes en la zona. Aquí te dejo algunas recomendaciones:

El Hotel Rural Molino del Santo de Benaoján junto a un antiguo molino de agua restaurado. Dispone de cómodas habitaciones, piscina y un restaurante que sirve platos locales.

El Hotel Cueva del Gato de Benaoján situado cerca de la entrada de la Cueva del Gato, ofrece habitaciones con vistas al río y un entorno natural tranquilo. Es perfecto para quienes buscan la proximidad a la naturaleza.

El Cortijo Fuente Marchal de Montejaque es un alojamiento rural que ofrece apartamentos bien equipados en un entorno tranquilo. Dispone de piscina y bonitas vistas a la sierra.

El Hotel rural Los Pintores en Benaoján es un hotel con encanto que destaca por su decoración inspirada en pintores famosos. Ofrece una experiencia única y acogedora, con buen acceso a los atractivos naturales de la zona.

El Museo de Ronda situado en el Palacio de Mondragón ofrece una rica colección de objetos arqueológicos e históricos que permiten conocer mejor la historia de la región.

El Museo del Bandolero de Ronda dedicado a la historia del bandolerismo en Andalucía, es una visita interesante para quienes deseen conocer más sobre este aspecto peculiar de la historia local.
Un alojamiento interesante es el Albergue inturjoven de Cortes de la Frontera, que es la opción más asequible de la zona.

En Ronda el Museo Lara museo alberga una variada colección de objetos que van desde la arqueología hasta las ciencias naturales y las artes decorativas.

El festejo del toro de cuerda, en sus diversas manifestaciones a lo largo de la geografía andaluza, representa una de las expresiones taurinas populares más arcaicas y complejas de la Península Ibérica. Para comprender su significado actual, es imperativo situarlo en un largo continuo histórico que se hunde en estratos culturales prerromanos y se transforma a través de los siglos.

La provincia de Cádiz es el epicentro andaluz del toro de cuerda. Es en la comarca de la Sierra de Cádiz donde la tradición no solo sobrevive, sino que goza de una vitalidad y un arraigo social extraordinarios. La orografía abrupta de la Sierra de Cádiz propició un relativo aislamiento que protegió a estas comunidades de las corrientes culturales homogeneizadoras. Su economía, históricamente basada en la ganadería extensiva y la trashumancia, proporcionó no solo la materia prima (los toros), sino también el marco simbólico y la lógica económica para el ritual. 

El caso de Grazalema es paradigmático. Sus «Fiestas Mayores» culminan con el «Lunes del Toro», día en que se corre el célebre «Toro del Aguardiente» al amanecer. La fiesta ha alcanzado tal notoriedad que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional

Villaluenga del Rosario, el pueblo más elevado de la provincia, celebra su toro de cuerda en honor a su patrona a principios de septiembre. La documentación que acredita su existencia al menos desde 1878 demuestra la profundidad histórica de la tradición en la localidad. Al igual que en Grazalema, la fiesta está indisolublemente ligada al calendario religioso y social del municipio.

El último toro de cuerda que se soltó en Marchena se llevó por delante a un cura

Benaocaz es otro de los núcleos duros de la tradición. Su suelta del toro de cuerda, en honor a San Roque, también ostenta la declaración de Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, reforzando el patrón de reconocimiento institucional en la comarca. Por su parte, Arcos de la Frontera ofrece un ejemplo magnífico de sincretismo religioso con su «Toro del Aleluya», que se celebra el Domingo de Resurrección y vincula la explosión de júbilo por la resurrección de Cristo con la liberación de la fuerza vital del toro en las calles.

En Sevilla el caso más notable de pervivencia histórica es Carrión de los Céspedes. Este municipio de la comarca del Aljarafe posee una tradición documentada que se remonta al siglo XVI, lo que lo convierte en uno de los festejos de toro de cuerda más antiguos de España.

Frente al modelo de pervivencia de Carrión, emerge un modelo de «revitalización» o «reinvención» cuyo mejor exponente es Gines. La tradición del toro de cuerda en Gines no es una herencia ininterrumpida, sino una recuperación reciente, iniciada en 2006. El evento es impulsado y meticulosamente organizado por la Asociación Cultural y Taurina «Cuerda de Gines», una entidad específica creada para este fin. El festejo se enmarca dentro de una feria más amplia, la «Feria de San Ginés».

La vitalidad de estas celebraciones ha impulsado la creación de estructuras asociativas modernas. La Asociación Andaluza de Festejos Taurinos Populares (AAFTP) aglutina a muchas de estas localidades y actúa como interlocutor ante las administraciones, defendiendo los intereses comunes y promoviendo la seguridad y el valor cultural de los festejos populares.

LAS RAICES DE LA FIESTA 

Las raíces más profundas de esta tradición se encuentran en el culto al toro, un elemento central en las cosmogonías de los pueblos íberos y celtas que habitaron la península. Evidencias arqueológicas y mitológicas apuntan a la veneración del toro como un símbolo de poder, fuerza vital y divinidad, asociada a la fertilidad de la tierra y del ganado.

Con la romanización y la posterior consolidación de una sociedad agraria y ganadera, estos rituales paganos evolucionaron, vinculándose estrechamente a los ciclos de la vida rural. El nexo del toro de cuerda con la agricultura y el pastoreo es fundamental para entender su lógica primigenia. La práctica de correr un toro por las calles del pueblo puede interpretarse como un rito de purificación y bendición del espacio comunitario, así como una reafirmación del vínculo simbiótico entre el hombre y el animal que constituía la base de su subsistencia. En particular, la tradición guarda una estrecha relación con la trashumancia, el movimiento estacional del ganado.

La llegada del cristianismo no erradicó estas prácticas, sino que inició un complejo proceso de sincretismo. La Iglesia, en una estrategia de asimilación cultural, a menudo toleró  estos ritos de raíz pagana, superponiendo el santoral cristiano al calendario festivo tradicional.

Así, muchos festejos del toro de cuerda quedaron vinculados a las celebraciones del patrón o la patrona del pueblo. La documentación histórica corrobora esta antigüedad y formalización paulatina. Archivos municipales y eclesiásticos comienzan a registrar estos eventos en la Edad Moderna. Un ejemplo paradigmático es el de Carrión de los Céspedes, en la provincia de Sevilla, donde existen registros que atestiguan la celebración de festejos con toros de cuerda desde el siglo XVI, demostrando una continuidad histórica de casi quinientos años.

Mientras que la corrida en plaza es un espectáculo reglado, profesionalizado y orientado a un público espectador, el toro de cuerda conserva un carácter eminentemente popular y participativo. Representa una forma más antigua de interacción entre el hombre y el toro. El toro de cuerda es un acto de reafirmación colectiva, mientras que la corrida es una exhibición de destreza individual.

Su fortaleza en regiones como la Sierra de Cádiz, que mantuvieron durante más tiempo una economía pastoril y un relativo aislamiento, contrasta con su declive en zonas de agricultura modernizada como las llanuras sevillanas. La cercanía de la capital hispalense, cuna de la tauromaquia moderna en plaza, también contribuyó a que el espectáculo formal desplazara a las prácticas populares.

El Toro: No es un animal cualquiera. Se seleccionan ejemplares por su bravura, edad y trapío, adecuados al recorrido urbano. Una práctica fundamental es la protección de sus cuernos mediante el enfundado o embolado, que consiste en colocar unas bolas de cuero en las puntas de las astas.

Los Mozos de Cuerda o Sogueros: Son los verdaderos directores del ritual. Se trata de un grupo de hombres (y cada vez más, algunas mujeres) con una enorme destreza, valor y conocimiento del comportamiento del toro. Su función es guiar al animal a lo largo del recorrido utilizando únicamente una larga soga.

Los corredores y espectadores no son elementos pasivos. Su participación activa es constitutiva del ritual. Los jóvenes que corren delante del toro, citándolo y esquivándolo, demuestran su valor y su paso a la edad adulta. El resto de la población, desde balcones y talanqueras, anima, advierte y participa con sus gritos y su presencia, creando una atmósfera de tensión y euforia colectiva.

Típicamente, la fiesta comienza con el lanzamiento de un cohete (chupinazo) que anuncia la inminente salida del toro. La salida del animal desde un cajón o un toril es uno de los momentos de máxima tensión. A continuación, se desarrolla la carrera por el recorrido preestablecido, con los mozos gestionando la cuerda y los corredores interactuando con el toro. Finalmente, se produce la recogida, el momento en que el animal es guiado de vuelta al punto de origen.

Algunas variantes locales enriquecen esta estructura, como el «Toro del Aguardiente» de Grazalema, que se celebra al amanecer tras una noche de fiesta, añadiendo un componente de resistencia y catarsis colectiva.

Este análisis revela que la fiesta es una representación de un caos controlado. El evento pone en escena una fuerza primigenia y peligrosa —el toro bravo— en el espacio civilizado del pueblo. Sin embargo, esta fuerza no se desata anárquicamente. A través de la habilidad de los mozos, el control simbólico de la cuerda y el respeto de la comunidad a unas reglas compartidas, el caos es contenido y canalizado.

Tabla 1: Inventario de Festejos de Toro de Cuerda en la Provincia de Cádiz

Lejos del turismo masificado y los precios inflados de Europa, el norte de Marruecos emerge como una alternativa cada vez más sólida para quienes buscan naturaleza, historia y cultura auténtica sin renunciar a la seguridad ni al confort. Cascadas escondidas, ciudades azules de leyenda, rutas de senderismo entre cedros y montañas, medinas milenarias componen una oferta que sorprende no solo por su belleza, sino también por su precio.

Se estima un presupuesto diario para un viajero de estilo alternativo de entre 30 € y 40 €, cubriendo alojamiento, tres comidas, transporte local y entradas a monumentos.

Una opción popular es tomar un ferry de Tarifa a Tánger Ville, (No el nuevo puerto de Tanger Med, que queda a 60 km), ideal para el viajero independiente sin vehículo. El ferry atraca a pocos pasos de la medina, facilitando la entrada al centro. El trayecto dura aproximadamente una hora y es operado con alta frecuencia por compañías como FRS, Balearia y Africa Morocco. El precio va desde €28 como tarifa más baja y en temporada alta puede subir, aunque el precio promedio habitual: €40–48 por trayecto.

Tánger es la puerta entre Europa y África con siglos de historia, cultura cosmopolita, sabores especiados y miradores que se asoman al Estrecho. Intrincada y viva, la medina conserva su trazado andalusí con zocos de cuero, cerámica y alfombras. Entra por la puerta Bab El Fahs y piérdete sin miedo: es segura, está vigilada. Alojamiento recomendado Riad Mokhtar (medina): elegante, con desayuno incluido y vistas al mar. Desde 35 €/noche. Dar Yasmine (cerca del zoco): acogedor, desayuno marroquí, trato familiar. Desde 30 €.

El Café Hafa Abierto desde 1921 y colgado sobre los acantilados, ofrece té a la menta con vistas al Atlántico. Paul Bowles, The Rolling Stones y Juan Goytisolo pasaron por aquí. Precios: té y dulces desde 1,50 €. La Kasbah y Museo de las Culturas Mediterráneas. Ubicado en una Antigua fortaleza árabe reconvertida en museo con patios andalusíes, objetos romanos, joyas bereberes y vistas espectaculares. Entrada: 20 dirhams (~1,80 €).

Cena recomendada. El Restaurante El Morocco Club (zona de la Kasbah): platos marroquíes creativos desde 10–12 €. Alternativa local: Restaurant Ahlen, más económico (menú completo por 6–8 €).  Gruta de Hércules y Cabo Espartel. A 14 km del centro, las grutas abiertas al mar y el punto exacto donde el Mediterráneo se encuentra con el Atlántico. Excursión en taxi (ida y vuelta): unos 150 dirhams (~14 €) o bus local desde la estación Ibn Battuta (5 dirhams). Entrada a la gruta: gratuita..  Cena con vistas
Restaurante La Saveur du Poisson, famoso por su menú fijo de mariscos y pescado fresco (aprox. 20 €, sin alcohol). No se aceptan tarjetas, solo efectivo.

Si dispones de un día extra, toma un tren o bus a Asilah, ciudad blanca amurallada junto al mar (45 minutos – 30 dirhams). Arte callejero, calma atlántica y una medina preciosa, ideal para desconectar. 

Cerca de Tánger hay playas vírgenes, seguras y económicas, ideales para viajeros alternativos. Destacan Playa Blanca, cercana a Tánger, de arena fina y buen acceso en bus o taxi; Playa Dalia, más aislada y paradisíaca, ideal para excursión de un día. Sidi Kacem, con bandera azul, es amplia y familiar, mientras que Achakar ofrece intimidad junto a la gruta de Hércules. Todas cuentan con aguas limpias y ambiente tranquilo, sin masificación. Los precios de transporte oscilan entre 8 y 20 dirhams, de 0,74 euros a 10 dirhams ≈ 0,93 euros.

La Compagnie de Transports au Maroc (CTM) es la opción más fiable, segura y cómoda para los trayectos interurbanos. Sus autobuses son modernos, con aire acondicionado, y conectan todas las ciudades principales con puntualidad. Rutas clave como Tánger-Tetuán (aprox. 1 hora, desde 3 €) y Tetuán-Chefchaouen (aprox. 1.5 horas, desde 3.5 €) son frecuentes y eficientes. Los billetes se pueden adquirir online en su web o directamente en las estaciones. El «Grand Taxi»: Una experiencia marroquí por excelencia. Estos vehículos, generalmente Mercedes antiguos, cubren rutas fijas entre ciudades y pueblos. Por ejemplo, la ruta Tánger-Tetuán cuesta unos 50 dírhams (MAD) por persona (aprox. 5 €), y de Tetuán a Chefchaouen, unos 35 MAD (aprox. 3.5 €).

El «Petit Taxi»: Para desplazamientos dentro de las ciudades, los «petit taxis» son la norma. Es fundamental insistir en el uso del taxímetro («compteur» en francés) para asegurar una tarifa justa. Si el conductor se niega, es mejor buscar otro vehículo o acordar un precio cerrado antes de iniciar el viaje para evitar las estafas más comunes.

La mejor opción para ir de Tanger a Chauen es el bus CTM: cómodo, económico (4,2 – 6,0 €), seguro y con salidas frecuentes. La estación de autobuses CTM de Tánger está en la Route de Tetuán, a 5 km del centro, accesible en taxi o bus. En Chefchaouen, la estación CTM está junto a la medina, a pocos minutos a pie. El trayecto entre ambas ciudades dura unas 2,5 horas y cuesta entre 4 y 6 €.

En Chefchaouen, la llamada Perla Azul del Rif, alojarse en un riad tradicional cuesta entre 25 y 40 euros por noche, con desayuno incluido y trato familiar. La ciudad ofrece rutas a pie hacia el Parque Nacional de Talassemtane, donde el sonido del agua entre los pinos guía hasta las cascadas de Akchour, uno de los enclaves naturales más vírgenes del país. Las caminatas guiadas no superan los 20 euros por jornada y permiten al visitante conocer aldeas bereberes que apenas han cambiado en siglos.

Para disfrutar de su magia, es recomendable madrugar y pasear por sus callejones más fotogénicos, como el Callejón El Asri, antes de que lleguen los grupos de turistas. La Plaza Uta el-Hammam es el corazón de la ciudad, flanqueada por la Kasbah del siglo XV y la Gran Mezquita.  

Senderismo en las Cascadas de Akchour: A unos 45 minutos en Grand Taxi desde Chefchaouen se encuentra Akchour, la puerta de entrada al Parque Nacional de Talassemtane y a una de las rutas de senderismo más espectaculares de la región. La caminata no es solo una actividad física, sino una oportunidad de interactuar con el entorno rural del Rif, salpicado de pequeños merenderos junto al río que sirven té a la menta y tajines cocinados al momento.   

El sendero principal, de dificultad media, sigue el curso del río Oued Kelaa durante aproximadamente dos horas hasta llegar a la impresionante Gran Cascada. A mitad de camino se encuentra una cascada más pequeña, un buen punto para descansar. Una ruta alternativa conduce al «Puente de Dios», un espectacular arco de roca natural erosionado por el agua a más de 30 metros de altura.   

Presupuesto Comparativo: Norte de Marruecos vs. Andalucía (Precios Medios en EUR, Julio 2025)

La Piscina Municipal de Marchena ha abierto sus puertas este verano con una oferta ampliada de horarios y precios accesibles para todos los públicos, además de la incorporación de baños nocturnos gratuitos en fechas señaladas del mes de julio y agosto.

Según la Delegación de Deportes, el horario de apertura es de lunes a jueves de 13:00 a 20:00 horas, y los viernes, sábados, domingos y festivos, de 13:00 a 21:00 horas. Las tarifas diarias oscilan entre 1 y 3,5 euros, dependiendo de la edad y del día de la semana, con entrada gratuita para menores de cinco años. Además, se ofrecen abonos mensuales desde 15 euros para mayores de 66 años y un bono de 10 accesos por 25 euros válido cualquier día.

Entre las novedades más destacadas de esta temporada se encuentran los baños nocturnos gratuitos, organizados por el Ayuntamiento de Marchena. Estas sesiones especiales tienen lugar de 22:00 a 01:30 horas, e incluyen actividades de animación, música en directo y servicio de barra. Están programadas para los viernes 4, 11 y 25 de julio, y 8 y 22 de agosto. Para acceder es necesaria inscripción previa, ya que el aforo es limitado.

Desde la Delegación de Deportes se anima a la ciudadanía a participar tanto en los turnos habituales como en los eventos nocturnos, con el objetivo de fomentar el uso saludable y lúdico de las instalaciones municipales durante los meses de verano. Los interesados pueden consultar toda la información actualizada a través de los canales oficiales del Ayuntamiento y de RTV Marchena.

La empresa de transporte Socibus ofrece una conexión regular entre Marchena y Cádiz, con tres salidas diarias desde la localidad sevillana y dos servicios de regreso desde la capital gaditana. El precio por trayecto es de 15,60 euros, con posibilidad de cambio o anulación de billetes, y descuentos disponibles para determinadas franjas de edad y condiciones.

Los autobuses parten desde la carretera A-364, junto a la gasolinera Cepsa, y llegan a la Estación de Autobuses de Cádiz, en la avenida de Astilleros. Los horarios de salida desde Marchena son:

• 05:45 h, con llegada a Cádiz a las 07:55 h (duración: 2 h 10 min).

• 17:00 h, con llegada a las 19:20 h (duración: 2 h 20 min).

• 21:00 h, con llegada a las 23:15 h (duración: 2 h 15 min).

Todos los servicios se realizan en autobuses de servicio normal (bus 11), con plazas disponibles en los trayectos programados.

En cuanto al regreso desde Cádiz, los viajeros pueden elegir entre dos opciones:

• 13:45 h, con llegada a Marchena a las 16:00 h (duración: 2 h 15 min).

• 21:25 h, con llegada a las 23:35 h (duración: 2 h 10 min).

El billete de vuelta tiene un precio de 12,80 euros, y la suma total del viaje de ida y vuelta se sitúa en 28,40 euros, con un posible incremento de 3 euros por gestión si se realiza la compra online o mediante ciertas plataformas.

Los billetes pueden adquirirse a través de la página oficial de Socibus (www.socibus.es) o en estaciones físicas. El servicio se presenta como una alternativa cómoda y asequible para quienes necesiten viajar entre Marchena y Cádiz por motivos laborales, turísticos o personales.